Dios describe a Israel con términos antropomórficos, comparándolo con un hijo querido. Él declara abiertamente que quiere tratar a Su pueblo como a uno de Sus propios hijos. Activa y fervientemente, Dios espera que ellos lo llamen «Padre», pero Israel se aparta deliberadamente de los caminos establecidos por el Señor y le es infiel. Israel se rebela activamente contra Dios, desafiando Su autoridad y rechazando Su amor. ¿Qué sucede cuando un hijo se rebela contra su padre? ¿No se rompe el vínculo de confianza y amor?
Israel es Rebelde Contra Dios: Jeremías 3:19-20
- «19 »Yo había dicho: “¡Cómo quisiera ponerte entre Mis hijos, Y darte una tierra deseable, La más hermosa heredad de las naciones!”. Y decía: “Padre Mío me llamarán, Y no se apartarán de seguirme”. 20 Ciertamente, como una mujer se aparta en rebeldía de su amado, Así ustedes han obrado en rebeldía conmigo, Oh casa de Israel», declara el SEÑOR» (Jeremías 3:19-20 — Nueva Biblia de las Américas — NBLA).
Los teístas abiertos citan estos versículos para afirmar que los acontecimientos tomaron por sorpresa a Dios, como si lo hubieran encontrado con la guardia baja. Sin embargo, Dios simplemente declara lo obvio y no muestra ninguna señal de asombro. Israel, como una oveja descarriada, sigue caminos impredecibles, pero jamás escapa del conocimiento divino. Si Dios es soberano y omnisciente, ¿cómo podría algo sorprenderlo?
Otros Pasajes Bíblicos que Muestran la «rebeldía» de Israel
- »Y vuestros hijos andarán pastoreando en el desierto cuarenta años, y ellos llevarán vuestras rebeldías, hasta que vuestros cuerpos sean consumidos en el desierto» (Números 14:33 — Reina Valera 60 — RV60 — Énfasis añadido).
- «Sus propias rebeliones y maldades demuestran que ustedes son culpables. Pónganse a pensar, y reconozcan lo malo y triste que es abandonarme y no obedecerme. Les juro que esto es así» (Jeremías 2:19 — Traducción en lenguaje actual — TLA — Énfasis añadido).
- «¿Por qué es este pueblo de Jerusalén rebelde con rebeldía perpetua? Abrazaron el engaño, y no han querido volverse.» (Jeremías 8:5 — RV60 — Énfasis añadido).
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