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21 de junio de 2009
No es fácil responder esta pregunta porque depende de la persona y la situación. Una simple respuesta no siempre funciona. Por lo tanto, debe hacerle preguntas para descubrir lo que la persona cree antes de empezar a defender la Biblia. Pregunte si la persona es atea, musulmana, escéptica o agnóstica. Pregúntele si cree en la evolución, en los extraterrestres o en nada. Si la persona cree en Dios, pregúntele, en cuál «dios». ¿Cree que Dios está en todos nosotros, o que Dios es parte del universo, o si Dios es un ser personal? Usted debe hacer preguntas antes de empezar a enseñar. Debe descubrir cuáles son las presuposiciones de esa persona para después, abordarlas. Debe preparar el terreno antes de plantar la semilla. Vea si las presuposiciones de la persona son lógicas o no; si están de acuerdo con los hechos relacionados con la historia, la Biblia, el cristianismo u otros temas. Averigüe si la persona solo se está haciendo la difícil o si realmente quiere hablar. Todas estas cosas son importantes y afectan el desarrollo de la conversación.
Tomemos a un ateo, por ejemplo. No creerá que la Biblia es la Palabra de Dios porque no cree en Dios. Entonces, primero debe discutir el tema de la existencia de Dios. De otro lado, un musulmán, cree en un dios, pero sin duda sacará a relucir supuestas contradicciones en la Biblia en un intento por desacreditarla. Es posible que un hindú ni siquiera sepa qué es realmente la Biblia. Un budista realmente no cree en la existencia de un Dios, así que ese es un obstáculo que tendría que superar. Debe hacer preguntas para conocer a la persona. A continuación, se muestra un breve resumen de cómo hacer esto:
- Pregunte sobre las creencias de la persona: ¿Cree en Dios o no?
- Si la persona no cree en Dios, debe discutir esto antes de ir a la Biblia.
- Si la persona cree en Dios, entonces …
- Pregunte en cuál religión está la persona: si es budista, hindú, musulmana, mormona, etc.
- Pregunte por qué la persona no cree que la Biblia es la Palabra de Dios.
- A la respuesta de la persona, pregunte «por qué». A veces es bueno repetir la respuesta en forma de pregunta. Por ejemplo:
- Si la persona dice que la Biblia tiene contradicciones, pregunte: «¿Por qué cree que la Biblia tiene contradicciones?» o, «¿Tiene algún ejemplo de contradicciones?» o, «¿Cuáles son esas evidencias de esas contradicciones?».
- Si la persona le da algunas razones, examina entonces los textos para ver si realmente existe una contradicción. Si no sabe la respuesta, diga que no, investigue un poco y proporcione la respuesta más tarde.
- Si la persona simplemente dice que no cree en Dios, pero no tiene razón justificable, pregúntele, «¿Por qué no? ¿Tiene razones sólidas para afirmar esto?».
- Escuche la respuesta y haga más preguntas. Aprenda más.
- Si la persona dice que la Biblia tiene contradicciones, pregunte: «¿Por qué cree que la Biblia tiene contradicciones?» o, «¿Tiene algún ejemplo de contradicciones?» o, «¿Cuáles son esas evidencias de esas contradicciones?».
- Examine las respuestas dadas para ver si son ilógicas, equivocadas o emocionales.
- Ilógico: A veces la crítica de las personas hacia la Biblia no es racional. Por ejemplo, alguien podría decir que la Biblia no puede ser la Palabra de Dios porque es antigua. Pero por considerarla antigua no significa que no sea de Dios.
- Inexacta: A veces las personas tienen información inexacta sobre la Biblia. Por ejemplo, alguien podría decir que no es más que historias de ficción, o que se ha cambiado tanto que no se puede confiar en esta. Pero la verdad, la Biblia no es una obra de ficción y no se ha cambiado.
- Emocional: A veces la gente simplemente odia la religión, a Dios o a cualquier cosa que exija moral. Otras veces la gente odia la idea de que Jesús es Dios encarnado, o que Él es el único camino a la salvación. Las emociones no deben dejarse de lado. Escuche sus respuestas y corrija suavemente y dirija a las personas hacia Dios.