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Título Original: ¿Cuál es la Alta Crítica y el Método Crítico Histórico de Examinar la Biblia?
22 de mayo de 2016
La alta crítica, conocida también como el método crítico histórico, es un método para examinar la Biblia que busca descubrir lo que significaba originalmente en los varios documentos escritos en su cultura y época. Este acercamiento asume una perspectiva secular y niega la inspiración sobrenatural de las Escrituras. Por lo tanto, sus conclusiones estarán en armonía con una cosmovisión secular, no sobrenatural. Esto niega automáticamente la posibilidad de la profecía y la inspiración de Dios. La alta crítica está en contraste con el bajo criticismo, el cual es el examen de los textos físicos, su origen, su fiabilidad y la transmisión de estos.
La Hipótesis Documentaria
Un ejemplo de la alta crítica es la hipótesis documentaria, la cual es un intento para explicar el origen de los cinco primeros libros de Moisés: Génesis, Éxodo, Levítico, Números, y Deuteronomio. La hipótesis documentaria propone cuatro autores principales en el pentateuco: J (Yahvista), E (Elohísta), P (Sacerdotal), y D (Deuteronómicas). Esto también se conoce como la hipótesis Graf-Wellhausen. Esta teoría propuso que existen secciones dentro de los primeros cinco libros que demuestran una variedad de estilos y concentraciones de palabras. Como un ejemplo, esta teoría asegura que existen lugares en el pentateuco donde la palabra YHVH ocurre más que Elohim. Esto se debe a que un autor se inclinaba más a usar una palabra o frase más que otro autor, y estas diferencias lingüísticas demostrarían múltiples autores. Esta metodología presenta su problema.
Los Textos Antiguos de las Escrituras
La alta crítica, y una vez más, conocida como el método crítico histórico, trata los textos antiguos de la Biblia desde una perspectiva totalmente secular. La presuposición de la necesidad secular para excluir toda posibilidad sobrenatural con relación al origen de los documentos significa que cualquier texto que tenga una naturaleza profética en estos, y que encuentre cumplimiento en los acontecimientos, tuvo que haber sido escrito después que ocurrieran los eventos.
Comentario
- «El estudio crítico de los métodos y fuentes literarias, usados por los autores de (especialmente) los libros del Viejo Pacto y del Nuevo, a diferencia del criticismo textual (‘el bajo’), el cual está preocupado solamente con la recuperación del texto de los Libros como salió de las manos de sus autores. La frase, la cual es usada ahora muy poco, se extendió desde su uso por W. R. Smith en el Viejo Pacto, en la iglesia judía (1881; página 105)».[1. Cross, F. L., and Elizabeth A. Livingstone, eds. The Oxford Dictionary of the Christian Church. Oxford; New York: Oxford University Press, 2005.]
Historia del Criticismo
El criticismo de la Biblia, como un documento confiable y auténtico, empezó desde temprano, en el siglo 2º d. C. con los gnósticos, quienes entre otros, dudaron de la autenticidad y autoría mosaica del Pentateuco (los primeros cinco libros del Viejo Pacto). El criticismo bíblico de las Escrituras surgió en los siglos 18 y 19 con la teoría de los «dos autores» sobre el origen del Pentateuco, fundamentada en la E (Elohísta) y en la J (Yahvista), y posteriormente con la teoría de los «cuatro autores».
Inspiración
- «Toda Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, equipado para toda buena obra» (2ª Timoteo 3:16-17).
Diferentes Teorías
Si alguien presupone que, 1) Dios no existe o 2) Que las Escrituras no pueden ser inspiradas, entonces, todo tipo de teorías deben levantarse para dar cuenta de las huellas dactilares de lo sobrenatural dentro de los textos bíblicos. Entre otros, tenemos, la profecía del lugar de nacimiento de Jesús, Su entrada triunfal en Jerusalén, Su crucifixión y resurrección, etc. Los presuposicionistas seculares, encontrarán respuestas en el criticismo alto. En este, los cristianos, que sostienen la existencia de Dios no tendrán problemas en reconocer la autoría milagrosa de la Biblia. Los cristianos no están limitados por estas difíciles exigencias del secularismo que son, injustificadamente colocadas sobre la Biblia.