Sobre la base del pasaje de Miqueas 6:6-8, entenderemos lo que Dios realmente quiere de Su pueblo. No solo en el contexto del Viejo Pacto, sino también en el Nuevo. El enfoque principal del pasaje, es, sin dudas, el v. 8. Las preguntas de los vv. 6 y 7 son un tipo de autoexamen que hace el escritor al pueblo de Israel.
«Lo que Dios Quiere»: Lectura del Pasaje Bíblico e Introducción
- «6 ¿Con qué me presentaré al Señor Y me postraré ante el Dios de lo alto? ¿Me presentaré delante de Él con holocaustos, Con becerros de un año? 7 ¿Se agrada el Señor de millares de carneros, De miríadas de ríos de aceite? ¿Ofreceré mi primogénito por mi rebeldía, El fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma? 8 Él te ha declarado, oh hombre, lo que es bueno. ¿Y qué es lo que demanda el Señor de ti, Sino solo practicar la justicia,[O el derecho] amar la misericordia,[O lealtad] Y andar humildemente con tu Dios?» (Nueva Biblia de las Américas — NBLA).
Primeras Peguntas:
Primera Parte:
- «6 ¿Con qué me presentaré al Señor Y me postraré ante el Dios de lo alto? ¿Me presentaré delante de Él con holocaustos, Con becerros de un año?» (NBLA).
- ¿Qué era el «holocausto»? «… como su nombre lo implica, era completamente quemado delante del Señor. Era un sacrificio completo. El holocausto era una ofrenda general de propiciación y consagración hacia Dios».[1. https://www.blueletterbible.org/Comm/guzik_david/spanish/StudyGuide_Lev/Lev_01.cfm.] En estos, el animal o ave, se consume por completo y sube a las llamas del altar hacia Dios. Toda la víctima se deposita sobre el altar, excepto la piel y las partes que no han podido lavarse.
Segunda Parte:
- «Según la ley ceremonial israelita, se tenían que ofrecer dos holocaustos a diario, uno por la mañana y el otro por la tarde, lo que recibe el nombre de «holocausto continuo. También había holocaustos adicionales, ofrecidos por los fieles en cumplimiento de diversas leyes con respecto a ritos de purificación».[2. Vila-Escuain. Nuevo Diccionario Bíblico Ilustrado. Editorial CLIE, 2013. Pág. 505.]
Tercera Parte:
- «7 ¿Se agrada el Señor de millares de carneros, De miríadas de ríos de aceite? ¿Ofreceré mi primogénito por mi rebeldía, El fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma?» (LBLA).
- El carnero sacrificado era parte 1) de los rituales de expiación por el pecado. 2) Consagración y dedicación a Dios. Estos animales se usaban en la ordenación de los sacerdotes como símbolo de entrega total al servicio divino. Reflejaba la dedicación absoluta requerida para el ministerio sagrado.[3. https://christianpure.com/es/learn/ram-symbolism-bible/.] 3) Sustitución: El relato de Abraham e Isaac en Génesis 22 muestra cómo Dios proporcionó un carnero como sacrificio sustituto en lugar de Isaac. Este evento prefiguraba el sacrificio definitivo de Cristo, destacando la misericordia y provisión divina.[4. ibíd.]
Cuarta Parte:
- El aceite:
- Este, tenía un significado espiritual profundo. «Representaba la unción del Espíritu Santo, la santificación y la consagración a Dios. Por ejemplo, se usaba en el aceite de unción santa para consagrar sacerdotes, el tabernáculo y sus utensilios (Éxodo 30:22-33)».[5. https://sabor-artesano.com/es/content/81-el-simbolismo-del-olivo-y-del-aceite-de-oliva-en-el-cristianismo.] [6. https://www.antojodelsur.com/aceite-de-oliva-en-el-cristianismo-aspectos/.] «También era un símbolo de luz y guía divina, ya que alimentaba las lámparas del candelabro en el Templo (Levítico 24:2)».[7. https://www.lacasadeisrael.org/estudios-biblicos/los-alimentos-en-la-biblia-y-su-significado-espiritual/el-aceite-de-oliva-en-la-biblia-y-su-significado-espiritual/.] En general, el aceite de oliva en los sacrificios reflejaba la conexión entre lo material y lo espiritual, mostrando cómo los elementos cotidianos podían ser consagrados a Dios.
Quinta y Última Parte de la Introducción:
Vivimos en tiempos donde muchas personas se preguntan: «¿Qué quiere Dios de mí?». Algunos piensan que es suficiente asistir a la iglesia, dar una ofrenda generosa o cumplir ciertos rituales. Sin embargo, el profeta Miqueas, guiado por el Espíritu de Dios, nos revela con claridad lo que el Señor verdaderamente desea. En este pasaje, vemos una poderosa confrontación entre el formalismo religioso y la vida espiritual genuina. Dios no busca apariencia externa, sino un corazón transformado.
«Lo que Dios Quiere»: Puntos Principales:
Vamos a explorar este mensaje bajo tres puntos principales.
- ¿Qué podemos presentarle al Dios Altísimo?
- ¿Qué podemos sacrificarle a Él?
- Lo que Dios realmente quiere
1. ¿Qué podemos presentarle o darle al Dios Altísimo?
- «6 ¿Con qué me presentaré al Señor Y me postraré ante el Dios de lo alto? ¿Me presentaré delante de Él con holocaustos, Con becerros de un año?» (Miqueas 6:6).
Desde la antigüedad, el ser humano ha buscado acercarse a Dios a través de ofrendas. Sin embargo, el pueblo de Israel, influenciado por prácticas externas, creía que cuanto más grande el sacrificio, mayor sería el favor divino. No obstante, Miqueas revela una verdad espiritual profunda: Dios no busca impresiones externas, sino una relación interna basada en obediencia sincera y devoción verdadera.
En este contexto, el pueblo se pregunta angustiado: «¿Qué podemos darle a Dios?», como si los rituales pudieran comprar su favor. De manera similar, hoy podríamos preguntar: «¿Debo asistir más a la iglesia? ¿Dar más dinero?». Pero esta mentalidad convierte la relación con Dios en una transacción vacía. En realidad, Dios busca que conozcamos su corazón, no que lo impresionemos con actos externos.
2. ¿Qué Podemos Darle en Sacrificio a Él?
- «7 ¿Se agrada el Señor de millares de carneros, De miríadas de ríos de aceite? ¿Ofreceré mi primogénito por mi rebeldía, El fruto de mis entrañas por el pecado de mi alma?» (Miqueas 6:7).
Este versículo desafía la lógica humana al cuestionar si Dios realmente desea sufrimiento o sacrificios exagerados. En realidad, este tono hiperbólico confronta una teología errónea que creía que el sacrificio humano podía aplacar la ira divina. Dios rechaza los grandes gestos vacíos y busca una entrega genuina de nuestra vida diaria. Según Romanos 12:1, el verdadero sacrificio que agrada a Dios es ofrecer nuestro cuerpo y vida como adoración viva.
De manera similar, la exageración en Miqueas revela la desesperación humana por calmar su conciencia, pero también muestra una profunda incomprensión de la naturaleza divina. En verdad, Dios nunca ha pedido sacrificios humanos; el único sacrificio aceptable fue el de Jesucristo. Lo que Dios busca no es sangre en el altar, sino la entrega sincera del corazón.
3. Lo que Dios Realmente Quiere
- «8 Él te ha declarado, oh hombre, lo que es bueno. ¿Y qué es lo que demanda el Señor de ti, Sino solo practicar la justicia, amar la misericordia, Y andar humildemente con tu Dios?» (Miqueas 6:8).
Aquí, Miqueas extrae la esencia de la vida piadosa en tres demandas claras, prácticas y profundamente teológicas:
- Hacer justicia: No solo pensar en justicia, sino vivirla. Tratar a los demás con equidad, honestidad y respeto. Defender al oprimido.
- Amar la compasión: No basta con tener misericordia de vez en cuando. Dios quiere que la amemos, que la practiquemos constantemente.
- Caminar humildemente con Dios: No correr delante ni quedarnos atrás. Dios busca una relación diaria, constante, donde caminamos en dependencia y humildad.
Estas tres acciones no solo resumen la ley y los profetas, sino que anticipan la vida de Cristo, quien cumplió perfectamente este llamado.
Conclusión de «Lo que Dios Realmente Quiere»
Dios no necesita nuestros rituales vacíos ni nuestras promesas exageradas. Lo que Él quiere es una vida íntegra, compasiva y humilde, vivida en comunión con Él. En un mundo religioso que a menudo reemplaza lo interno por lo externo, Miqueas nos recuerda que lo importante no es cuánto damos, sino cómo vivimos.
Preguntas para reflexión:
- ¿Estoy ofreciendo lo que Dios realmente quiere?
- ¿Mi fe se expresa en justicia, compasión y humildad?
- ¿Estoy caminando con Dios o solo caminando hacia Él?
Llamado final:
No sigas ofreciendo lo que Dios no ha pedido. Él quiere tu vida, tu corazón, y tu humildad. Hoy, puedes comenzar a vivir el tipo de vida que agrada al Señor. ¡Haz justicia, ama la compasión y camina humildemente con tu Dios!