Visite También Nuestras Secciones: Grupos Religiosos y Cultos no Cristianos
Listado de Grupos y Movimientos
Regresar a: Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial
Abreviaturas: IDSMM: Iglesia de Dios Sociedad Misionera Mundial.
Nota: A menos que se diga lo contario, las citas son tomadas de la Nueva Biblia de las Américas — NBLA.
Por, Luke Wayne
12 de agosto de 2016
Si se Llama a Dios «Padre» ¿Existe una «madre divina»?
La IDSMM, afirma que realmente existen dos dioses: Un dios padre y una diosa madre. Ellos argumentan que debido al hecho de que Dios es llamado «padre», prueba de que también debe haber una «madre», ya que dicen que la madre es definicional a la palabra «padre». Demos un ejemplo en sus propias palabras:
- «Hay una razón definida de que Dios enseñó a Sus discípulos a llamarle Padre. El título paternal ‘padre’, fue usado porque seguramente existe un opuesto maternal a Dios el Padre. La Biblia enseña que también Dios es nuestra Madre». [1. https://www.wmschurchofgod.org/heavenly-mother/heavenly-family-system/ (Consultado el 11/08/16.]
- «La existencia de un padre indica, naturalmente, que hay hijos. Los hijos sólo pueden tener vida si existe una madre porque es la madre la que da a luz. Cristo nos mostró como orar al Padre en los cielos, porque como hijos de Dios, también tenemos a Dios nuestra Madre». [2. https://www.wmschurchofgod.org/heavenly-mother/god-the-mother/ (Consultado el 11/08/16).]
- «Sabemos que Dios el Padre existe (Mateo 6:9), pero debido a que el término para describir a Dios es plural —más de uno— tiene que haber otro Dios presente. El término ‘padre’ es usado sólo entre la familia. Así que, si observamos el sistema familiar, podemos entender quien está ausente».[3. https://www.wmschurchofgod.org/heavenly-mother/elohim-god/ (Se entró el 11/08/16).]
Lógica Simple al Argumento
Ciertamente, existe una lógica simple a este argumento. Sin embargo, aquí se ignora la información bíblica que explica claramente a Dios como Padre sin la necesidad de inventarse o imaginarse una esposa celestial. Considere, por ejemplo, cómo fue ese Dios como Padre a la nación de Israel:
- «¿Así pagan ustedes al SEÑOR, Oh pueblo insensato e ignorante? ¿No es Él tu Padre que te compró? Él te hizo y te estableció» (Deuteronomio 32:6).
Israel no son los hijos de un padre y madre divina. Dios es su Padre, en el sentido de que Él los hizo a ellos y también en el sentido de que Él los estableció, o redimió e hizo para Él mismo. Estas ideas las vemos también en Isaías:
Isaías
- 63:16: «¡No la reprimas, porque Tú eres nuestro padre! Aunque Abraham no nos conozca e Israel nada sepa de nosotros, Tú, YHVH eres nuestro Padre, que nos está redimiendo. ¡Tu Nombre ha estado sobre nosotros desde la eternidad!» (Biblia Textual IV Edición).
- 64:8: «Sin embargo, oh YHVH, Tú eres nuestro Padre; Nosotros la arcilla y Tú nuestro alfarero, Todos nosotros, obra de tus manos» (BTX IV Edición).
Vemos una vez más que Dios es el Padre de Israel porque Él los creó y los redimió como Su posesión. Piense sobre esto por un minuto. Cuando nosotros llamamos a Henry Ford el padre de la industria automotriz, no significa que también tiene que existir una mujer que dio luz a la industria automotriz. Cuando decimos que Adam Smith es el padre de la económica moderna, nadie nos pregunta dónde está la madre. Aquel que fundó, estableció o creó una cosa es su «padre» sin necesidad de una madre. Cuando Malaquías escribe:
- «¿No tenemos todos un mismo padre? ¿No nos ha creado un mismo Dios?» (Malaquías 2:10a).
Malaquías le atribuye a Dios Su paternidad en cuanto a la creación, no a una relación marital y de reproducción. Nada en el lenguaje insinúa la idea de una madre. De igual manera, la idea de la redención no necesita una madre. Más bien, presenta un cuadro de alguien que es un Padre a Sus hijos por adopción. Pero no que Él sea su ancestro biológico sino que ha escogido hacerlos Suyos. El Nuevo Pacto también usó este lenguaje explícitamente para la paternidad del Dios de Israel y de Su nuevo pueblo en Su nuevo pacto.
Romanos
- 8:15: «Pues ustedes no han recibido un espíritu de esclavitud para volver otra vez al temor, sino que han recibido un espíritu de adopción como hijos, por el cual clamamos: ‘¡Abba, Padre!’».
- 9:3-4: «Porque desearía yo mismo ser anatema, separado de Cristo por amor a mis hermanos, mis parientes según la carne. 4 Porque son israelitas, a quienes pertenece la adopción como hijos, y la gloria, los pactos, la promulgación de la ley, el culto y las promesas».
Efesios
- 1:5: «nos predestinó para adopción como hijos para sí mediante Jesucristo, conforme a la buena intención de Su voluntad».
Gálatas
- 4:4-5: «Pero cuando vino la plenitud del tiempo, Dios envió a Su Hijo, nacido de mujer, nacido bajo la ley, 5 a fin de que redimiera a los que estaban bajo la ley, para que recibiéramos la adopción de hijos».
Cuando Dios redime un pueblo, Él los adopta como Sus hijos y se vuelve un Padre para ellos. Una vez más, esto no requiere, ni tampoco insinúa la necesidad de una madre. Nos volvemos hijos de Dios a través de la redención a través de la adopción, no a través de las relaciones familiares. Dios es nuestro Padre por Su elección y por Su obra redentora en nuestro beneficio. ¡Este es el corazón del evangelio!
Finalmente, debemos notar que uno puede ser un Padre relacionalmente, sin necesidad de una madre. Por ejemplo, José, cuando fue elevado al más alto cargo en Egipto y fue el consejero, guía y administrador confiable de Faraón, pudo decir:
- «Ahora pues, no fueron ustedes los que me enviaron aquí, sino Dios. Él me ha puesto por padre de Faraón y señor de toda su casa y gobernador sobre toda la tierra de Egipto» (Génesis 45:8).
Nadie le diría a José: «Entonces, ¿a quién le ha hecho Él madre para Faraón? ¡Él no puede hacerlo a usted padre sin que le haya hecho madre a alguien!». Esta sería una respuesta absurda al tema de José. Estaba usando la palabra «padre» para describir la relación entre ellos, no de sus lazos biológicos familiares. De igual manera, el apóstol Pablo llama a Timoteo, «amado hijo» (2ª Timoteo 1:2). También Pablo le escribe a la iglesia en Corinto:
- «Porque aunque ustedes tengan innumerables maestros en Cristo, sin embargo no tienen muchos padres; pues en Cristo Jesús yo los engendré por medio del evangelio» (1ª Corintios 4:15).
Conclusión
Ninguno de los anteriores pasajes, exige que Pablo tuviera una esposa o una contraparte femenina, para que sea la madre de Timoteo o para los cristianos en Corinto. Una vez más, estos pasajes están describiendo una relación. Cuando pensamos en la Trinidad, Dios mismo es Padre, Hijo y Espíritu. Como siempre, Dios es Padre. El Hijo no llegó a existir como ser en algún momento del tiempo, ni tampoco necesitó de una madre para existir. El Hijo es eterno. Es llamado «Hijo» y el Padre es llamado «Padre» debido a que ambos términos describen mejor su relación. Esto no tiene nada que ver con los orígenes o el ciclo de la vida. Vemos entonces que no existe nada inherente en el título «padre» que demande la existencia de una madre. Cuando la Biblia se refiere a Dios el Padre, siempre lo hace de formas que ejemplifican Su poder, obra y relación dentro de Su mismo ser trinitario y para Su pueblo redimido. Nada de lo anterior, implica un segundo «dios» o una contraparte materna. De hecho, insistir en una segunda deidad, sería, disminuir totalmente esta maravillosa verdad acerca del único y solo Dios vivo y verdadero.