Visite También Nuestra Sección, A la Iglesia Cristiana, Preguntas
Regresar a, «Respuestas a Preguntas Acerca de la Iglesia»
NOTA: A menos que se diga lo contrario, las citas son tomadas de la Nueva Biblia de las Américas — NBLA.
Abreviaturas: VP: Viejo Pacto o Antiguo Testamento. NP: Nuevo Pacto o Nuevo Testamento. NTV: Nueva Traducción Viviente. TLA: Traducción en lenguaje actual. TdJ: Testigos de Jehová.
Título Original: ¿Por qué es Importante Entender la Historia de la Iglesia?
Por, Alex Carmichael
24 de enero de 2012
Una Breve Apología: Comprendiendo la Historia de la Iglesia
Es importante conocer y aprender de la historia de la iglesia ya que siempre surgirán viejas herejías que parecerán nuevas enseñanzas. Debemos estar siempre en guardia contra tales cosas. Un ejemplo de ello, de por qué esto es importante, es que la teología herética del culto no cristiano de los testigos de Jehová hubiera podido ser eliminada si la iglesia se hubiera levantado contra esta.
Una de la razones por las que la teología de los testigos de Jehová es una herejía, es que el Jesús de ellos es bastante diferente del Jesús revelado en las Escrituras. Este Jesús no es Dios encarnado, sino el primer ser creado de Jehová. De acuerdo a los TdJ, y antes de venir a la tierra, Jesús era conocido como el «arcángel Miguel». Según esta teología, el Jesús revelado en las Escrituras no es un ser eterno.
El Arrianismo Resurge por los Testigos de Jehová
Que Jesús fue creado (y por lo tanto, no es eterno), es una herejía y esa creencia los ha llevado a cometer más errores teológicos. Este falso punto de vista de quién es Cristo, proviene de una herejía conocida como el arrianismo, la cual es atribuida a Arrio (250-336). Esta trata con la cristología (el estudio exacto de quién es Jesús).[1. El arrianismo no debe confundirse con el «arianismo», que fue la base de la ideología racial nazi. Ambos no tienen nada que ver.] Arrio también enseñó que la relación de las personas de la Trinidad (Padre, Hijo, y Espíritu Santo) era desigual, y que la naturaleza exacta del Hijo de Dios es la de un ser subordinado a Dios el Padre.
Falta de Entendimiento de Juan 14:28
Este concepto arriano «de que Jesús no existió siempre, sino que fue creado por Dios Padre— y por tanto distinto del y menor que Dios Padre, procedía de una comprensión incorrecta e incompleta de Juan 14:28: «Ustedes me oyeron decir que me voy, pero regresaré por ustedes. Y si en verdad me amaran, deberían estar alegres de esto, porque voy a regresar a donde está mi Padre, y él es mayor que yo» (TLA).
El Conflicto Entre el Arrianismo y las Creencias Bíblicas
Este, fue la primera gran confrontación doctrinal de la Iglesia. La enseñanza de Arrio de que Dios Hijo no existió eternamente, que Jesús fue un ser divino creado por (y por tanto inferior a) Dios Padre, significa que hubo un tiempo en el que Jesús no existió. Arrio y sus seguidores («arrianos») creían que Jesús era una «criatura», en el sentido de un «ser creado». Esto, por supuesto, está en contradicción directa con Juan 1:1-3 (una sección titulada «Prólogo: Cristo, la Palabra Eterna»):
El Logos
- «En principio° era° el Logos,° y el Logos estaba ante° Dios, y Dios era el Logos. 2 Este estaba en principio ante Dios.° 3 Todo existió por Él,° y sin Él, nada de cuanto existe existió.°
- Footnotes:
- ° 1.1 principio. Gr. en arjé. La expresión es adverbial y no lleva artículo. ° 1.1 era. El imperfecto indica que ya existía. ° 1.1 Logos → § 70. 1.1 ante Dios → § 69.1.2 → § 149. Esta declaración define la persona distintiva del Hijo, sin perjuicio de su esencia igualitaria con el Padre →14.9; Col.1.15; 2 Co.4.6.1.3 por Él → § 71. 1.3-4 Se sigue puntuación del NTG (Biblia Textual IV Edición).
- Footnotes:
I Concilio de Nicea
A causa de esta enseñanza herética, Arrio fue considerado hereje por el I Concilio de Nicea en 325. Su principal oponente en el debate de este concilio eclesiástico fue Atanasio (296-373). Una vez que esta herejía fue confrontada por hombres de fe como Atanasio, fue derrotada en una generación y no volvió a surgir durante muchos siglos. Hasta la Reforma, Atanasio es probablemente el hombre a quien debemos principalmente la preservación de la fe bíblica.
La Controversia Agustiniana / Pelagiana Sobre el Libre Albedrío
Pelagio (354-440)
Enseñó que Adán no fue creado ni bueno ni malo, sino que fue creado neutral. Creía que tanto si Adán pecaba como si no, seguía siendo mortal y un día moriría, independientemente de si pecaba o no. También enseñaba que Adán solo se hizo daño a sí mismo cuando cayó, y que todos sus descendientes no se vieron afectados por su pecado. Negaba que por el pecado de Adán, la muerte entrara en el mundo, lo que es contrario a las Escrituras.
Romanos 5:12:
- «Por tanto, tal como el pecado entró en el mundo por medio de un hombre, y por medio del pecado la muerte, así también la muerte se extendió a todos los hombres, porque todos pecaron» (Énfasis añadido).
También llegó a afirmar que todo el mundo nace en las mismas condiciones que Adán antes de la Caída, es decir, que las personas nacen sin pecado y con las mismas capacidades morales que Adán cuando fue creado por Dios. Por tanto, no creía en el pecado original, en que el hombre hereda la naturaleza pecaminosa de Adán.
Puesto que su conclusión era que el hombre nace sin pecado, Pelagio dedujo que el hombre no necesita pecar. De hecho, creía que era posible para el hombre no pecar, incluso sin la ayuda de Dios. Su razonamiento era que debido a que Dios les ordena a los hombres no pecar, son capaces de no pecar. Pero este es un punto de vista equivocado de las Escrituras. El problema de Pelagio fue un error de exégesis y exposición, en el sentido de que no tuvo en cuenta todo lo que la Escritura dice al respecto.
Enseñanza Herética
Debido a esto, el pelagianismo es una enseñanza herética, así como también tiene un punto de vista erróneo de la naturaleza del hombre. Falla en entender esta naturaleza y su debilidad. En el sistema pelagiano, las doctrinas bíblicas del pecado original y la depravación del hombre, desaparecen totalmente, debido a que afirma que el hombre pecador es capaz, en cualquier momento, de escoger simplemente lo bueno al ejercer su libre albedrío. En este sistema, el hombre no necesita de la gracia de Dios que lo capacite en su voluntad para hacer el bien, debido a que su naturaleza es neutral, y es por sí mismo, capaz de escoger entre lo bueno y lo malo. Pero por nuestra misma naturaleza, somos pecadores. De hecho, fuimos afectados por la caída, contrario a lo que Pelagio enseñó.
Las Enseñanzas de Agustín (354-430)
Creía en la doctrina del pecado original y enseñó mucho y contrario a lo que Pelagio enseñó. Agustín enseñó que Adán no fue creado neutral, sino piadoso y con una relación con Dios. Y antes de su caída tenía un libre albedrío verdadero. También enseñó que otro resultado de la Caída era que ahora todos morirían físicamente (Romanos 5:12). Antes de la Caída, el hombre no podía morir porque el pecados y sus consecuencias no existían en el mundo. De modo que Adán no sólo trajo sobre sí la muerte espiritual, sino también la física.
Además, a causa de la Caída, la voluntad del hombre está ahora esclavizada al pecado: «Antes, ustedes eran esclavos del pecado. Pero gracias a Dios que obedecieron de todo corazón la enseñanza que se les dio». (Romanos 6:17). Por lo tanto no podemos elegir el bien porque va contra nuestra naturaleza. Por eso la Escritura dice que incluso lo mejor que hacemos es como trapos de inmundicia.
Isaías 64:6a:
- «Estamos todos infectados por el pecado y somos impuros. Cuando mostramos nuestros actos de justicia, no son más que trapos sucios …».
El Hombre NO Puede Salvarse a sí Mismo
Debido a esta esclavitud al pecado y a la incapacidad resultante de salvarnos a nosotros mismos, debe haber un acto divino de gracia por parte de Dios para que una persona se salve. Ningún hombre vendría a Cristo para salvarse por su propia voluntad, porque hacerlo iría en contra de su naturaleza. Dios debe cambiar la naturaleza del hombre caído antes de que pueda arrepentirse y creer en el Evangelio. La fe no está naturalmente dentro de nadie; debe ser dotada a una persona por Dios: «Dios los salvó por su gracia cuando creyeron. Ustedes no tienen ningún mérito en eso; es un regalo de Dios» (Efesios 2:8). Este acto de Dios, en el que Él cambia el corazón de las personas, es del que habló Cristo a Nicodemo en Juan 3:1-3, en una sección titulada «El Nuevo Nacimiento»:
Juan 3:1-3:
- «Había un hombre de los fariseos, llamado Nicodemo, prominente entre los judíos. 2 Este vino a Jesús de noche y le dijo: ‘Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro, porque nadie puede hacer las señales que Tú haces si Dios no está con él’. 3 Jesús le contestó: ‘En verdad te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios’».
El «que no nace de nuevo»
Esta idea no es una moda o un nuevo pensamiento religioso. Es algo que está en la Palabra de Dios. Una persona debe ser resucitada (estar viva) espiritualmente por la obra de Dios si ha de ver la verdad; no hay otra forma. Sin esta obra, nadie sería salvo, porque nadie buscaría de Dios por su propia voluntad natural, ya que esto iría totalmente en contra de su naturaleza humana: «NO HAY QUIEN ENTIENDA, NO HAY QUIEN BUSQUE A DIOS» (Romanos 3:11). Para poder buscar de Dios, la naturaleza de una persona tiene que ser cambiada; y esta, será cambiada solamente por Dios.
Contrario a Pelagio, Agustín continúa diciendo que el pecado de Adán no solo lo afecto a él, sino a toda la humanidad. La culpa y corrupción de Adán, fueron imputadas a todos los seres humanos después de él. Esto lo vemos en el Salmo 51:5, donde David escribe: «Pues soy pecador de nacimiento, así es, desde el momento en que me concibió mi madre» (NTV). David era culpable de pecado, incluso al momento de su concepción. Y esto se debe a que todos los seres humanos han caído con Adán. Heredamos su naturaleza y su pecado le es imputado a todos.
Jerónimo Contemporáneo de Agustín
Según él, Agustín «estableció de nuevo la antigua Fe». Creía que la gracia de Cristo era indispensable para la verdadera libertad humana. Además, enmarcó los conceptos de pecado original y guerra justa. Aunque la teología reformada surgió de la Reforma, y en particular de la enseñanza teológica de Juan Calvino (1509-1564), sus raíces van hasta Agustín, siendo este, su legado.
El Legado de Pelagio
Este legado fue muy diferente. El Concilio de Cartago (418), tomó acción respecto a los errores de Celestino, discípulo de Pelagio, y denunció las doctrinas pelagianas sobre la naturaleza humana, el pecado original, la gracia y la perfectibilidad. También aprobó plenamente puntos de vista de Agustín. La Iglesia también se pronunció contra Pelagio en el Concilio de Cartago, donde fue condenado como hereje y el pelagianismo condenado como herejía. Sin embargo, esta herejía todavía se encuentra en la Iglesia de hoy, en la forma de Semipelagianismo.
¿Qué es el Semipelagianismo?
Es una forma menor de pelagianismo. Aunque el semipelagianismo niega las doctrinas bíblicas de la predestinación y elección, no niega el pecado original y sus efectos en la voluntad del corazón, mente y cuerpo humanos. Pero sí enseña que Dios y el hombre cooperan para obtener la salvación del hombre. Esta cooperación no es por el esfuerzo humano, como en el cumplimiento de la ley: Más bien, en la capacidad de una persona no regenerada de hacer una elección en su libre albedrío de escoger a Dios, sin que Dios cambie, primeramente, su corazón.
Enseñanzas del Semipelagianismo
El hombre puede dar el primer paso hacia Dios, buscándolo por su propia voluntad —lo cual va en contra de Juan 6:44: «Nadie puede venir a Mí si no lo trae el Padre que me envió, y Yo lo resucitaré en el día final». Además, Juan 6:65 dice: «También les dijo que nadie podía ser su seguidor si Dios su Padre no se lo permitía»; y que el hombre puede cooperar con la gracia de Dios incluso mantenimiento su fe mediante el esfuerzo humano. Esto significaría que Dios responde al esfuerzo inicial de una persona, y que Su gracia no es absolutamente necesaria para mantener la fe —que es lo contrario de la opinión reformada de que Dios guarda a Su pueblo.
El Concilio de Orange (529)
El semipelagianismo fue condenado en este Concilio.
En resumen del debate pelagiano / agustiniano:
- Pelagianismo: el hombre nace bien, y solo necesita un maestro para orientarse.
- Semipelagianismo: el hombre nace enfermo, y necesita cooperar con un médico.
- Agustinianismo: el hombre nace muerto, y necesita un Salvador para resucitar.
La Reforma: Erasmo contra Lutero
Las nociones tan extendidas hoy en día sobre la libertad de la voluntad del hombre no se encuentran en la Palabra de Dios. Agustín estaba en lo cierto en su convicción de que la voluntad del hombre no era libre, sino que estaba atada al pecado. De igual manera, Martín Lutero (1483-1546) defendió esta creencia. Dios no salva a nadie porque se haya hecho «nacer de nuevo» (el griego es «nacido de lo alto / de arriba»), o que Él vea que ha trabajado la fe en sí mismo. Dios no está motivado para salvar a los pecadores basado en algo que vea en ellos, incluyendo la fe porque finalmente, es Dios quien da la fe a aquellos que son salvados.
La Salvación es Solo de Dios
La salvación comienza y termina con Dios. No comienza ni termina con el hombre. Todo es Su obra: «puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo puesto delante de Él soportó la cruz, despreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios» (Hebreos 12:2).
Desiderio Erasmo (1466-1536)
Escribió «Discusión Acerca del Libro Albedrío» (On Free Will) en 1524 como un ataque a los escritos de Lutero. Erasmo escribió su obra para la Iglesia católica, que había visto cómo las enseñanzas de Lutero ganaban adeptos entre el pueblo y quería derrotarlo. En respuesta, Lutero publicó en 1525 «La esclavitud de la voluntad» (The Bondage of the Will). La cuestión era si los seres humanos, tras la Caída, son libres de elegir el bien o el mal. El debate entre Lutero y Erasmo es uno de los más tempranos de la Reforma sobre la cuestión del libre albedrío y la predestinación.
Erasmo sostenía la posición semipelagiana, mientras que Lutero sostenía la agustiniana (y bíblica) sobre el estado de la voluntad del hombre. La obra de Lutero es uno de los documentos más importantes, ya que trazó una línea divisoria entre la fe bíblica y la Iglesia católica.
El Argumento de Erasmo
Él afirmaba que todos los seres humanos poseían libre albedrío y que la doctrina de la predestinación no estaba de acuerdo con las enseñanzas contenidas en la Biblia (aunque está en la Biblia). Argumentaba en contra de la creencia de que el conocimiento anticipado de los acontecimientos por parte de Dios era la causa de los mismos. Sostuvo que las doctrinas del arrepentimiento, el bautismo y la conversión dependían de la existencia del libre albedrío. Asimismo, sostuvo que la gracia simplemente ayudaba a los seres humanos a venir al conocimiento de Dios apoyándolos mientras utilizaban su libre albedrío para elegir entre el bien y el mal, elecciones que podían conducir a la fe salvadora en Cristo.
La Respuesta de Lutero
Lutero sostenía que el pecado incapacita a los seres humanos para obrar su propia salvación y que son, completamente incapaces de acercarse a Dios:
- «Como está escrito: ‘NO HAY JUSTO, NI AUN UNO; 11 NO HAY QUIEN ENTIENDA, NO HAY QUIEN BUSQUE A DIOS. 12 TODOS SE HAN DESVIADO, A UNA SE HICIERON INÚTILES; NO HAY QUIEN HAGA LO BUENO, NO HAY NI SIQUIERA UNO» (Romanos 3:10-12).
Como tal, no existe un libre albedrío verdadero o completamente libre para el hombre no regenerado, debido a que la voluntad que tengamos está abrumada por la influencia del pecado. En el centro de su análisis están las creencias de Lutero, basadas en la Biblia, sobre el poder y la soberanía completa de Dios y la esclavitud del hombre natural al pecado.
Conclusión de Lutero
Él concluyó que los seres humanos no redimidos están dominados y son esclavos del pecado. Cuando Dios regenera a una persona, Él cambia a toda la persona, incluyendo la voluntad, la cual es entonces liberada para escoger a Dios. Nadie puede encontrar o lograr la salvación o la redención a través de sus propias escogencias. Es solo cuando Dios nos atrae a Él y nos cambia (regeneración) que somos capaces de escogerlo libremente a Él en nuestra nueva voluntad. Somos nuevas criaturas con corazones nuevos y somos capaces de escoger a Dios.
La Controversia Arminiana / Calvinista
Jacobo Arminio (1560-1609)
Pastor y profesor holandés, rechazó las enseñanzas de la Reforma y se pasó a un sistema de creencias semipelagiano. Esta herejía lo atrapó y, poco después de la muerte de Arminio, sus seguidores (llamados «Remonstrantes», de la palabra «remonstrate» que significa hacer una protesta enérgica de reproche; un reprobación, protestar es criticar o corregir / enmendar) sistematizaron lo que creían en cinco artículos llamados «Los Cinco Artículos de la Remonstrancia», y en 1618 se dirigieron a la Iglesia para desafiar sus creencias en el Concilio o Sínodo de Dort (Dordrecht). En 1619, el resultado fue un rechazo abrumador a estos cinco artículos. Los arminianos fueron expulsados de la Iglesia con más de trescientos ministros de la Iglesia holandesa.
Para contener la marea de cualquier otra protesta, el Sínodo de Dort elaboró su propia defensa de la fe bíblica, articulada como «Los cinco puntos del calvinismo» (que se hizo más conocida como «TULIP»), en honor a Juan Calvino (1509-1564).
El Canon de Dort
Son los cinco puntos teológicos formulados para responderle a los remonstrantes. El documento fue conocido como el Canon de Dort.
Puntos del Canon
- El hombre caído es totalmente incapaz de salvarse a sí mismo (Depravación Total)
- El propósito de la elección de Dios no estaba para nada, condicionado por el hombre (Elección incondicional)
- La muerte expiatoria de Cristo fue suficiente para salvar a todos los hombres, pero eficiente solamente para los elegidos (Expiación limitada)
- El don de la fe, dado soberanamente por el Espíritu Santo de Dios, no puede ser resistido por los elegidos (Gracia Irresistible)
- Aquellos que son regenerados y justificados perseverarán en la fe (Perseverancia o Preservación de los Santos).
Las Diferencias Fundamentales Entre el Calvinismo y el Arminianismo
Los arminianos creen que la razón por la que las personas se arrepienten y creen se debe a su libre albedrío natural. Los calvinistas creen que los seres humanos se arrepienten y creen porque Dios los regenera, librando la voluntad de ellos de la esclavitud del pecado:
Juan 8:34-36:
- «Jesús les respondió: ‘En verdad les digo que todo el que comete pecado es esclavo del pecado; 35 y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí permanece para siempre. 36 Así que, si el Hijo los hace libres, ustedes serán realmente libres’».
Los arminianos creen que las personas están afectadas por el pecado, pero que todavía tienen la capacidad para escoger ser salvos. Los calvinistas creen en la total depravación. Esta es la enseñanza de que una persona está totalmente tocada por el pecado en todas las áreas: corazón, mente y cuerpo. Esto no significa que las personas sean tan malvadas como puedan ser. Sin embargo, significa que debido a que toda la persona está contaminada por el pecado, el pecador es un esclavo del pecado y no puede escoger por su propia voluntad natural el ser salvo:
Isaías 64:6:
- «Aun nuestras mejores obras son como un trapo sucio; hemos caído como hojas secas, y nuestros pecados nos arrastran como el viento» (TLA).
Los arminianos creen que Dios mira hacia el futuro y ve quién creerá en Él y entonces elige a aquellos que Él prevé que tendrán fe. Los calvinistas creen en la elección incondicional, donde Dios desde la eternidad pasada escoge por Su propia voluntad quién se salvará.
Efesios 1:4-6:
- «Porque Dios nos escogió en Cristo antes de la fundación del mundo, para que fuéramos santos y sin mancha delante de Él. En amor 5 nos predestinó para adopción como hijos para sí mediante Jesucristo, conforme a la buena intención de Su voluntad, 6 para alabanza de la gloria de Su gracia que gratuitamente ha impartido sobre nosotros en el Amado».
Y,
Romanos 9:10-16:
- «Y no solo esto, sino que también Rebeca concibió mellizos de uno, nuestro padre Isaac. 11 Porque cuando aún los mellizos no habían nacido, y no habían hecho nada, ni bueno ni malo, para que el propósito de Dios conforme a Su elección permaneciera, no por las obras, sino por Aquel que llama, 12 se le dijo a Rebeca: ‘EL MAYOR SERVIRÁ AL MENOR’. 13 Tal como está escrito: «A JACOB AMÉ, PERO A ESAÚ ABORRECÍ.
Dios no es Injusto
- 14 ¿Qué diremos entonces? ¿Qué hay injusticia en Dios? ¡De ningún modo! 15 Porque Él dice a Moisés: ‘TENDRÉ MISERICORDIA DEL QUE YO TENGA MISERICORDIA Y TENDRÉ COMPASIÓN DEL QUE YO TENGA COMPASIÓN’. 16 Así que no depende del que quiere ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.
Los arminianos creen es una expiación ilimitada, lo que significa que Cristo murió por todas las personas; y aquellos que creen en Cristo, serán salvos. Los calvinistas creen en una expiación limitada o la que se describe mejor como una redención particular. Esto significa que la muerte de Cristo es particular o específica y que Él no murió por todos, ni Su sacrificio intentó hacerlo: «así también Cristo, habiendo sido ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos …» (Hebreos 9:28a).
Según los arminianos, la gracia de Dios no es eficaz y puede ser resistida con éxito. Los calvinistas creen en la gracia irresistible, que aquellos que son Suyos vendrán a la fe:
Juan 6:37, 44:
- «37 Todo lo que el Padre me da, vendrá a Mí; y al que viene a Mí, de ningún modo lo echaré fuera. 44 Nadie puede venir a Mí si no lo trae el Padre que me envió, y Yo lo resucitaré en el día final».
Los arminianos enseñan que los creyentes pueden perder su salvación. Los calvinistas creen en la perseverancia o preservación de los santos.
Juan 10:26-30:
- «Pero ustedes no creen porque no son de Mis ovejas. 27 Mis ovejas oyen Mi voz; Yo las conozco y me siguen. 28 Yo les doy vida eterna y jamás perecerán, y nadie las arrebatará de Mi mano. 29 Mi Padre que me las dio es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano del Padre. 30 Yo y el Padre somos uno».
Y,
Romanos 8:28-30:
- «Y sabemos que para los que aman a Dios, todas las cosas cooperan para bien, esto es, para los que son llamados conforme a Su propósito. 29 Porque a los que de antemano conoció, también los predestinó a ser hechos conforme a la imagen de Su Hijo, para que Él sea el primogénito entre muchos hermanos. 30 A los que predestinó, a esos también llamó. A los que llamó, a esos también justificó. A los que justificó, a esos también glorificó».
Todos los que son de Dios nunca se apartarán de la fe.
¿Herido o Muerto?
Históricamente, siempre que se convocaba un Concilio de la Iglesia, se convocaba para abordar una nueva enseñanza y decidir si era herejía o no. El Sínodo (o Tribunal) de Dort se reunió en 1618-1619 para debatir el desafío arminiano. La pregunta que nos ocupa: ¿Cómo llega el hombre caído a la salvación?
Los arminianos y calvinistas no están de acuerdo sobre el alcance de la Caída. Los arminianos decían que el hombre solo estaba herido por ella. Los calvinistas creían que esta corrompió al hombre en su totalidad —corazón, mente y cuerpo— y que los hombres en su estado natural no buscarán a Dios. Por lo tanto, la iniciativa para la salvación, debe venir de Dios, no del hombre, ya que un hombre muerto no puede hacer nada por sí mismo.
El Resultado del Sínodo
Como resultado se decidió a favor de la teoría del «Hombre Muerto», afirmando que el hombre, como es visto a lo largo de la Escritura, nace muerto en pecado y es esclavo de este. Sin la intervención y la gracia de Dios, el Hombre Caído permanecerá en ese estado. Ese es el claro testimonio de las Escrituras.
Sin embargo, y desafortunadamente, lo que una vez fue considerado como herejía (arminianismo) es ahora el punto de vista prevaleciente en la Iglesia de hoy.
La Iglesia de Hoy
La misma pregunta, «¿Herido o muerto?» puede hacerse sobre el estado de la Iglesia hoy. La herejía y las falsas enseñanzas se han infiltrado hasta tal punto que en muchos lugares ha quedado prácticamente muerta. Ejemplos de esto se encuentran en las muchas iglesias y denominaciones que ahora están ordenando ministros homosexuales y lesbianas, en lugares donde el matrimonio homosexual no solo se promueve, sino que se realiza, dándole la bendición a individuos, iglesias y denominaciones. Es la influencia de una teología liberal, centrada en el hombre, lo que está en el corazón de esta decadencia.
Todo se reduce a que la iglesia no está defendiendo las verdades de la Palabra de Dios mientras que la herejía y las falsas enseñanzas surgen con sus repugnantes cabezas. Al hacerlo, han permitido lenta pero firmemente a que entre el error no solo en la iglesia sino que también se gloríen en el mismo. Esto es lo que sucede cuando la «tolerancia» y no la verdad se vuelve el orden del día.
En el Pasado
Sin embargo, en el pasado, como se ha visto en diversos concilios históricos, la Iglesia se unía como cuerpo oficial denunciando estas herejías y falsas enseñanzas. Al hacerlo, estas posiciones fortalecían la Iglesia.
Pero en lugares como los Países Bajos hoy en día, donde la Iglesia holandesa una vez se mantuvo firme en su oposición contra el error, Klaas Hendrikse, «pastor» de la Iglesia Éxodo en Gorinchem (Gorcum o Gorkum), ha escrito un libro sobre su incredulidad llamado «Creer en un Dios No Existente» («Believing in a Non-Existent God«).
La iglesia de Hendrikse pertenece a la Iglesia Protestante de los Países Bajos (PKN). Predica a sus feligreses que aprovechen al máximo la vida aquí en la tierra, ya que no existe el más allá, y que el relato bíblico de la vida de Jesús debe considerarse una historia mitológica sobre un hombre que quizá nunca existió. Mientras lo dice desde el púlpito, su rebaño lo asimila aprobándolo.
Sin embargo, cuando se pidió su destitución, una asamblea especialmente convocada decidió que sus opiniones eran demasiado compartidas dentro de la denominación como para que se le señalara y destituyera. Así lo confirma un estudio de la Universidad Libre de Ámsterdam, según el cual uno de cada seis pastores de la PKN y de otras seis confesiones menores es agnóstico o ateo.
¡Cómo han Cambiado las Cosas!
Mientras que el Concilio de Dort se opuso en su día a estas cosas, ahora la Iglesia neerlandesa es incapaz de hacer nada al respecto.
Pero el testimonio de la Iglesia es el que se ha mantenido firme contra la herejía y las falsas enseñanzas. Así, cuando estos errores han intentado introducirse en el pensamiento cristiano dominante, la Iglesia ha respondido de diferentes maneras, y eso nos da esperanza. Por ejemplo, aunque la Iglesia no se unió como un cuerpo organizado para refutar las enseñanzas universalistas de Rob Bell, una amplia variedad de denominaciones, iglesias, organizaciones paraeclesiásticas y, sobre todo, cristianos individuales se levantaron contra su error.
Por eso, aunque las modalidades y medios con los que ahora se contrarresta la doctrina errónea son diferentes, hay esperanza en que el pueblo de Dios, iluminado y fortalecido por el Espíritu Santo, hará frente a la herejía y a la falsa enseñanza siempre que intente infiltrarse en la Iglesia. Como nos amonesta Jesús:
Mateo 7:15:
- «Cuídense de los falsos profetas, que vienen a ustedes con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces».
La Escritura nos advierte, y la historia lo confirma, que habrá falsos profetas y maestros en la Iglesia, que traerán herejías destructivas, y muchos seguirán sus caminos destructivos:
2ª Pedro 2:1-2:
- «Pero se levantaron falsos profetas entre el pueblo, así como habrá también falsos maestros entre ustedes, los cuales encubiertamente introducirán herejías destructoras, negando incluso al Señor que los compró, trayendo sobre sí una destrucción repentina. 2 Muchos seguirán su sensualidad, y por causa de ellos, el camino de la verdad será blasfemado».
¡Mantengámonos firmes contra ellos!
Notas Finales
Primera:
Sólo hay cuatro condiciones en las que el Hombre puede encontrarse. Antes de la Caída, el Hombre era «posse peccare, posse non peccare» (capaz de pecar, capaz de no pecar). Después de la Caída, el Hombre natural era «non posse non peccare» (incapaz de no pecar). La persona regenerada es «posse non peccare» (con la ayuda de Dios, capaz de no pecar). La persona en la gloria es «non posse peccare» (incapaz de pecar).
Segunda:
Cuando Adán y Eva comieron del Árbol, no le creyeron a Dios y murieron espiritualmente. Su naturaleza fue así corrompida por el pecado, y un día morirían también físicamente. Mientras que la naturaleza de Adán fue creada originalmente piadosa, ahora su naturaleza estaba corrompida. Ya no era verdaderamente libre.
Tercera:
Adán tenía verdadero libre albedrío antes de la Caída, «libertas Adami» («libertad de Adán»). Los creyentes de hoy tienen lo que se llama «libertas fidelium» («libertad de los fieles»). Esta es la libertad volitiva de los regenerados que han sido redimidos de la esclavitud del pecado, sin que los regenerados tengan que pecar (la regeneración es «re-generación» —un retorno a la condición pre-lapsaria [relativo a la condición antes de la Caída] de Adán).
Cuarta:
Sin embargo, seguimos pecando. Por lo tanto, somos «simul iustus et peccator» («simultáneamente justos y pecadores») mientras estamos en la tierra. Es el concepto bíblico de que una persona puede ser pecadora y aún así ser vista como justa por Dios. En esta tierra, debemos perseguir la santidad: «Busquen la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor» (Hebreos 12:14). Debemos buscar la justicia: «Huye, pues, de las pasiones juveniles y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que invocan al Señor con un corazón puro» (2ª Timoteo 2:22). Solo después de la muerte los cristianos tienen la inhabilidad de pecar.
Quinta:
Antes de la Caída, Adán era capaz de no pecar y de pecar. Después de la Caída, Adán fue incapaz de no pecar y capaz de pecar. Es lo mismo con el hombre natural hoy. Antes de la regeneración, somos como Adán después de la Caída. Después de la regeneración, los cristianos son como Adán antes de la Caída. Es decir, después de la regeneración, somos como el Adán pre-lapsariano, «possibilitas boni et male» («posibilidad de hacer el bien o el mal»), capacidad de pecar o no pecar. Este es el estado volitivo de Adán antes de la Caída, el estado volitivo de todos los cristianos. Los no regenerados, por otro lado, son «non posse non peccare», la incapacidad de no pecar, que es el estado post-lapsario de Adán, y la condición de todos los que no están regenerados.