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Abreviaturas: TdJ: Testigos de Jehová. NP: Nuevo Pacto o Nuevo Testamento. VP: Viejo Pacto o Antiguo Testamento.
Por, Luke Wayne
8 de abril de 2017
Orígenes y la Verdad de la Trinidad de la Watchtower
De acuerdo con el folleto de la Watchtower, «¿Debería creer usted en la Trinidad?», tienen una sección sobre los Padres antes de Nicea o los líderes tempranos de la iglesia antes del concilio de Nicea en el año 235 a. C. La publicación intenta argumentar que varios escritos de la iglesia temprana contradijeron la divinidad de Jesús. Entre ellos se encontraba un filósofo de Alejandría del tercer siglo llamado Orígenes. Acerca de él, la sociedad dice:
- «Orígenes, que murió alrededor del año 250 de la E. C., dijo que, ‘el Padre y el Hijo son dos substancias … dos cosas en cuanto a su esencia’, y que, ‘comparado al Padre, (el Hijo) es una muy pequeña luz’»[1. «¿Debería creer usted en la Trinidad?», 1989, 7.]
Otra Publicación de los Testigos de Jehová
De forma interesante, otra publicación afirma que:
- «Al mezclar las enseñanzas de la Biblia con la filosofía griega, la teología de Orígenes se llenó de errores y las consecuencias fueron desastrosas para el cristianismo».[2. La Atalaya, 15 de abril de 2001, pág. 31.]
Esta apreciación hace que Orígenes sea una extraña elección para que ellos como testimonio de lo que debemos creer sobre Jesús. De hecho, irónicamente también atribuyen a Orígenes haber ayudado a «sentar las bases de la doctrina antibíblica de la Trinidad».[3. ibid.] Así que, dependiendo de cual publicación de los TdJ que lea, Orígenes es una de las primera voces en contra la Trinidad o es ¡uno de sus arquitectos! Leamos lo que dijo verdaderamente:
¿Dos Substancias? ¿Dos Cosas en Esencia?
La primera referencia a la que recurren los TdJ en su supuesta refutación de la deidad de Cristo es:
- «el Padre y el Hijo son dos substancias … dos cosas en cuanto a su esencia».
Mientras no ofrecen ninguna cita de dónde procede presuntamente esta, Orígenes sí hace referencia a la relación de Jesús con la substancia y esencia del Padre en su obra, «Primeros Principios». Él escribe:
- «No decimos, como suponen los herejes, que alguna parte de la substancia de Dios se convirtió en el Hijo, o que fue procreado por el Padre a partir de las cosas inexistentes, es decir, más allá de Su propia substancia, de forma que hubo una vez un tiempo cuando Él (el Hijo) no existía» (Orígenes, De Principiis, Libro 4, Sección 27).
Lo que Afirma Orígenes
Aquí, él dice que el Hijo no está formado de una simple porción de la substancia de Dios, ni es una creación hecha totalmente fuera de la substancia de Dios. Si Él no es una substancia separada de Dios y no es una simple porción de la substancia de Dios, entonces Orígenes solo puede estar afirmando, que el Hijo es totalmente de una substancia con el Padre. De hecho, en la misma sección, continúa escribiendo:
- «¿Cómo se puede afirmar que hubo un tiempo en que Él no era el Hijo? Porque esto, no es otra cosa que decir que hubo un tiempo en que Él no era la Verdad, ni la Sabiduría, ni la Vida, aunque en todo esto se le juzga como la esencia perfecta de Dios Padre; pues estas cosas no pueden separarse de Él, ni siquiera separarse de Su esencia».
El Hijo es Eterno, sin Principio y es la Esencia del Padre
Orígenes no dijo que fueran dos substancias o esencias, sino una. Precisamente, dijo lo contrario de lo que afirma la Watchtower. También dijo:
- «Lo que pertenece a la naturaleza de la deidad es común al Padre y al Hijo» (Orígenes, De Principiis, Libro 1, Capítulo 1, Sección 8).
Y:
- «La omnipotencia del Padre y del Hijo es una y la misma, como Dios y el Señor son uno y el mismo» (Orígenes, De Principiis, Libro 1, Capítulo 2, Sección 10).
Continúa explicando:
- «Dios es el Padre. El Salvador es también Dios; así también, puesto que el Padre es llamado omnipotente, nadie debe ofenderse de que el Hijo de Dios sea llamado también omnipotente» (Orígenes, De Principiis, Libro 1, Capítulo 2, Sección 10).
La Relación del Hijo con el Padre
Orígenes también la compara como la imagen de su mismo reflejo en un espejo. Esta, no es suya porque se parezca mucho a usted o porque escoge imitarlo. Más bien, el reflejo es su imagen porque esta hace exactamente lo que usted hace. Y lo hace, porque la imagen es usted. Es una proyección de su mismo ser. Los movimientos del reflejo son realmente sus movimientos. No es simplemente una copia fiel o una buena imitación. El reflejo es usted visiblemente presente en otro lugar. Orígenes lo explica:
- «La obra del Hijo no es una cosa diferente de la del Padre, sino un mismo movimiento».[4. Orígenes, De Principiis, Libro 1, Capítulo 2, Sección 10.]
Segunda Parte de su Explicación:
- «Por lo tanto, el Hijo no se diferencia en ningún aspecto del Padre … ¿Cómo, en verdad, pueden estar de acuerdo con las declaraciones de la Escritura, las opiniones de aquellos que dicen que algunas cosas están hechas conforme a la manera en que un discípulo se parece o imita a su maestro, o con la opinión de los que dicen el Hijo realiza en material corporal lo que primero ha sido formado por el Padre en su esencia espiritual, viendo que en el Evangelio se dice que el Hijo no hace cosas similares, sino las mismas cosas de una manera similar?» (Orígenes, De Principiis, Libro 1, Capítulo 2, Sección 12).
Lo que SÍ Hace Jesús
En otras palabras, Jesús no «hace cosas similares» como un discípulo imita a su maestro. Tampoco se limita a hacer físicamente lo que el Padre ya ha hecho u ordenado espiritualmente. Más bien, ¡la acción de Jesús es realmente la del Padre! De hecho, Orígenes identifica claramente a Jesús como el Dios del VP que envió los profetas.
El Hijo es el Dios del Viejo Pacto
De Él dice:
- «… antes de esa aparición suya que manifestó en el cuerpo, envió a los profetas como Sus precursores y mensajeros de Su advenimiento. Después de Su ascensión a los cielos, hizo a Sus santos apóstoles, hombres ignorantes e indoctos, tomados de las filas de los recaudadores de impuestos o pescadores, pero que estaban llenos del poder de Su divinidad, para ser itinerantes por todo el mundo, para que pudieran reunir de cada raza y cada nación una multitud de devotos creyentes en Él mismo” (Orígenes, De Principiis, Libro 2, Capítulo 6, Sección 1).
El Hijo y el Padre son uno en esencia y Ser. Ambos son, Jehová Dios, y es uno solo.
¿Una Pequeña luz?
La segunda referencia que la publicación de la Watchtower usa para reforzar su afirmación de que Orígenes negó la deidad de Cristo, es:
- «… comparado con el Padre, (el Hijo) es una muy pequeña luz».
Esto parece ser una paráfrasis tomada del libro de Orígenes.
«Contra Celso»
En este libro escribe:
- «De hecho, aquellos que adoran al sol, la luna y las estrellas porque su luz es visible y celestial, no se inclinarían ante una chispa de fuego o una lámpara en la tierra, porque ven la superioridad incomparable de esos objetos que se consideran dignos de homenaje a la luz de las chispas y lámparas. Así pues, los que entienden que Dios es luz, y que han comprendido que el Hijo de Dios es ‘la luz verdadera que alumbra a todo hombre que viene al mundo’, y que comprenden también cuando Él dice: ‘Yo soy la luz del mundo’, no ofrecerían racionalmente adoración a lo que es, por así decirlo, una chispa en el sol, la luna y las estrellas, en comparación con Dios, quien es la luz de la verdadera luz» (Orígenes, Contra Celso, Libro 5, Capítulo 11).
La Interpretación Errónea de la Watchtower
Los autores de la Watchtower han malinterpretado el punto de Orígenes. Él está diciendo que aquellos que adoran al sol, la luna y las estrellas están adorando luces diminutas e insignificantes comparadas con la luz verdadera, y gloriosa del Padre y del Hijo. Orígenes continúa diciendo:
- «… percibimos la superioridad inexpresable de la divinidad de Dios y la de Su Hijo unigénito, la cual sobrepasa todas las otras cosas».
Y concluye la sección instando a los paganos a dejar de adorar a las estrellas y en su lugar …
- «… oren a la Palabra de Dios (quien es capaz de sanarlo), y a Su Padre, quien también a los justos de antaño ‘envió Su Palabra y los sanó y los liberó de sus destrucciones’».
A Quién Orar
De nuevo, debemos orar al Hijo (el Verbo) así como al Padre. La divinidad singular del Padre y del Hijo sobrepasa todas las cosas. Este pasaje más que negar la deidad de Cristo, la afirma.
La Sabiduría Viva de Dios
En el típico enfoque imaginativo y descontextualizado de Orígenes para aplicar las Escrituras no relacionadas a sus discusiones, aplica alegóricamente Proverbios 8:22-25 a Jesús,[5. Orígenes, De Principiis, Libro 1, Capítulo 2, Sección 1.] tal como lo haría un TdJ. Sin embargo, pasa inmediatamente a explicar:
- «¿Y quién que sea capaz de tener pensamientos o sentimientos reverentes hacia Dios, puede suponer o creer que Dios Padre haya existido alguna vez? ¿O incluso por un momento de tiempo, sin haber generado esta Sabiduría? Pues en ese caso, debe decir que Dios fue incapaz de generar Sabiduría antes de producirla, de modo que después llamó a la existencia a quien no existía o que Él poseía el poder, pero —lo que no se puede decir de Dios sin impiedad— no estaba dispuesto a usarlo; amabas suposiciones, es evidente para todos, son igualmente absurdas e impías» (Orígenes, De Principiis, Libro 1, Capítulo 2, Sección 2).
Segundo Comentario de Orígenes
- «Sin embargo, Juan, con más sublimidad y propiedad, dice al principio de su Evangelio, cuando define a Dios por una definición especial como el Verbo: ‘Y el Verbo era Dios, y este estaba en el principio con Dios’. Quien, pues, atribuya un principio a la Palabra o Sabiduría de Dios, tenga cuidado de no ser culpable de impiedad contra el mismo Padre no engendrado, ya que niega que siempre haya sido Padre y haya tenido el Verbo y haya poseído la sabiduría en todos los períodos anteriores, llámense tiempos o edades, o cualquier otra cosa que pueda titularse así» (Orígenes, De Principiis, Libro 1, Capítulo 2, Sección 3).
Jesús: Figura de la «sabiduría»
Así, aunque Orígenes (tratando el texto como una alegoría) identifica a Jesús con la figura de la «sabiduría» del libro de Proverbios. Tiene claro que esta conexión simbólica no puede ser forzada para insinuar que Cristo sea un ser creado como tampoco se diría que Dios no tuvo sabiduría en otro tiempo y solo la adquirió después. También afirma que Cristo es, «sin principio alguno»[6. Orígenes, De Principiis, Libro 1, Capítulo 2, Sección 2.]y que «en ningún momento fue inexistente».[7. Orígenes, De Principiis, Libro 1, Capítulo 2, Sección 9.]
Continúa Explicando …
- «Es adecuadamente sempiterno o eterno lo que no tuvo principio de existencia ni puede dejar de ser lo que es. Y esta es la idea transmitida por Juan cuando dice que ‘Dios es luz’. Ahora bien, Su sabiduría es el esplendor de esa luz, no solo por ser luz, sino también por ser eterna, de modo que Su sabiduría y esplendor son eternos. Si esto es entendido plenamente, muestra claramente que la existencia del Hijo es derivada del Padre, pero no en el tiempo, ni de ningún otro principio, excepto, como hemos dicho, de Dios mismo» (Orígenes, De Principiis, Libro 1, Capítulo 2, Sección 11).
¿Quién es Jesús de Acuerdo con Orígenes?
En un sentido figurado, es «engendrado» por el Padre. Pero hay que entender esto en el sentido de que el Hijo ha «salido» eternamente o ha derivado Su naturaleza y Ser, del mismo Padre. El Hijo siempre ha existido, y el Padre lo ha engendrado eternamente. Hablando del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo juntos, Orígenes anota:
- «Cuando usamos tales términos como ‘siempre’ o ‘fue’ o cualquiera otra designación de tiempo, no deben ser tomadas absolutamente, sino con la debida consideración; porque, aunque los significados de estas palabras relacionadas con el tiempo, y los temas de los que hablamos son mencionados por una extensión del lenguaje como existente en el tiempo, sin embargo, superan en su naturaleza real toda concepción del entendimiento finito» (Orígenes, De Principiis, Libro 1, Capítulo 3, Sección 4).
Orígenes consideraba que la Trinidad (y su relación mutua) superaban el tiempo y toda expresión lingüística.
Orígenes y la Trinidad
Orígenes también entendió al Espíritu Santo como una persona, no una simple fuerza o esencia. Por ejemplo, él dijo:
- «El Espíritu Santo es una existencia intelectual y subsiste y existe de una forma particular» (Orígenes, De Principiis, Libro 1, Capítulo 1, Sección 3).
Él habla del Espíritu Santo como una persona eterna y divina al lado del Padre y del Hijo, y creía que nuestra redención depende de esta realidad:
Primera Parte:
- «El Espíritu Santo nunca sería considerado en la Unidad de la Trinidad, es decir, junto con el Padre inmutable y Su Hijo, a menos que siempre hubiera sido el Espíritu Santo. De hecho, cuando usamos términos como ‘siempre’ o ‘fue’ o cualquiera otra designación de tiempo, estas no deben ser tomadas absolutamente, sino con la debida consideración; porque aunque los significados de estas palabras se relacionan con el tiempo, y aquellos temas de los que hablamos son mencionados por un intervalo del lenguaje como existente en el tiempo, sin embargo sobrepasan en su naturaleza real toda concepción del entendimiento finito» (Orígenes, De Principiis, Libro 1, Capítulo 3, Sección 4).
Segunda Parte:
- «El que es regenerado por Dios para la salvación tiene que ver tanto con el Padre como el Hijo y el Espíritu Santo, y no obtiene salvación sin la cooperación de toda la Trinidad» (Orígenes, De Principiis, Libro 1, Capítulo 3, Sección 4).
- «Así como por la participación en el Hijo de Dios, se es adoptado como un hijo, y por la participación en la sabiduría que está en Dios se es hecho sabio, así también por la participación en el Espíritu Santo es un hombre hecho santo y espiritual. Porque es una y la misma cosa participar del Espíritu Santo, que es (el Espíritu) del Padre y del Hijo, debido a que la naturaleza de la Trinidad es una e incorpórea» (Orígenes, De Principiis, Libro 4, Sección 32).
La Trinidad: Una Necesaria Verdad del Evangelio
Para Orígenes, la Trinidad no es solo una verdad acerca de Dios; es una verdad necesaria del evangelio. Con frecuencia, utiliza un lenguaje que parece jerarquizar las tres personas, pero en el contexto, tales expresiones se refieren a la obra de las personas y el alcance de sus diferentes operaciones en la creación. El Padre y el Hijo ejercen autoridad sobre todos los seres, incluyendo los santos, pecadores, animales y aun, las cosas no vivientes.[8. Orígenes, De Principiis, Libro 1, Capítulo 3, Sección 5.] Sin embargo, el Espíritu trabaja solo en la esfera de los redimidos.[9. ibid.]
El Hijo, como Verbo o Razón, debe estar operando en todos los seres racionales o estos, no podrían serlo.[10. Orígenes, De Principiis, Libro 1, Capítulo 3, Sección 6.] Todo sentido de sabiduría o justicia, aun en un pagano, es la obra de Cristo.[11. ibid.]
Explicación de Orígenes
- «Que nadie suponga, en efecto, que por haber dicho que el Espíritu Santo se confiere solo a los santos, sino que los beneficios u operaciones del Padre y del Hijo se extienden a buenos y malos, a justos e injustos, con ello damos preferencia al Espíritu Santo sobre el Padre y el Hijo, o afirmamos que Su dignidad es mayor, lo cual ciertamente sería una conclusión ilógica. Pues es la peculiaridad de Su gracia y operaciones que hemos estado describiendo. Adicionalmente, nada en la Trinidad puede llamarse mayor o menor, ya que la fuente de la divinidad contiene todas las cosas por Su palabra y razón, y por el Espíritu de Su boca santifica todas las cosas que son dignas de santificación» (Orígenes, De Principiis, Libro 1, Capítulo 3, Sección 7).
¿Quién da la Existencia a Todas las Cosas?
- «No hay diferencia en la Trinidad, sino lo que se llama se llama don del Espíritu se da a conocer por medio del Hijo y operada por Dios el Padre» (Orígenes, De Principiis, Libro 1, Capítulo 3, Sección 7).
Contradiciendo la Teología de los TdJ
Según Orígenes, el Padre da existencia a todas las cosas, y en esto, Su obra es la más gloriosa. El Hijo da racionalidad y sabiduría a las criaturas que las poseen.[12. Incluso Orígenes, identifica al arcángel Miguel como uno de los seres racionales a quien el Hijo da sabiduría y el poder para razonar, distinguiendo así claramente al Hijo de Miguel, tanto personalmente como en la naturaleza y forma de ser (Orígenes, De Principiis, Libro 4, Sección 29).] Esto también contradice directamente la teología de los testigos de Jehová. El Espíritu santifica a los que se arrepienten y creen, llevándolos a seguir la santidad.[13. Orígenes, De Principiis, Libro 1, Capítulo 3, Sección 6.] Esta es una distinción en su obra, no en su naturaleza.
¿Quién Mayor? ¿O Menor?
De esta forma, Orígenes con frecuencia se refiere al Padre como mayor que el Hijo, y a su vez, el Hijo, mayor que el Espíritu, pero esto tiene que ver con el ámbito de su trabajo y la amplitud de su autoridad es sus respectivos papeles sobre la creación. Orígenes no está diciendo que el Hijo o el Espíritu sean inferiores al Padre.
Desviación de la Doctrina de la Trinidad
Sin embargo, la doctrina de Orígenes sobre la Trinidad parece desviarse de la doctrina bíblica ortodoxa de la Trinidad en al menos, un sentido significativo. Orígenes cree y pone gran énfasis en la idea de que el Hijo y el Espíritu son dependientes del Padre como la verdadera fuente del ser de ellos. Está en la naturaleza misma del Padre engendrar y poseer Su Palabra y Su Espíritu personal, y ellos comparten plenamente Su substancia y esencia, pero hay algún sentido en el pensamiento de Orígenes que el Padre es la realidad central de la cual el Hijo y el Espíritu son derivados. Por ejemplo, él escribe:
Último Comentario de Orígenes en Este Artículo
- «No debe imaginarse que hay una clase de blasfemia, por decirlo así, en las palabras: ‘No hay nadie bueno sino uno solo, Dios Padre’, como si con ello pudiera suponerse que se niega que Cristo o el Espíritu Santo fueran buenos. Pero, como ya hemos dicho, debe entenderse que la bondad primordial reside en Dios Padre, de quien nace el Hijo y procede el Espíritu Santo, conservando en ellos, sin duda alguna, la naturaleza de esa bondad que está en la fuente de donde se derivan» (Orígenes, De Principiis, Libro 1, Capítulo 2, Sección 13).
A pesar de esta única conjetura que se desvía de todos los cristianos trinitarios antes de Orígenes, sigue afirmando los principios básicos de un Dios que ha existido eternamente en tres personas eternas. Como tal, su testimonio está más a favor del cristianismo bíblico clásico que las especulaciones de los TdJ.