Por, Roberto Isaac
Es bien sabido que los precursores más importantes de la teología arriana, su paradoja sobre «Cristo-criatura» (es decir, que Jesús, el Hijo de Dios es un ser creado y no eterno) fue Arrio (cerca del siglo III d. C), dando lugar a controversias dentro y fuera de la iglesia cristiana. Y aunque dicha herejía fue eficazmente refutada por los apologistas cristianos de la época (entre ellos Atanasio de Alejandría que luchó arduamente contra la herejía arriana), muchas de sus ideas aún prevalecen en grupos religiosos contemporáneos, como los autodenominados «testigos de Jehová», quienes están adiestrados a replicar mecánicamente sobre textos claves que hablan de la deidad de Cristo en toda la Biblia y en su lugar esgrimen un par de versículos bíblicos fuera de contexto para «probar» su doctrina, que como ya he señalado no es nada nueva pues parte de las ideas arrianas.
Consecuencias Catastróficas de la Teología Arriana, su Paradoja Sobre Cristo-criatura
Ahora bien, los testigos de Jehová no se ponen a considerar las consecuencias catastróficas de lo que les conduce lógica y teológicamente su doctrina de Cristo-criatura, a saber, la posible MUTABILIDAD del Logos de Dios en cuanto a que, de acuerdo con la teología arriana, es una CRIATURA. Y es que es propio de las criaturas la posibilidad de REBELARSE y CORROMPERSE, tal como sucedió con Satanás, el diablo. Esta criatura hecha en perfección, pero dada su naturaleza mudable (cambiante), optó por rebelarse y corromperse contra Dios.
Luego, el pensamiento y teología de los arrianos les conduce a creer y aceptar la posibilidad de que Cristo, como una criatura sea también sujeto a la misma mutabilidad y corrupción como TODA criatura.
La Gran Paradoja
Pero esto sería una GRAN PARADOJA y este es el punto central de mi exposición pues la Biblia enseña que Cristo es la Sabiduría de Dios (Proverbios 8; 1ª Corintios 1:24), es llamado el Autor de la vida, la vida y/o la vida eterna (Juan 14:6, Hechos 3:15, 1ª Juan 1:1-3). Es también, la Palabra de Dios (Juan 1:1; Apocalipsis 19:13), el que sustenta todo con la palabra de su poder (Hebreos 1:3). Nuestro Redentor en quien debemos poner nuestra fe (Rom. 3:22-24), entre muchas otras prerrogativas que se le atribuyen al Hijo de Dios.
Consecuencias Teológicas Finales
Pero si Cristo es una «criatura» susceptible a la mutabilidad y corrupción entonces quiere decir que también la sabiduría y palabra de Dios lo son. Significaría que la vida eterna que está en el Hijo puede «dejar de ser» algún día. Además, indicaría que estamos poniendo nuestra fe no en quien es ETERNO E INMUTABLE sino en una criatura que mañana se puede revelar contra Dios tal como Satanás lo hizo. En este caso, nuestro Salvador y Redentor podría ser en un futuro un «ángel caído» (los testigos de Jehová consideran a Cristo una criatura angelical), y que también el universo, que es sustentado por el Hijo puede colapsar de un momento a otro. Esas son pues algunas de las consecuencias teológicas que insoslayablemente conlleva la doctrina arriana y que los testigos de Jehová nunca razonan.
¿Quién Podría ser la Sabiduría y Palabra de Dios?
Solo alguien que es inmutable y eterno podría ser la Sabiduría y Palabra de Dios, alguien capaz de ser llamado el Autor de la vida, la vida o la vida eterna, quien sustenta el universo con la Palabra de su Poder y nuestro Redentor y en quien podemos confiadamente poner nuestra fe sabiendo que no existe posibilidad de mudanza o corrupción, alguien que POR NATURALEZA solo puede ser DIOS.
Lo que Asegura la Biblia
- «Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza ni sombra de variación» (Santiago 1:17 – Reina Valera 60).
Afortunadamente la Biblia asegura que Cristo pertenece a esta categoría Divina, siendo también inmutable como el Padre lo cual no es propio de ninguna criatura:
- Jesucristo es el mismo ayer, hoy y por los siglos (Hebreos 13:8 – Reina Valera 60).
También dice: «Tú, Señor, en el principio fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos. Ellos perecerán, mas tú permaneces. Todos ellos se envejecerán como una vestidura; como un vestido los envolverás, y serán mudados. Pero tú eres el mismo, y tus años no acabarán» (Hebreos 1:10-12).
Conclusión de «Teología Arriana: Su Paradoja Sobre Cristo-criatura»
Amigo arriano/testigo de Jehová: La próxima vez que afirmes que Cristo es criatura, considera la paradoja de lo que dicha doctrina conlleva por delante.
¡Bendiciones!