¿A Quién le Oró Jesús?¿A Quién le Oró Jesús?

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Desafortunadamente están aquellos que critican la fiabilidad e inspiración de la Biblia y junto con el criticismo de ellos acusan a aquellos que creen en la infalibilidad de la Escritura como personas virtualmente idólatras de venerar la Biblia más que el mismo mensaje y aún más que el mismo Jesús. Tal clase de acusación es ridícula. Sostener que los documentos originales de la Biblia no tienen errores y defender esta posición no significa que estamos adorándola o inclinándonos delante de ésta como idolatras. Una vez más, la acusación de que somos idolatras es un ataque ridículo e infundado por aquellos que buscan arruinar la autoridad de la Palabra de Dios.

Hay muchos que adoran a Dios y que también tienen un gran respeto y reverencia por Su Palabra escrita; pero no hay nada malo con defender y honrar la Palabra de Dios de esta forma. Y esto no significa que estamos adorando la Biblia o con ser idolatras.

Reverencia

La idea de mostrar reverencia a otras cosas diferentes a Dios es bíblica. De hecho, se nos ordena en la Palabra a ser reverentes en lo siguiente:

  • A los padres
    • «Cada uno de vosotros ha de reverenciar a su madre y a su padre. Y guardaréis mis días de reposo; yo soy el Señor vuestro Dios» (Levítico 19:3).
  • Al santuario de Dios
    • «Mis días de reposo guardaréis y tendréis mi santuario en reverencia; yo soy el Señor» (Levítico 19:30)
    • «Guardaréis mis días de reposo, y tendréis en reverencia mi santuario; yo soy el Señor» (Levítico 26:2)
  • A Moisés y a Josué
    • «Aquel día el Señor engrandeció a Josué ante los ojos de todo Israel; y le temieron, tal como habían temido a Moisés todos los días de su vida» (Josué 4:14).
  • Al nombre de Dios
    • «Te ruego, oh Señor, que tu oído esté atento ahora a la oración de tu siervo y a la oración de tus siervos que se deleitan en reverenciar tu nombre; haz prosperar hoy a tu siervo, y concédele favor delante de este hombre» (Nehemías 1:11).

Si Dios les ordena a las personas mostrar reverencia a los días de descanso, a Su santuario, etc., ¿está Dios apoyando la idolatría? ¡En ningún momento!

Idolatría

Aquellos que sostienen la inefabilidad de la Biblia y la defienden, ¿están promoviendo una forma de idolatría? De ninguna manera. Simplemente, estamos defendiendo la verdad de que Dios inspiró Su Palabra escrita y que ésta Palabra en los originales no tiene errores. Es contra este reclamo equivocado que algunas veces nos acusan de ser idolatras. Considere por favor, algunas citas de algunos ataques equivocados por parte de aquellos que defienden que la Biblia está equivocada:

  • «Cualquiera que afirma que la Biblia es infalible está colocando una imagen tallada
    (impresa) igualándola con Dios y está al borde de caer en la idolatría».
  • «¿Por qué entonce es esto una distinción importante? Porque la infalibilidad desenfoca el mensaje de Dios y lo coloca sobre el mismo texto, haciendo del texto el enfoque del creyente y no el mensaje. Y en esto se crea una forma de idolatría en la cual usted está participando, venerando y exaltando el libro como si éste fuera el enfoque del creyente más no el mensaje».

La idolatría, básicamente es la adoración de ídolos, y / o una admiración excesiva y / o devoción a un objeto, persona o falso dios. Aquellos que acusan a los que defienden la posición de que la Biblia es infalible y considerarlos idolatras los están acusando de adorar y / o mostrar una devoción y admiración excesiva a la Biblia.

Cada persona es diferente, y la forma cómo las personas consideran la Biblia es decisión de ellos. Sin embargo, la Palabra de Dios tiene que ser reverenciada. Tiene que ser elevada a un lugar de honor en la vida de cada cristiano. Pero esto no significa que la Biblia es un libro que hay que colocar en un altar delante del cual nos arrodillamos y al que le oramos; ni tampoco significa que tenemos que hacer sacrificios por la Biblia o que le pidamos algún favor, como por ejemplo tenerla abierta en un lugar particular de nuestra casa pensando que nos va a proteger de algún mal o peligro. Ningún cristiano verdadero oraría así: «Oh Biblia, por favor, ayúdame a combatir a los locos». Más bien, la Biblia debe ser considerada en forma apropiada con honor y reverencia ya que ésta es la santa e infalible Palabra de Dios. Una vez más y con relación a la acusación de idolatría, la Biblia misma tiene ciertas advertencias duras para aquellos que practican la idolatría:

  • «Sino que en efecto os escribí que no anduvierais en compañía de ninguno que, llamándose hermano, es una persona inmoral, o avaro, o idólatra, o difamador, o borracho, o estafador; con ese, ni siquiera comáis» (1ª Corintios 5:11).
  • «¿O no sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os dejéis engañar: ni los inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los homosexuales» (1ª Corintios 6:9).
  • «Pero los cobardes, incrédulos, abominables, asesinos, inmorales, hechiceros, idólatras y todos los mentirosos tendrán su herencia en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda» (Apocalipsis 21:8).

Parece ser que aquellos que acusan de idolatría a los defensores de la infalibilidad de la Biblia se están igualando con la inmoralidad, con los codiciosos, los adúlteros, borrachos, estafadores, fornicarios, homosexuales, asesinos, hechiceros y mentirosos; todos aquellos que entrarán en el lago de fuego, ya que este es un ataque ultrajante e injustificable.

Conclusión

Aquellos que atacan la infalibilidad de Biblia subestiman la autoridad y credibilidad de la Palabra de Dios diciendo que esencialmente, el mismo acto de inspiración de Dios tiene errores. Debemos preguntarnos, ¿cómo puede la Palabra de Dios ser creída a la luz de tal clase de acusación?

Ellos atacan directamente el mismo corazón de la verdad de la Palabra de Dios. ¿Quién fue aquel que por primera vez atacó esta Palabra?

«Y la serpiente era más astuta que cualquiera de los animales del campo que el Señor Dios había hecho. Y dijo a la mujer: ¿Conque Dios os ha dicho: No comeréis de ningún árbol del huerto?» (Génesis 3:1).

Por Matt Slick

Presidente y Fundador del Ministerio de Apologética e Investigación Cristiana. Matt obtuvo su Licenciatura en Ciencias Sociales en la Universidad Concordia, en Irvine, California en 1988. Obtuvo su Maestría en Divinidades en el Seminario Teológico de Westminster en Escondido, California en 1991.

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