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Título Original: Hebreos 12:1: «… tan grande nube de testigos …»
15 de diciembre de 2008
«Por tanto, puesto que tenemos en derredor nuestro tan gran nube de testigos, despojémonos también de todo peso y del pecado que tan fácilmente nos envuelve, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante» (Hebreos 12:1).
La gran multitud de testigos que nos rodean representa a la multitud de personas piadosas mencionadas en el capítulo anterior: Noé, Abraham, Isaac, Jacob, José, Moisés, Gedeón, Barak, Sansón, Jefté, David, Samuel y los profetas. Además, son todos aquellos que en el pasado y en el futuro seguirán mirando a Dios y a la verdadera fe que es en Cristo, Señor nuestro; y aunque no fueron perfectos, confiaron en la esperanza máxima de la venida del Mesías.
Existen diferentes interpretaciones ofrecidas por varios grupos religiosos. En su teología, los católicos ven la nube de testigos como los santos de antes y ahora a quienes se les puede rezar. Claro está, que generalmente los católicos no admiten que les rezan a los muertos considerados por ellos como santos. Más bien, afirman que le rezan a Dios por medio de ellos. Cualquiera que sea su posición, rezarles a los muertos no es enseñado en las Escrituras.
De otro lado, los testigos de Jehová interpretan esta grande nube de testigos como los «anteriores testigos de Jehová», y los mormones dicen que incluye al fundador de ellos, José Smith y otros mormones importantes.