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Por, Jeremy Buttler
Este artículo está diseñado para señalarle algunos puntos cuando comparte su fe cristiana con los bahá’ís. Le recomiendo, además, que lea los otros artículos que tratan con el evangelismo en nuestra página web, debido a que estos tratan con los temas de por qué debemos compartir nuestra fe y cómo compartirla.
- Ore
- «Exhorto, pues, ante todo que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres; 2 por los reyes y por todos los que están en autoridad, para que podamos vivir una vida tranquila y sosegada con toda piedad y dignidad. 3 Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, 4 el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al pleno conocimiento de la verdad. 5 Porque hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús hombre, 6 quien se dio a sí mismo en rescate por todos, testimonio dado a su debido tiempo. 7 Y para esto yo fui constituido predicador y apóstol (digo la verdad en Cristo, no miento) como maestro de los gentiles en fe y verdad» (1ª Timoteo 2:1-7).
- Este pasaje nos habla de orar por otros ya que esta es la única forma para lograr la vida eterna, a través de Jesucristo. Orar también nos ayudará a enfocarnos en Dios y la tarea que debemos realizar.
- «Exhorto, pues, ante todo que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias por todos los hombres; 2 por los reyes y por todos los que están en autoridad, para que podamos vivir una vida tranquila y sosegada con toda piedad y dignidad. 3 Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, 4 el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al pleno conocimiento de la verdad. 5 Porque hay un solo Dios, y también un solo mediador entre Dios y los hombres, Cristo Jesús hombre, 6 quien se dio a sí mismo en rescate por todos, testimonio dado a su debido tiempo. 7 Y para esto yo fui constituido predicador y apóstol (digo la verdad en Cristo, no miento) como maestro de los gentiles en fe y verdad» (1ª Timoteo 2:1-7).
- Hablar acerca del pecado
- Los bahá’ís no creen en el pecado original. Aquí, recomiendo el enfoque del «camino del maestro». Pregúntele al bahá’í si ellos creen si el hombre es esencialmente bueno o malo. Ahora, pregúntele si él o ella sean una buena o mala persona. Después, comparta con ellos, por qué como cristianos, creemos que los humanos son, fundamentalmente malos. Muéstrele pasajes como Romanos 3:9-20; 3:23; 5:12-21; 6:23. Pregúnteles si ellos han robado, mentido, codiciado, etc. y después, explíquele que esto es quebrantar la ley de Dios, lo cual es pecado, lo que nos separa a nosotros de Dios.
- Comparta el evangelio
- Comparta con ellos, cómo pueden ser perdonados por haber quebrantado la ley de Dios. Comparta Juan 14:6 y Hechos 4:12, los que nos muestran que la salvación solo se encuentra en Jesucristo. No podemos encontrar salvación en algunas de las otras manifestaciones de Dios. Muéstreles también Efesios 2:8-10 para que ellos puedan entender que nuestra salvación es un regalo de Dios y que nosotros no podemos hacer nada para obtenerla. Somos salvos para hacer buenas obras; no por estas. Después, les presentaría Romanos 10:9-10 para mostrarles cómo la salvación de sus pecados puede llevarse a cabo en forma personal. Explíqueles que tenemos que recibir ese regalo de salvación en fe a través de Jesucristo. Así como cuando usted recibe un regalo de un miembro de su familia o amigo, debe recibirlo, aunque este sea gratis. En la misma forma usted tiene que recibir el regalo de la salvación a través de Jesucristo. Explíqueles que tienen que arrepentirse de sus pecados, creer en Jesús, y recibirlo como Dios en la carne, quien murió por nuestros pecados y resucitó físicamente de entre los muertos. Los bahá’ís creen que Jesús resucitó espiritualmente, pero no físicamente. Aquí, sería de gran ayuda llevarlos a 1ª Corintios 15:1-28. Hábleles acerca del hecho de que Jesús fue visto por cerca de 500 personas después de Su resurrección. Pase después al hecho de que, sin la resurrección física de Jesucristo, no hay salvación.
- Sea cariñoso y amable
- Mi propia experiencia con los bahá’ís ha sido muy positiva. A todos los bahá’ís que he conocido han sido muy gentiles y de mucha ayuda dándome información. Como cristianos siempre debemos ser misericordiosos y amables con aquellos que contactamos. Mateo 22:34-40 nos dice que el más grande mandamiento es amar a nuestro Dios con todo nuestro corazón, alma y mente. El segundo mandamiento más importante es amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, lo cual se evidenciará en nuestras acciones.