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Por, Tony Miano
Editado por, Matt Slick
El término «gran comisión», su teología asociada y filosofía de ministerio deriva de Mateo 28:18-20:
«Acercándose Jesús, les dijo: «Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra. 19 Vayan, pues, y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, 20 enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado; y ¡recuerden! Yo estoy con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo«».
Un versículo complementario es el pasaje de Hechos 1:8:
«pero recibirán poder cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes; y serán Mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra».
¿Qué es la «gran comisión»?
Es el plan de Dios para edificar Su iglesia. Este involucra Su cuerpo, es decir, Su Iglesia y consta de: hacer discípulos, su confirmación y afirmación, y la enseñanza permanente de antiguos y nuevos discípulos.
Una persona no puede ser un discípulo verdadero de Jesucristo hasta que haya «nacido de lo alto» o «nacido de nuevo», o sea, llegar a un arrepentimiento genuino y poner su fe sólo en el Señor Jesucristo. Por lo tanto, el primer paso para llevar a cabo la gran comisión, es el evangelismo. Una persona debe ser hecha un discípulo antes de que pueda afirmar que es un discípulo. Dios, a los cristianos, les ordena ir a todo lugar, desde su zona cómoda en casa hasta los confines de la tierra para llevar el evangelio a un mundo no salvado.
¿Qué Debe Hacer un Seguidor de Jesucristo?
Una vez que una persona es seguidora de Jesucristo —un aprendiz, un estudiante, un discípulo— debe testificar públicamente a través de la ordenanza del bautismo, el cual tiene dos propósitos. Primero: Para el discípulo es la declaración externa del cambio interno de su corazón y mente. Quien lleva esto a cabo es Jesucristo, a través del Espíritu Santo. Segundo: El bautismo también sirve como un medio para la asamblea local de creyentes (la iglesia) para confirmar que el discípulo es un seguidor de Cristo y para afirmar su entrada en la familia cristiana.
La Responsabilidad del Discípulo de Cristo
Este discípulo, es bienvenido al cuerpo de Cristo por medio de la ordenanza del bautismo. A partir de ahí, será su responsabilidad, hasta el regreso del Señor, «enseñándoles a guardar todo lo que les he mandado …» La gran comisión no termina con el evangelismo. Esta es sólo el comienzo. Incluye la responsabilidad de cada cristiano a crecer en su fe en Cristo y en el entendimiento de Su Palabra.