¿Qué es la Gran Comisión de Jesús?¿Qué es la Gran Comisión de Jesús?

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NOTA: A menos que se diga lo contrario, las citas son tomadas de la Nueva Biblia de las Américas — NBLA:

Abreviaturas: NTV: Nueva Traducción Viviente.

25 de marzo de 2021

¿Qué es la Gran Comisión de Jesús?

Es el mandamiento de Jesús a Sus discípulos para ir a toda nación y hacer discípulos en Su Nombre y para Su gloria. Esto es significativo porque los judíos creían que el Mesías era solo para ellos (Mateo 15:24). Así que cuando Jesús les dijo que fueran por todo el mundo, significaba la inclusión de los gentiles también. La Gran Comisión aparece al final del Evangelio de Mateo. Hay alusiones a ella en Marcos 16:15, donde dice: «Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a toda criatura».

Mateo 28:18-20:

  • «Jesús se acercó y dijo a sus discípulos: «Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. 19 Por lo tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. 20 Enseñen a los nuevos discípulos a obedecer todos los mandatos que les he dado. Y tengan por seguro esto: que estoy con ustedes siempre, hasta el fin de los tiempos»» (NTV).

Análisis de la Gran Comisión de Jesús

Detrás de la gran comisión hay mucha teología. Por supuesto que Jesús tiene toda la autoridad, y por eso envió a la gente a bautizar en la Trinidad. Además, afirmó Su propia deidad cuando dijo en el versículo 20 que estaría siempre con los discípulos hasta el fin del mundo. Veámoslo.

Versículo 18:

  • «Jesús se acercó y dijo a sus discípulos: «Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra».

Primero:

La razón por la que Jesús, que es Dios en carne (Juan 1:1, 14; Colosenses 2:9), dijo que se le había dado toda autoridad. Si era Dios, ¿por qué se le dio autoridad? La razón es que también nació bajo la Ley (Gálatas 4:4) y fue hecho un poco menor que los ángeles (Hebreos 2:9).

Segundo:

El requisito de estar bajo la Ley significaba que no actuaba con Su propio poder divino, sino con el poder que el Espíritu Santo le infundió en Su bautismo. Además, estando bajo la Ley, estaría en sujeción al Padre (Juan 5:19, 30).

Tercero:

Por lo tanto, sería necesario que se le diera toda autoridad. Además, la autoridad que tiene está tanto en Su humanidad como en Su divinidad. Recuerde: Jesús es una persona con dos naturalezas distintas (Lea, la Unión Hipostática).

Finalmente, si Jesús tiene toda autoridad en el cielo y en la tierra, también la tiene para perdonar los pecados. Por lo tanto, podemos ir a Jesús, orarle y pedirle que perdone nuestros pecados.

Versículo 19:

  • «Por lo tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo».

Debido a que Él tiene toda autoridad en el cielo y en la tierra, ordena que Sus discípulos vayan a todas las naciones y hagan discípulos. Parte de este proceso es que sean bautizados en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Esta es la fórmula del bautismo trinitario. La comisión significa que cuando estamos haciendo discípulos, cumplimos la voluntad de Dios. Él nos bendecirá en ese esfuerzo.

Versículo 20:

  • «Enseñen a los nuevos discípulos a obedecer todos los mandatos que les he dado. Y tengan por seguro esto: que estoy con ustedes siempre, hasta el fin de los tiempos».

Ser discípulo significa observar lo que Jesús dijo e hizo. Él nos manda amarnos los unos a los otros (Juan 13:34; 15:17). Seguir a Cristo significa obedecer Sus mandamientos y tratar de vivir de forma piadosa y humilde, como hizo Jesús.

La Gran Comisión

Podemos ver entonces, que Jesús quería que Sus discípulos judíos también llegaran a los gentiles. Esto es un cumplimiento de la profecía encontrada en Génesis 12:3: «… En ti serán benditas todas las familias de la tierra». En Gálatas 3:8, Pablo cita este versículo: «La Escritura, previendo que Dios justificaría a los gentiles por la fe, anunció de antemano las buenas nuevas a Abraham, diciendo: “En ti serán benditas todas las naciones”». Esto significa que cuando predicamos el Evangelio, debemos hacer discípulos. Llegar a los perdidos del mundo, así como a nuestra comunidad local. Estaríamos cumpliendo la voluntad de Jesús. En esto, Él es glorificado, y nosotros podemos ser bendecidos.

Por Matt Slick

Presidente y Fundador del Ministerio de Apologética e Investigación Cristiana. Matt obtuvo su Licenciatura en Ciencias Sociales en la Universidad Concordia, en Irvine, California en 1988. Obtuvo su Maestría en Divinidades en el Seminario Teológico de Westminster en Escondido, California en 1991.