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Nota: A menos que se diga lo contrario, las citas son tomadas de la Nueva Biblia de las Américas (NBLA).
Abreviaturas: NP: Nuevo Pacto (Nuevo Testamento). VP: Viejo Pacto (Antiguo Testamento). LXX: Septuaginta.
Por, Luke Wayne
8 de septiembre de 2021
¿Cita Mateo 27:9-10 Erróneamente a Jeremías?
Los críticos del cristianismo acusan con frecuencia a los escritores del Nuevo Pacto de «citar erróneamente» el VP. Tal vez el ejemplo más desafiante sea la cita que Mateo atribuye a Jeremías en 27:9-10. Las palabras que cita no se encuentran en el libro del profeta. Se asemejan más bien a la cita de Zacarías 11:13 (aunque con notables diferencias). Incluso los lectores cristianos sinceros pueden encontrar a veces confuso este pasaje y preguntarse en qué estaría pensando Mateo. ¿Cómo podemos conciliar esto con la idea de que este Evangelio es la palabra inspirada e inerrante de Dios?
Los Versículos en Cuestión
Leamos el pasaje en cuestión:
- «Entonces se cumplió lo anunciado por medio del profeta Jeremías, cuando dijo: ‘Y TOMARON LAS TREINTA MONEDAS DE PLATA, EL PRECIO DE AQUEL CUYO PRECIO HABÍA SIDO FIJADO por los israelitas; 10 Y LAS DIERON POR EL CAMPO DEL ALFARERO, COMO EL SEÑOR ME HABÍA ORDENADO’» (Mateo 27:9-10).
El problema aparente es que estas palabras no se encuentran en los escritos de Jeremías. Encontramos un pasaje similar en Zacarías.
- «Entonces el SEÑOR me dijo: ‘Arrójalo al alfarero (ese magnífico precio con que me valoraron)’. Tomé pues, las treinta monedas de plata y las arrojé al alfarero en la casa del SEÑOR» (Zacarías 11:13).
Mateo: De Acuerdo a los Críticos
Los críticos afirmarán que Mateo estaba confundido, era ignorante e incluso malicioso y engañoso al confundir las palabras de Jeremías con las de Zacarías y (como se afirma a menudo), «alterar» las palabras de Zacarías para que encajaran mejor en su punto de vista. Sin embargo, una mirada más atenta nos muestra que Mateo no hacía nada de eso. Por el contrario, reunía intencionadamente temas de ambos autores para dar una idea profética más amplia.
Un Ejemplo del Viejo Pacto
Antes de entrar en detalles de Mateo 27:9-10, vale la pena anotar que Mateo está situándose en una antigua tradición bíblica:
- «A los que habían escapado de la espada los llevó a Babilonia; y fueron siervos de él y de sus hijos hasta el dominio del reino de Persia, 21 para que se cumpliera la palabra del Señor por boca de Jeremías, hasta que la tierra hubiera gozado de sus días de reposo. Todos los días de su desolación la tierra reposó hasta que se cumplieron los setenta años» (2º Crónicas 36:20-21).
¿A Quién le Atribuye Todo Esto el Autor de 2º Crónicas?
A Jeremías sin hacer referencia a ningún otro libro o autor. Ahora bien, Jeremías profetizó varias veces que los judíos permanecerían en Babilonia durante setenta años (Jeremías 25:11-12; 29:10), ¡pero el resto de esto no proviene de Jeremías en absoluto! En realidad, está haciendo alusión a Levítico 26:33-35:
- «A ustedes, sin embargo, los esparciré entre las naciones y desenvainaré la espada en pos de ustedes, y su tierra será asolada y sus ciudades quedarán en ruinas. 34 Entonces la tierra gozará de sus días de reposo durante todos los días de su desolación, mientras que ustedes habiten en la tierra de sus enemigos; entonces descansará la tierra y gozará de sus días de reposo. 335 Durante todos los días de su desolación la tierra guardará el descanso que no guardó en sus días de reposo mientras habitaban en ella».
Material de Levítico y Jeremías
Así, el autor de 2º Crónicas proporcionó una cita mixta que incluía material principalmente de Levítico, pero un detalle adicional de Jeremías. Luego incorporó información de su propia época para mostrar el cumplimiento y atribuyó todo el asunto a Jeremías. No hay razón para pensar que el autor de Crónicas intentara engañar al lector ni que mezclara ambos libros por accidente. Por el contrario, parece haber asumido que sus lectores estaban lo suficientemente familiarizados con la Ley y los Profetas como para seguir su lógica. El escritor utilizó las palabras de Levítico y los acontecimientos contemporáneos del regreso del exilio para explicar más detalladamente tanto el propósito como el cumplimiento de los setenta años de Jeremías.
Entonces, entendiendo que este era un enfoque bíblico, judío, para citar las Escrituras del VP, ¿qué estaba haciendo Mateo? Veámoslo más de cerca.
Jeremías, Zacarías y Mateo 27:9-10: ¿Citó Erróneamente a Jeremías?
Teniendo en cuenta lo que hemos visto en el ejemplo del Viejo Pacto, veamos de nuevo la cita de Mateo junto a la fuente primaria de Zacarías.
- «Entonces se cumplió lo anunciado por medio del profeta Jeremías, cuando dijo: ‘Y TOMARON LAS TRINTA MONEDAS DE PLATA, EL PRECIO DE AQUEL CUTO PRECIO HABÍA SIDO FIJADO por los israelitas; 10 Y LAS DIERON POR EL CAMPO DEL ALFARERO, COMO EL SEÑOR ME HABÍA ORDENADO’» (Mateo 27:9-10).
- «Entonces el SEÑOR me dijo: ‘Arrójalo al alfarero (ese magnífico precio con que me valoraron)’. Tomé pues, las treinta monedas de plata y las arrojé al alfarero en la casa del SEÑOR» (Zacarías 11:13).
Así como el autor de 2º Crónicas parafraseó el contenido de Levítico, Mateo, claramente, ha hecho lo mismo. Pero todos los detalles de este pasaje de Zacarías están ahí. ¿Por qué relacionarlo con Jeremías? Al igual que 2º Crónicas se basaba en los pasajes de los «setenta años» de Jeremías, Mateo parece basarse en las profecías del «alfarero» del profeta.
Jeremías y el Alfarero
La referencia de Mateo conecta la compra del campo del alfarero no sólo con el alfarero de Zacarías, sino también con una larga porción de Jeremías. En los capítulos18 y 19 el profeta ofrece una extensa narración profética que incluye una visita al taller de un alfarero. Comienza así:
- «Palabra que vino a Jeremías de parte del SEÑOR: 2 ‘Levántate y desciende a la casa del alfarero, y allí te anunciaré Mis palabras». 3 Entonces descendí a la casa del alfarero, y allí estaba él, haciendo un trabajo sobre la rueda. 4 Y la vasija de barro que estaba haciendo se echó a perder en la mano del alfarero; así que volvió a hacer de ella otra vasija, según le pareció mejor al alfarero hacerla» (Jeremías 18:1-4).
La Analogía de Dios
Si Dios planea juzgar y castigar a una nación, pero esta se arrepiente, puede en cambio rehacerla y bendecirla (o viceversa). Dios entonces envía a Jeremías a apelar a Judá:
- «Ahora pues, habla a los hombres de Judá y a los habitantes de Jerusalén, y diles: ‘Así dice el SEÑOR: ‘Estoy preparando una calamidad contra ustedes y tramando un plan contra ustedes. Vuélvanse, pues, cada uno de su mal camino y enmienden sus caminos y sus obras». 12 Pero ellos dirán: ‘Es en vano; porque vamos a seguir nuestros propios planes, y cada uno de nosotros obrará conforme a la terquedad de su malvado corazón’» (Jeremías 18:11-12).
Jeremías Continúa
En 18:18-23 el profeta continúa describiendo el complot de los líderes judíos contra él con palabras como, «Vengan y tramemos planes contra Jeremías. Ciertamente la ley no le faltará al sacerdote, ni el consejo al sabio, ni la palabra al profeta. Vengan, vamos a herirlo con la lengua, y no hagamos caso a ninguna de sus palabras». No es difícil ver los paralelismos entre esto y el complot en el que participó Judas para traicionar a Jesús. Jeremías vuelve entonces al alfarero:
- «Así dijo el SEÑOR: ‘Ve y compra una vasija de barro de un alfarero, y toma contigo a algunos de los ancianos del pueblo y de los ancianos de los sacerdotes. 2 Entonces sal al valle de Ben Hinom, que está a la entrada de la puerta de los tiestos, y proclama allí las palabras que Yo te diré. 3 Dirás: ‘Oigan la palabra del Señor, reyes de Judá y habitantes de Jerusalén. Así dice el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: ‘Voy a traer tal calamidad sobre este lugar, que a todo el que oiga de ella le zumbarán los oídos’» (Jeremías 19:1-3).
La Vasija Como Representación
- «Entonces romperás la vasija a la vista de los hombres que te acompañen, 11 y les dirás: ‘Así dice el Señor de los ejércitos: ‘De igual manera romperé Yo a este pueblo y a esta ciudad, como quien rompe una vasija de alfarero, que no se puede reparar más; y los enterrarán en Tofet por no haber otro lugar donde enterrarlos. 12 Así haré con este lugar y con sus habitantes’, declara el Señor, ¡poniendo esta ciudad como Tofet’» (Jeremías 19:10-12).
Debido a que eligieron continuar en la maldad en lugar de arrepentirse, Dios iba a castigarlos, destruyendo a Jerusalén y el templo. Esto era cierto en tiempos de Jeremías y de Jesús. Mateo ya ha llamado la atención sobre esto, como cuando relató las palabras de Jesús.
Mateo 23:37-38
- «¡Jerusalén, Jerusalén, la que mata a los profetas y apedrea a los que son enviados a ella! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina junta sus pollitos debajo de sus alas, y no quisiste! 38 Por tanto, la casa de ustedes se les deja desierta».
Mateo explica que el repudio e injusto asesinato de Jesús fue la culminación del rechazo y la persecución de todos los profetas anteriores, como en la parábola del terrateniente y la viña (Mateo 21:33-46) o cuando Jesús dice:
- «para que recaiga sobre ustedes la culpa de toda la sangre justa derramada sobre la tierra, desde la sangre del justo Abel hasta la sangre de Zacarías, hijo de Berequías, a quien ustedes asesinaron entre el templo y el altar» (Mateo 23:35).
Rechazo del Mesías y Destrucción de Jerusalén
Así, el rechazo y la persecución de Jeremías, seguidos de la destrucción de Jerusalén en tiempos del profeta, ilustraron por adelantado el futuro rechazo del Mesías y la posterior destrucción de Jerusalén en el siglo I d. C. Estos paralelismos conectan incluso en cuestiones menores. El pasaje del alfarero en Jeremías pronuncia juicio «… porque han llenado este lugar con la sangre de inocentes» (Jeremías 19:4). En Mateo 27:4, Judas devuelve el dinero al templo porque había «… pecado entregando sangre inocente». Jeremías nos dice que un lugar, «… no se llamará más Tofet ni valle de Ben Hinom, sino valle de la Matanza» (Jeremías 19:6). En Mateo, cuando se compra el campo del alfarero, se nos habla de un cambio de nombre similar: «Por eso ese campo se ha llamado Campo de Sangre hasta hoy» (Mateo 27:8).
La Sección de Jeremías y Mateo
Se podría decir más, pero, como espero que se vea en esta breve demostración, Mateo relacionó los acontecimientos del rechazo, la traición y la muerte de Jesús con una larga sección de Jeremías (demasiado larga para citarla completa, pero sin duda bastante familiar para sus lectores judíos) relacionando ambas cosas con otra profecía de Zacarías. Con ello seguía la tradición de los propios escritores del Viejo Pacto, como vimos en 2º Crónicas.
Pero, ¿por qué Mateo 27:9-10 Menciona un Campo?
Un detalle de la cita de Mateo que no está claramente tomado de Zacarías ni de las profecías del alfarero de Jeremías es la referencia al campo de un alfarero. ¿Por qué Mateo 27:9-10 inserta la idea de un campo en la cita compuesta de estos dos profetas? Hay dos explicaciones posibles.
La Primera y la más Sencilla Explicación
Es que Mateo se limita a explicar con precisión cómo se cumplieron las palabras de Zacarías. Él menciona que treinta piezas de plata son «arrojadas» al alfarero, pero no explica por qué (en lugar de simplemente «entregadas») ni por qué al alfarero. Al relacionar las palabras con Judas, ahora vemos por qué se arrojó la plata. Mateo también aclara que la plata se entrega al alfarero para que compre su campo. Es evidente que la cita de Mateo no pretende ser una cita textual, por lo que es posible que sólo esté explicando por qué las treinta monedas de plata van al alfarero, es decir, para comprar un campo.
La Segunda Explicación
También es posible que la referencia a la compra de un campo sirva para relacionar esta cita con una promesa de Jeremías. En Jeremías 32 y por orden de Dios, mide siclos de plata para comprar y redimir un campo. Curiosamente aquí, conecta su arresto y encarcelamiento y las oscuras advertencias de la inminente destrucción de Jerusalén con la promesa de una futura restauración. La compra del campo se utiliza como recordatorio de que un día Dios traerá a Su pueblo del exilio. Por lo tanto, si Mateo pretendía que la compra del campo con la plata nos recordara este pasaje, lo cierto es que nos transmite un mensaje de esperanza. Aunque nuestras manos estén manchadas incluso con la sangre inocente de los justos, hay esperanza de perdón y restauración si nosotros, a diferencia de Judas o de los endurecidos dirigentes judíos, nos arrepentimos y nos volvemos con fe.
Conclusión: Mateo 27:9-10 no Cita Erróneamente a Jeremías
Los escritores antiguos, incluidos los bíblicos, no siempre citaban las fuentes de la forma directa a la que estamos acostumbrados hoy. Mateo no es una excepción. Sin embargo, cuando nos tomamos el tiempo necesario para comprender lo que está haciendo, podemos ver que no se trata de un error. Mateo enlazaba con cuidado, incluso con brillantez, los acontecimientos de su época con ricos y extensos pasajes de los profetas, que habrían sido demasiado largos para citarlos íntegramente. Su enfoque le permitió, en pocas palabras, conectar y mostrar el cumplimiento final de numerosos pasajes del VP de una manera que habría tenido sentido para sus lectores originales (principalmente judíos). Ciertamente, no hay error ni engaño en Mateo 27:9-10.