Visite También Nuestras Secciones, Vida Cristiana y Devocionales
«Que dice a un rey: ‘indigno’,
A los nobles: ‘Perversos’;
19 Que no hace acepción de príncipes,
Ni considera al rico sobre el pobre,
Ya que todos son obra de Sus manos? (Job 34:18-19).
Sin Acepción de Personas
Como cristiano, ¿está usted haciendo acepción de personas? ¿Cómo se comporta ante un hermano o hermana que todavía muestra fallas en su carácter? Tal vez, ¿lo compara con «su madurez espiritual» y «solapadamente» lo rechaza? ¿O tal vez tiene más inclinación hacia el hermano o hermana que está siempre alrededor suyo «revoloteando» para el Señor y «alabando» todo lo que usted hace?
Dios no Permite el Favoritismo
- «Porque en Dios no hay acepción de personas» (Romanos 2:11).
De hecho si Dios no lo permite y un cristiano lo hace, es pecado:
- «Pero si muestran favoritismo, cometen pecado y son hallados culpables por la ley como transgresores» (Jacobo 2:9).
No debemos estar prejuiciados, ni a favor ni en contra de otra persona basándonos en su inmadurez espiritual, posición social, popularidad, influencia o apariencia física.
Si Dios, nuestro Padre celestial no permite la acepción de personas, ¿no deberíamos y con razón, procurar el mismo carácter virtuoso?
«Te encargo solemnemente en la presencia de Dios y de Cristo Jesús y de Sus ángeles escogidos, que conserves estos principios sin prejuicios, no haciendo nada con espíritu de parcialidad» (1ª Timoteo 5:21).