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NOTA: A menos que se diga lo contrario, las citas son tomadas de la Nueva Biblia de las Américas — NBLA.
Abreviaturas: NTV: Nueva Traducción Viviente. TLA: Traducción en lenguaje actual. VP: Viejo Pacto. NP: Nuevo Pacto.
26 de junio de 2009
¿Qué Significa Comulgar Indignamente?
Se trata de una cuestión importante. El lenguaje de tomar la comunión de una manera indigna se deriva del texto en 1ª Corintios 11. Veámoslo.
1ª Corintios 11:26-29:
- «Porque todas las veces que coman este pan y beban esta copa, proclaman la muerte del Señor hasta que Él venga. 27 De manera que el que coma el pan o beba la copa del Señor indignamente, será culpable del cuerpo y de la sangre del Señor. 28 Por tanto, examínese cada uno a sí mismo, y entonces coma del pan y beba de la copa. 29 Porque el que come y bebe sin discernir correctamente el cuerpo del Señor, come y bebe juicio para sí».
Hay mucha discusión sobre lo que significa tomar el pan y la copa «indignamente». Hay diferentes interpretaciones.
Primera:
Podría ser que los que toman los elementos de la comunión necesitaran ser plenamente conscientes de qué representa el sacrificio de Cristo por el que somos redimidos del pecado. Por lo tanto, participar en la comunión sin entender esto sería tomarla de manera indigna.
Segunda:
Otra posibilidad es que tomar la cena con pecado voluntario y no confesado sería de una manera indigna.
Tercera:
El contexto anterior de 1ª Corintios 11 parece sugerir que comulgar «indignamente» significa hacerlo mientras tienes un problema con otro cristiano con el que no estás reconciliado.
Cuarta:
Otra interpretación es que algunos corintios estaban tomando la cena indignamente porque estaban utilizando la cena de la comunión como una oportunidad para su propia gratificación, por lo que Pablo mencionó acerca de cómo algunos se emborracharon en el versículo 21.
Quinta:
La quinta interpretación es que deben tomarse ambos elementos (pan y vino), no solo uno (pan o vino). Cristo ordenó que se tomaran ambos. Esto, por cierto, invalidaría la práctica católica romana de tomar solo la hostia.
Sexta:
La última interpretación es que la persona para poder comulgar, debe ser digna. Sin embargo, este punto de vista es peligroso porque nadie es digno de tomar la cena de comunión. Nuestra dignidad viene de Cristo, no de nosotros mismos.
¿Qué quería decir Pablo «indignamente»?
Mirando el Contexto
El contexto del pasaje sobre participar de la cena del Señor «indignamente» parece comenzar alrededor del versículo 16 de 1ª Corintios 11. Pablo afirma que, «las mujeres no son independientes de los hombres, y los hombres no son independientes de las mujeres». Además, existían divisiones entre ellos (v. 18). En el v. 21 menciona dos aspectos preocupantes: «cada uno toma primero su propia cena, y uno pasa hambre y otro se embriaga».
A continuación, Pablo habla más directamente de la comunión y de cómo esta representa el Cuerpo y la Sangre de Cristo. En v. 26 registra: «Porque todas las veces que coman este pan y beban esta copa, proclaman la muerte del Señor hasta que Él venga». Pablo relaciona la comunión con el sacrificio de Cristo y luego, en el v. 28 dice que nos examinemos a nosotros mismos. Parece muy probable que, cuando habla de participar de la Cena indignamente, Pablo les esté diciendo a las personas, que 1) examinen sus motivos, asegurándose de que no exista división con otros creyentes, 2) que tomen la cena solemnemente y 3) que entendieran correctamente qué representa el sacrificio de Cristo.
El Pecado en el Creyente / Cristiano
Finalmente, muchos cristianos se sienten indignos de comulgar por causa de su pecado. Pero debe darse cuenta de que la comunión es para pecadores regenerados. Esto no significa que pecar sea correcto. El cristiano debe permanecer luchando contra el pecado, sin abstenerse de la mesa si están tratando de arrepentirse de este y están luchando por obtener la victoria, pero que aún no la han alcanzado. Ciertamente, no es esto lo que significa comulgar indignamente. Es la lucha contra el pecado lo que supone admitir que debemos depender de Cristo y Su gracia. En nuestra lucha, juzgamos que el pecado es pecado y luchamos contra este. Precisamente esta lucha es una reivindicación de nuestra posición con Cristo y una manifestación de nuestra necesidad de comunión como acto de dependencia de Su obra y gracia.