Sí. Podemos creer en el testimonio de esos escritores. El hecho de ser parciales acerca de algo no significa que no se pueda decir la verdad. Tome por ejemplo el caso de un robo a un pequeño almacén. El ladrón dispara a dos empleados hiriéndolos, escapa, pero posteriormente es detenido. En el juicio, los empleados—los cuales se han recuperado de sus heridas—son traídos para que testifiquen. Aunque estos dos testigos son parciales, ellos quieren que la justicia castigue apropiadamente al delincuente. Pero bajo juramento, el testimonio de ellos es aceptado como perfectamente válido, probando que no existen problemas obvios entre los empleados y su testimonio. Por lo tanto, el hecho de ser parciales no significa automáticamente que el testimonio dado por ellos no sea verdadero.
De hecho, los escritores del Nuevo Testamento fueron parciales; y su parcialidad fue encaminada por la honestidad y la verdad, nunca en engaño. La intención de ellos era registrar con precisión y testificar con relación a los eventos que habían visto u oído. Recuerde: los discípulos eran seguidores de Jesús, el cual les enseñó a ellos acerca del amor, a ser afectuosos, fieles y honestos. Y no solamente fue esto. Jesús también les advirtió en contra de la hipocresía (Mateo 6:1: “Guardaos de hacer vuestra justicia delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tendréis recompensa de vuestro Padre que está en los cielos”), y contra el levantar falso testimonio (Mateo 19:18: “Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio”). Toda la vida de Jesús se basó en la integridad, el carácter, la fidelidad, la confiabilidad, el amor y el sacrificio. Esto fue lo que los discípulos aprendieron de Jesús y esto fue lo que ellos enseñaron en sus escritos. Así, que si ellos aprendieron algo de Jesús fue el vivir en la verdad; por esta razón Jesús dijo: “Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. 18 Como tú me enviaste al mundo, así yo los he enviado al mundo. 19 Y por ellos yo me santifico a mí mismo, para que también ellos sean santificados en la verdad.” (Juan 17:17-19. Énfasis añadido).
Aún más, el hecho es que ellos estuvieron rodeados de muchas personas, las cuales hubieran negado lo que los apóstoles habían escrito, si lo que habían escrito era inadecuado o equivocado. Sin embargo, no encontramos ninguna evidencia en los escritos de la época de que tal cosa hubiera sucedido. Sí. Los discípulos fueron parciales. ¿Pero a qué? ¿A la mentira? ¿A la exageración? ¿O fueron ellos parciales hacia la verdad de quién era Jesús y lo que había hecho? Claro está, sólo porque los testigos escribieron acerca de que Jesús se levantó de los muertos, esto no significa que sea verdad. Pero esto, es verdad: ¿Por qué habrían de mentir los discípulos acerca de esto? ¿Por qué iban a arriesgar la vida de ellos, las de sus familias, sus lazos culturales y aún hasta morir por esto si ellos sabían que todo era una mentira llevada a cabo por su “parcialidad”? Esto no tendría ningún sentido. Pero lo que sí tiene sentido es que los discípulos estaban diciendo la verdad.