¿Pueden los Elegidos Apostatar?¿Pueden los Elegidos Apostatar?

Por, Roberto Isaac

Acerca de la pregunta, «¿Pueden los elegidos apostatar?», mi respuesta es: «Los elegidos para SALVACIÓN no pueden apostatar».

A continuación, paso a respaldar bíblicamente mi respuesta:

El Contexto de Efesios 1:13

En este contexto, leamos Efesios 1:4-6:

  • «según NOS ESCOGIÓ EN ÉL ANTES DE LA FUNDACIÓN DEL MUNDO, para que fuéramos santos y sin mancha delante de Él. EN AMOR 5 NOS PREDESTINÓ PARA ADOPCIÓN COMO HIJOS PARA SÍ mediante Jesucristo, conforme al beneplácito de su voluntad, 6 para alabanza de la gloria de su gracia que gratuitamente ha impartido sobre nosotros en el Amado» (Énfasis añadido).

Noten en este pasaje se habla específicamente de una ELECCIÓN para salvación, pues dice San Pablo que, «(Dios) nos escogió … para adopción como hijos para sí …» y es, en este mismo contexto que en los versículos 13-14 dicen:

«En Él también vosotros, después de escuchar el mensaje de la verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído, fuisteis sellados en Él con el Espíritu Santo de la promesa, 14 que nos es dado como garantía de nuestra herencia, con miras a la redención de la posesión adquirida de Dios, para alabanza de su gloria».

El Término «arras» en la Antigüedad

Para los que están familiarizados con el término «arras», este, se usaba antiguamente para señalar un pago anticipado por algo. Normalmente se usaba en tratos comerciales. Entonces, las «arras» (del gr. arrabōn) era la garantía de que quien daba dicho anticipo se obligaba a efectuar dicho trato. El comentarista y exégeta William Hendriksen explica lo siguiente sobre el uso de este término.

Comentario del Exégeta William Hendriksen

El comentarista y exégeta William Hendriksen explica lo siguiente sobre el uso de este término:

  • «En el Nuevo Testamento la palabra ocurre también en 2 Co. 1:22; 5:5, pasajes que nos enseñan que cuando Dios deposita su Espíritu en los corazones de sus hijos se obliga a sí mismo a otorgar a ellos más adelante el total restante de todas las bendiciones de la salvación merecidas a su favor por la sangre de Cristo. La prenda anticipada es, por tanto, una seguridad o garantía de la gloria que ha de venir, gloria que se hará presente no solamente cuando el alma sea separada del cuerpo sino principalmente en la gran consumación de todas las cosas, en el instante que Cristo regrese.[1. William Hendriksen, Comentario al Nuevo Testamento.]

¿Qué Dice San Juan de los que son «nacidos de Dios»?

San Juan afirma la imposibilidad de perdición diciendo:

«Ninguno que es NACIDO DE DIOS practica el pecado, porque LA SIMIENTE DE DIOS PERMANECE EN ÉL; Y NO PUEDE PECAR, PORQUE ES NACIDO DE DIOS» (Énfasis añadido).

Aquí, San Juan usa el término «pecar» no en el sentido de cometer alguna falta, más bien en su sentido de «ERRAR AL BLANCO», de extraviarse de la verdad, y la razón es simple: La simiente de Dios permanece en el que ha sido hecho nueva creación en Cristo.

Reitero entonces. El que ha sido elegido para salvación NO PUEDE APOSTATAR pues Dios lo ha sellado con Su Santo Espíritu. Y este, fue dado como GARANTÍA anticipada de la redención, y la simiente del Eterno está sobre él, guardándolo así, de extravío.

¿Y qué hay de la Apostasía?

Bien, sobre el tema de la Apostasía, esta, es algo INNEGABLE. Ocurrió en el tiempo de los Apóstoles, después de la muerte de éstos y ocurre actualmente. Por lo tanto, esto es algo que al menos para mí no está en discusión. La pregunta se sostiene, «¿Pueden los elegidos apostatar?»

Ahora aquí, el punto medular está en definir qué es la apostasía. Pues podemos decir de manera sencilla que la apostasía es renegar de la verdad. Renunciar voluntariamente a la verdadera fe. Negar a Cristo. Ahora, yo sostengo que una persona puede verdaderamente APOSTATAR de la fe genuina sin que ello implique necesariamente que haya sido SELLADO CON EL ESPÍRITU SANTO y NACIDO DE DIOS.

¿Cómo lo Explica San Juan?

San Juan, lo explica así en el siguiente pasaje bíblico:

  • «Hijitos, es la última hora, y así como oísteis que el anticristo viene, también ahora han surgido MUCHOS ANTICRISTOS; por eso sabemos que es la última hora. 19 SALIERON DE NOSOTROS, PERO EN REALIDAD NO ERAN DE NOSOTROS, porque SI HUBIERAN SIDO DE NOSOTROS, HABRÍAN PERMANECIDO con nosotros; pero salieron, a fin de que se manifestara que NO TODOS SON DE NOSOTROS. 20 Pero VOSOTROS TENÉIS UNCIÓN DEL SANTO, y todos vosotros lo sabéis» (Énfasis añadido).

¿Eran Estos Apostatas, Verdaderos Ungidos Nacidos de Dios?

¡De ninguna manera!

Noten por favor que el Apóstol afirma que hay muchos anticristos que salieron de entre los discípulos de Cristo pero que ahora reniegan al Señor. Literalmente, se oponen a Cristo ahora. Por eso, San Juan replica: «Salieron de nosotros, PERO EN REALIDAD NO ERAN DE NOSOTROS». Es decir, no eran de los ungidos pues continúa diciendo que, si lo hubiesen sido, «HABRÍAN PERMANECIDO» firmes con los apóstoles.

¿Se dan cuenta que el que realmente es un ungido nacido de nuevo PERMANECE? Entonces ¿pueden los elegidos apostatar? De ahí que el Apóstol concluya diciendo: «PERO VOSOTROS TENÉIS UNCIÓN DEL SANTO», esto es, para diferenciarlos de aquellos apóstatas que NO TENÍAN unción del Espíritu Santo.

Profesar la fe Cristiana no lo Hace ser Ungido con el Espíritu Santo

Recuerden que Jesús afirmó que habría Cizaña en medio del Trigo (Mateo 23:24-30; 36-43), así pues, los apóstatas de la fe en realidad nunca tuvieron el sello del Espíritu Santo ni nacieron de nuevo.

El caso de Hebreos 6:4 habla de estos mismos apóstatas, los cuales recibieron cierta iluminación, probaron el don celestial y fueron partícipes (del gr. metocos) del Espíritu Santo, MÁS NUNCA NACIERON DE DIOS NI TUVIERON EL SELLO DE ÉL.

Quiero aclarar que ser participantes del Espíritu Santo NO ES LO MISMO que ser sellado con el Espíritu Santo. Antes del pacto del Espíritu muchos hombres de Dios fueron partícipes del Espíritu Santo, hicieron grandes proezas con su ayuda y dones, sin embargo, ninguno de ellos fue sellado con el Espíritu Santo.

¿Qué Dijo el Señor Jesucristo?

Él dijo que en el día del juicio muchos le dirán que hicieron muchas señales en Su nombre. Como profetizar, echar fuera demonios y diversos milagros (Mateo 7:22-23). Todo esto es, evidentemente por la participación y dones del Espíritu Santo. Sin embargo, Jesús les dirá que NUNCA LOS CONOCIÓ. Es decir, no es que Jesús los conocía y luego los desconoce. ¡NO! Jesús NUNCA los conoció! Así también a los apóstatas. Jesús NUNCA los conoció pues nunca nacieron de Dios, NUNCA fueron sellados por el Espíritu Santo.

Juan 10:25-29: Un Último Texto Para Reflexionar Acerca de, ¿Pueden los Elegidos Apostatar?

  • «Jesús les respondió: Os lo he dicho, y no creéis; las obras que yo hago en el nombre de mi Padre, estas dan testimonio de mí. 26 Pero vosotros no creéis porque no sois de mis ovejas. 27 MIS OVEJAS oyen MI VOZ, y YO LAS CONOZCO y me siguen; 28 y YO LES DOY VIDA ETERNA y JAMÁS PERECERÁN, y NADIE LAS ARREBATARÁ DE MI MANO. 29 Mi Padre que me las dio es mayor que todos, y NADIE LAS PUEDE ARREBATAR DE LA MANO DEL PADRE».

Por Carlos E. Garbiras

Carlos Enrique Garbiras es Director general en Ministerio de Apologética e Investigación Cristiana (MIAPIC). Actualmente, sirve en predicación y enseñanza de la Palabra de Dios en Bogotá, donde dirige además la Escuela de Estudios Teológicos MIAPIC.

Un comentario en «¿Pueden los Elegidos Apostatar?»
  1. Muy pobre éste estudio, considera sólo aquellos pasajes que apoyan la falsa doctrina de la «Salvación eterna», Ef.1:4-6 que estemos predestinados NO QUIERE DECIR que vayamos a lograr aquello, los israelitas estaban predestinados a ingresar a la tierra prometida, sin embargo la gran mayoría murió en el desierto. NO dice que «nos predestinó para salvación» eso es FALSO, lo que dice es que lo hizo para ser ADOPTADOS, pero que seamos adoptados no implica que dejemos de serlo por causa de la apostasía o de volvernos «tibios» y ser vomitados de su boca. En cuanto a las «Arras del Espíritu», quiere decir que nuestra certeza de salvación es la presencia del Espíritu Santo, pero si consideramos que existe un pecado imperdonable contra el E.S. eso mismo debería hacernos entender que es posible que el E.S. nos abandone y no sólo por ese pecado. El decir que ser «participantes» no es tener al E.S. es un error si leemos el resto del vs.: «Porque es imposible que los que una vez fueron iluminados y gustaron del don celestial, y fueron hechos partícipes del Espíritu Santo,» (He.6:4) Si fueron ILUMINADOS y GUSTARON DEL DON CELESTIAL (E.S./salvación) y participaron del E.S. es claramente porque estaba en ellos el E.S. «Si tiene 4 patas, mueve la cola y ladra, es porque es un perro», así que aquí no podemos forzar la Palabra.
    También es inexacta y absurda la explicación de los «apóstatas», no podemos decir que alguien que nunca nació de nuevo, nunca fue sellado por el E.S, nunca fue conocido por Jesús pueda «apostatar», ¿DE QUÉ VA A APOSTATAR ALGUIEN QUE NUNCA FUE HIJO DE DIOS?, pues no puedes abandonar o dejar de ser algo que NUNCA FUISTE, esa persona NUNCA fue considerada por Dios como parte de su Iglesia, por lo tanto el hecho de irse no es apostasía, sólo apostatan los que FUERON parte verdaderamente, Demas fue un colaboradora de Pablo que apostató y la posibilidad existe: «Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo;» (He.3:12) El último argumento es basado en Jn.1:25-29 lo que en realidad dice es que de parte de Jesús, en cuánto a él compete, nadie debe estar intranquilo, su salvación está asegurada, no hay poder en el universo que pueda quitarles lo que él les ha dado, sin embargo es «EN CUÁNTO A ÉL COMPETE», de su parte, por lo tanto si nos perdemos la responsabilidad recae enteramente en nosotros como explica claramente en la parábola de la Vid y los pámpanos, dónde nosotros somos responsables de secarnos y que seamos quitados de la Vid y arrojados al fuego si nos alejamos de él. No podemos echarle la culpa a él, él no tiene ninguna «gracia irresistible» para impedirnos que nos alejemos, y si lo hacemos, por más que en su momento fuimos «ovejas que oímos su voz» terminaremos perdiéndonos por nuestra exclusiva culpa y no porque alguien nos haya «arrebatado de sus manos». Saludos desde Argentina.

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