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No. Dios no salvará a todos. De hecho, la Biblia nos dice que hay quienes irán al castigo eterno:
- «Y estos irán al castigo eterno, pero los justos a la vida eterna» (Mateo 25:46)
- «Estos sufrirán el castigo de eterna destrucción, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder» (2ª Tesalonicenses 1:9).
- «Y el humo de su tormento asciende por los siglos de los siglos; y no tienen reposo, ni de día ni de noche, los que adoran a la bestia y a su imagen, y cualquiera que reciba la marca de su nombre” (Apocalipsis 14:11).
- «Y el diablo que los engañaba fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde también están la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos» (Apocalipsis 20:10).
- «Pero los cobardes, incrédulos, abominables, asesinos, inmorales, hechiceros, idólatras y todos los mentirosos tendrán su herencia en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda» (Apocalipsis 21:8).
Como puede ver, hay personas que sí irán al «lago de fuego y azufre». Pero ¿por qué? La razón, es que ellos no han creído en Jesús como Salvador para que así, sean librados del justo juicio de Dios:
- Dios es santo, y Sus ojos son muy limpios «para ver el mal»:
- «Muy limpios son tus ojos para mirar el mal, y no puedes contemplar la opresión. ¿Por qué miras con agrado a los que proceden pérfidamente, y callas cuando el impío traga al que es más justo que él?» (Habacuc 1:13).
- Él ordena a todo hombre y mujer que se arrepienta:
- «Por tanto, habiendo pasado por alto los tiempos de ignorancia, Dios declara ahora a todos los hombres, en todas partes, que se arrepientan» (Hechos 17:30).
- Él quiere que las personas se vuelvan de sus pecados y venga al arrepentimiento:
- «El Señor no se tarda en cumplir su promesa, según algunos entienden la tardanza, sino que es paciente para con vosotros, no queriendo que nadie perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento» (2ª Pedro 3:9).
- No existe otro nombre, diferente al de Jesús, en el que el ser humano sea salvo:
- «Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres, en el cual podamos ser salvos» (Hechos 4:12).
Debido a las anteriores verdades, cada ser humano necesita creer en lo que Cristo ha hecho en la cruz. Ellos, necesitan recibir a Jesús: «Pero a todos los que le recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en su nombre» (Juan 1:12), porque Él es el único camino para ser librado del justo juicio de Dios que ha venir sobre todo ser humano sino se arrepiente. Debido a que las personas no se dirigen a Él, enfrentarán consecuencias eternas.
Por lo tanto, hay y habrá personas en el «lago que arde con fuego y azufre» (Apocalipsis 21:8) porque no han creído en la obra de Jesús, el cual es, Dios en carne (Juan 1:1, 14; Colosenses 2:9), quien llevó nuestros pecados en la cruz, y resucitó de entre los muertos tres días después (1ª Corintios 15:1-4). Jesús hizo todo lo que es necesario, esta es la razón por la que somos hechos justos delante de Dios, por la sola, y no por algo que pensemos que podemos hacer:
- «Porque por gracia habéis sido salvados por medio de la fe, y esto no de vosotros, sino que es don de Dios; 9 no por obras, para que nadie se gloríe» (Efesios 2:8-9)
- «Por tanto, habiendo sido justificados por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo» (Romanos 5:1).
Por lo tanto, para todos aquellos que no creen en Cristo para que sea Él quien los libre del justo juicio de Dios por sus pecados, irán a ese lago descrito en Apocalipsis 21:8.