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12 de diciembre de 2008
Pocas personas en toda la historia de la humanidad han tenido una influencia de tan gran alcance que, incluso cambiaron el curso de naciones. Primero es Jesús, y después, Mahoma, quien vivió entre los siglos sexto y séptimo en el oriente medio. Afirmó haber recibido revelaciones de Alá; y es a partir de estas revelaciones que se fundó el islam. Para los musulmanes, Mahoma es el último profeta de Alá que reemplaza a todos los demás profetas y es el único que entregó la palabra final y perfecta de su dios Alá. Lo crea o no, Mahoma sigue siendo una figura importante en la historia de la humanidad.
El Nacimiento de Mahoma
Mahoma, cuyo nombre completo es Abu l-Qasim Muhammad ibn ‘Abd Allãh al-Hashimi al-Qurashi, nació en el año 570 en La Meca la cual se encuentra ubicada en Arabia Saudita. En ese entonces, la ciudad era el centro cultural y religioso de Arabia. El área no contaba con un gobierno central y estaba llena de tribus enfrentadas en guerras tribales contra numerosas religiones competitivas y politeístas.
Infancia de Mahoma
La madre de Mahoma era Amina. Nace en la tribu Quarish, tribu gobernante de La Meca en esa época. Hasta la edad de ocho años, fue criado por su abuelo Abdul Muttalib debido a que su padre, Abadía, murió en Yathrib unas pocas semanas antes de que Mahoma naciera. Amina, su madre, murió cuando tenía seis años. Después de la muerte de su abuelo, su tío Abu Talib tomó entonces la responsabilidad de criar a Mahoma. Abu Talib era un hombre de negocios involucrado en el comercio. Debido a que Mahoma viajaba con frecuencia con su tío, a la edad de doce años lo acompañó en una caravana de mercaderes que se dirigía a Siria. Allí, tuvo la oportunidad de involucrarse tanto con judíos como con cristianos.
Inicia sus Relaciones con Judíos y Cristianos
Su relación con judíos se llevó a cabo 480 kilómetros al norte de Medina y con cristianos tanto al norte como al sur de Nejran. Sus encuentros con ellos parecen estar reflejados en los pasajes del Corán como a «Las Personas del Libro» (3:64, 71, 187; 5:59). El término «Las Personas del Libro» es una referencia tanto a judíos como a cristianos los cuales habían recibido la Palabra de Dios a través de Sus profetas antes que Mahoma escribiera el Corán.
Mahoma, un Exitoso Mercader
A la edad de 25 años, Mahoma fue contratado para administrar los negocios de una viuda rica llamada Jadiya (Khadija) y de quien dicen los historiadores era 15 años mayor que él. Fue a Siria como mercader a las órdenes de la viuda y negoció exitosamente en ese lugar. Esto, aparentemente, impresionó a Jadiya quien más tarde, terminó proponiéndole a Mahoma que se casaran y finalmente, así lo hicieron en el año 595. Jadiya tuvo seis hijos con Mahoma, dos varones y cuatro mujeres. Sus hijos varones murieron en la infancia quedando sus cuatro hijas: Zainab, Ruqayyah, Umm Kulzum y Fátima. Mahoma permaneció casado con Jadiya por 25 años hasta que ella murió a la edad de 65 durante el mes de Ramadán, mucho después de iniciado el islam.
Apariciones Angelicales
A la edad de 35 años, Mahoma, tomó la costumbre de estar a solas fuera de La Meca, a una cueva en el Monte Hira para meditar y hacer contemplación. Fue durante uno de esos momentos que Mahoma dijo que un ser angelical se le había aparecido llamándolo. Esto perturbó a Mahoma (El Corán 81:19-29) y le comentó a su esposa Jadiya que había sido visitado por un Jinn maligno —se supone que los Jinn son seres vivientes como las personas— pero no ángeles, los cuales fueron creados del fuego y son invisibles, aun cuando habitan en la tierra.
La Recitación se Convierte en el Corán
Un corto tiempo después, en el año 610 (se cree que es el año 26 del Ramadán), mientras se encontraba en la cueva del Monte, Mahoma dijo que el ángel Gabriel se le apareció y le ordenó recitar (96:1-19). Esta recitación se convirtió en el Corán. En estos encuentros con el ángel Gabriel, algunas veces lo veía, otras, lo escuchaba y en otras ocasiones sólo escuchaba el sonido de una campana por medio del cual oía las palabras que venían del ángel.
Mahoma era analfabeta (no leía ni escribía), así que fue instruido a que memorizara las palabras dadas a él por Gabriel. Esta recitación es conocida como el Corán, la cual recibió Mahoma en un período de 23 años, finalizando en el año 632, año de su muerte. Al principio, Mahoma dudó que Alá lo hubiera llamado para ser un profeta. En otras ocasiones, tanto su esposa como un primo lo aconsejaron diciéndole que Alá sería fiel a él y que no permitiría que fuera engañado. Mahoma fue convencido y escribió en el Corán: «Di: ‘Cualquiera que se oponga a Gabriel debe saber que él ha traído y puesto esto (el Corán), en tu corazón, de acuerdo con la voluntad de Dios, confirmando escrituras previas y proporcionando guía y buenas nuevas para los creyentes’» (Sura 2:97).
El Islam Hecha Raíz
La misión de Mahoma fue la de proclamar la verdad del islam, dada a él por Alá, a través del ángel Gabriel. Mahoma llamó al arrepentimiento por adorar ídolos, para hacer el bien y servir al único y verdadero Alá. Enseñó que el hombre es un esclavo de Alá y que es su trabajo someterse y obedecerle. Dijo que el Día del Juicio estaba llegando y que las obras de un hombre serían pesadas en ese día. Aquellos que sus buenas obras pesaran más que las malas, podrían, por la gracia de Alá ser salvos y entrar en el Jardín (Paraíso) el cual está lleno de placeres sensuales. Los no salvos van al infierno. Sus primeros convertidos fueron su esposa Jadiya, su primo Ali, y su hijo adoptado, Zaid ibn Haritha. Después, Abu Bakú también creyó. En sus primeros tres años de proclamar el islam, contaba con 40 convertidos.
Proclamación de la Nueva Religión
Aun cuando su proclamación atrajo a pocas personas, trajo mucha oposición. La tribu gobernante, los Quraish, trataron de detener su proclamación recurriendo a su tío Abu Talib. Pero Mahoma rehusó firmemente dejar de proclamar el mensaje que había recibido. Debido a que Abu Talib era influyente en la tribu, la vida de Mahoma estaba protegida y pudo continuar su proclamación lo cual hizo que muchas personas se enojaran. Los Quraish empezaron a perseguir a los nuevos Musulmanes golpeándolos y boicoteando sus negocios. En los rezos públicos, Mahoma fue acosado y se burlaban de él. De igual manera, sus seguidores fueron maltratados. Pero Mahoma permaneció inquebrantable.
Debido a la persecución, los musulmanes se mudaron a Abisinia, la Etiopía de hoy, y fueron protegidos por el gobernante Cristiano. Después de un tiempo, regresó a Medina y continuó su proclamación. Más convertidos se unieron a sus filas y más personas buscaban frustrarlo. Esto se debía a que el mensaje del islam era sociopolítico. El islam cubre la creencia, la sociedad, la conducta, la ética. etc. Este sistema de creencia que iniciaba, amenazó el negocio lucrativo que crecía alrededor de los peregrinos idólatras que iban a la Kaaba y que muchos árabes disfrutaban. La tribu gobernante, los Quarish, pronto descubrieron que dentro de su reinado una pequeña banda de creyentes, un pequeño «país» dentro la tribu, estaba levantándose. La parte gobernante empezó a sentirse más y más preocupada y amenazada por los musulmanes y la presión contra Mahoma empezó a aumentar.
Más Matrimonios de Mahoma
En el año 619 Mahoma perdió a su esposa Jadiya y a su amado tío Abu Talib (el cual nunca se convirtió al islam). «Después de unos pocos meses, Mahoma buscó consuelo al casarse con la viuda de uno de los creyentes llamada Sawdah. Más tarde, también se casó con Aisha, la hija de siete años de edad de Abu Bakú, la cual llevó a su casa tres años después».[1. Miller, William M., «Una Respuesta Cristiana al Islam» («A Christian’s Response to Islam»), Presbyterian and Reformed Publishing, Phillipsburg, Nueva Jersey, 1976, p. 23. Nota: Muchos musulmanes dicen que Ayisha tenía 9 años.] De acuerdo a historiadores musulmanes, Mahoma tenía 9 esposas reseñadas y más de 20 como algunos otros estiman.
La Kaaba, Santuario Musulmán
En el corazón de La Meca está la Kaaba —cubo en árabe— un santuario de aproximadamente 18 metros × 18 metros × 18 metros, la cual contiene cientos de ídolos y es conocida como la Casa de Alá. Finalmente, Alá fue reconocido como deidad suprema, aunque lo adoraban con otras deidades. Se cree que la Kaaba fue construida por Abraham e Ismael, el hijo de la sierva Agar, en el mismo santuario que Adán le levantó al Dios revelado de la Biblia. En la esquina oriental de la Kaaba se encuentra la Piedra Negra llamada en Árabe, «Hajar al Aswad» y se cree que sea un meteorito.