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No es fácil definir a Dios. Podemos ofrecer definiciones, pero generalmente estas definiciones describen los atributos de Dios. Podemos decir que Dios es omnisciente, omnipotente, omnipresente, santo, perfecto, puro, sabio, etc. Entendemos estos conceptos, pero no significa que estamos describiendo exactamente la esencia de lo que es Dios. Pero esto, es de esperarse porque Dios es totalmente diferente de lo que somos. Él es, «completamente otro». Esto significa que Él no es físico como lo somos nosotros. Él no está limitado al espacio o al tiempo como nosotros. Él es diferente, no es igual a nosotros. Por lo tanto, cuando lo describimos, podemos describirlo solamente de formas familiares a nosotros, aunque estas descripciones nunca serán totalmente suficientes.

Tome, por ejemplo, a la humanidad. ¿Cómo definiríamos adecuadamente la esencia de humanidad? Reconocemos lo que es, pero no podemos definirla perfectamente sin mencionar sus atributos. Por ejemplo, ser humano significa ser capaz de razonar, conocer, amar, odiar, interactuar con otros en estructuras conceptuales sofisticadas las cuales tratan con la moral, la justicia y el amor. Pero esos, son atributos. ¿Cómo describimos la misma esencia de lo que somos? No podemos. ¿Significa esto que la humanidad no existe? ¡Claro que no!

Los Ateos y Dios

Con frecuencia los ateos les piden a los cristianos que definan lo que es Dios, no, por Sus atributos, sino que lo definan a partir de Su esencia. Cuando los cristianos fallan en definir lo que es Dios, el ateo reclama que aun los cristianos no pueden definir lo que es Él. Por lo tanto, con frecuencia afirman que hablar acerca de Dios no tiene sentido. Creemos que esto, es solo un intento más para continuar negando a Dios y Su existencia.

Cuando se le pide a un ateo que defina lo que es la humanidad, sin mencionar sus atributos, colocan a un lado la pregunta, ignorándola o bien cambiando de tema. Pero si está bien que los ateos les piden a los cristianos definir a Dios sin usar Sus cualidades atributivas (es decir, definirlo a partir de Su esencia), ¿por qué entonces no es correcto preguntarle al ateo que defina la humanidad con el mismo criterio? Y si los ateos no pueden, ¿significa esto que la humanidad no existe o que la discusión acerca de la humanidad no tiene sentido? ¡Claro que no! Lo mismo sucedería con relación a las discusiones acerca de Dios, Ningún ser es capaz de describir la esencia de lo que Dios es sin mencionar Sus atributos y esto, no significa que una discusión acerca de lo que es y no es Dios no tendría sentido.

Por Matt Slick

Presidente y Fundador del Ministerio de Apologética e Investigación Cristiana. Matt obtuvo su Licenciatura en Ciencias Sociales en la Universidad Concordia, en Irvine, California en 1988. Obtuvo su Maestría en Divinidades en el Seminario Teológico de Westminster en Escondido, California en 1991.

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