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17 de octubre de 2014
¿Qué es Opresión Demoníaca?
Es la obra de fuerzas espirituales malignas que nos impulsan a pecar, a negar la Palabra de Dios, a sentirnos espiritualmente muertos, y a estar en esclavitud en cosas pecaminosas. Esta obra opresiva es realizada por fuerzas espirituales malignas que se resisten a Dios, y que pecaron en su primer estado (Judas 1:6). Estas fuerzas demoníacas guerrean contra Dios y Su pueblo, y también contra los incrédulos. Su objetivo es llevar al mayor número posible de personas a la rebelión contra Dios y a la condenación en el lago de fuego y azufre. La opresión demoníaca puede experimentarse de varias maneras.
Dolencias Físicas
Como insomnio, pesadillas, fuerte ansiedad, automutilación, adicciones y enfermedades físicas.
Muerte Espiritual
Incluye apatía e ira hacia Dios, interés por falsos sistemas religiosos.
Trastornos Emocionales
Arrebatos regulares de ira, niveles emocionales altos y bajos, autojustificación, miedo, desesperanza, fijaciones anormales, etc.
Dificultades Económicas
Como presiones financieras constantes e inusuales. A veces, muchas cosas van mal, todas muy deprisa, y nos causan una gran tensión financiera.
Todo lo Negativo: ¿Opresión Demoníaca?
Por supuesto, debemos tener mucho cuidado de no afirmar que todo lo negativo que experimentamos es opresión demoníaca. A veces las dolencias físicas son causadas por falta de sueño adecuado, mala alimentación, gérmenes o enfermedades. La muerte espiritual puede ser causada por los efectos de problemas físicos, y a veces nuestra falta de madurez emocional puede complicar nuestro entendimiento de Dios y resultar en que no podamos descansar en Él. Muchas veces la gente no tiene opresión demoníaca, y la realidad es que simplemente no saben cómo controlarse, su ira, o sus lujurias. Y en cuanto a las situaciones financieras, tenemos que tener cuidado de no estar gastando más de lo que recibimos y de alguna manera culpar de nuestras dificultades financieras a fuerzas demoníacas.
El Señor Ata a Nuestro Enemigo
Siempre es una buena idea pedirle al Señor que ate al maligno a nuestro favor. Los cristianos tenemos autoridad en el nombre de Jesucristo para resistir al mal y tenemos garantizada la victoria final en Cristo. Pero, a veces Dios permite que nos sucedan cosas, incluso ataques demoníacos, para probar nuestra fe y purificarla. Recuerde, en todas nuestras luchas debemos ser fieles y confiar en el Señor. Así que antes de asignar algo a la opresión demoníaca, asegúrese de que esté durmiendo lo suficiente, comiendo bien, haciendo ejercicio, y que esté trabajando para controlar su comportamiento emocional. Entonces, después de orar, sería tiempo de considerar la opresión demoníaca si las cosas en su vida son inusualmente difíciles.