Esta es la última entrega del Evangelio de Mateo: Capítulo 26 – Parte III.
Evangelio de Mateo: Capítulo 26 – Parte III
Mateo 26:26-30: Se Instituye la Cena del Señor
- «26 Mientras comían, Jesús tomó pan, y habiéndolo bendecido, lo partió, y dándoselo a los discípulos, dijo: «Tomen, coman; esto es Mi cuerpo». 27 Y tomando una copa, y habiendo dado gracias, se la dio, diciendo: «Beban todos de ella; 28 porque esto es Mi sangre del nuevo pacto, que es derramada por muchos para el perdón de los pecados. 29 Les digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día cuando lo beba nuevo con ustedes en el reino de Mi Padre». 30 Y después de cantar un himno, salieron hacia el monte de los Olivos» (NBLA).
Analizando el Contexto de Mateo 26:26-30
El pan, mencionado en el v. 26, es, obviamente un pan sin levadura, conocido también como «el pan del sufrimiento» (lechem oni) o «pan de aflicción»:
- «No comerás la Pascua con pan con levadura. Siete días comerás con ella pan sin levadura, pan de aflicción (porque aprisa saliste de la tierra de Egipto), para que recuerdes todos los días de tu vida el día que saliste de la tierra de Egipto» (Deuteronomio 16:3 — NBLA — Énfasis añadidos).
- «Cómelo junto con pan preparado sin levadura. Durante siete días prepararás sin levadura el pan que comas, tal como cuando saliste de Egipto con tanto apuro. Come ese pan—el pan del sufrimiento—para que recuerdes toda tu vida el día que saliste de Egipto» (Deuteronomio 16:3 — NTV — Énfasis añadidos).
Simbolismo del «pan» en la Tradición Cristiana
Simbólicamente hablando, debido a que Jesús se encontraba físicamente presente, «pan» se debe entender como símbolo de Su cuerpo, el cual cargaría los pecados de todos:
- «Él mismo cargó nuestros pecados sobre su cuerpo en la cruz, para que nosotros podamos estar muertos al pecado y vivir para lo que es recto. Por sus heridas, ustedes son sanados» (1ª Pedro 2:24 — NTV).
Además, la tradición cristiana encuentra en este pan sin levadura una prefiguración profética de Cristo, el «varón de dolores» de Isaías 53:3, quien cargó sobre Sí el sufrimiento de la humanidad. El simbolismo es extraordinariamente rico: así como el pan ázimo era cuidadosamente preparado sin levadura —símbolo bíblico del pecado y la corrupción— de otro lado, Cristo vivió sin pecado.
Significado Especial en Este Acto
Esto cobra especial significado en la institución de la Cena del Señor, donde Cristo mismo tomó el pan sin levadura de la Pascua y afirmó: «Esto es Mi cuerpo que es para ustedes; hagan esto en memoria de Mí» (1ª Corintios 11:24 — NBLA). Al participar de la comunión, los creyentes no solo recuerdan el sacrificio histórico de Cristo, sino que proclaman Su muerte redentora hasta Su regreso, encontrando en cada fragmento del pan un recordatorio tangible del amor divino que se entregó completamente por nuestra salvación.
Las Bendiciones del «pan» y del «vino»
- Birkat Hamoetz:
- Se dice antes de comer pan sin levadura, agradeciendo a Dios por haberlo creado: «Bendito Tú, oh Señor, nuestro Dios, Rey del universo, que sacas pan de la tierra».
- Birkat HaGrape:
- Se recita antes de beber vino, agradeciendo a Dios por haber creado la vid: «Bendito Tú, oh Señor, nuestro Dios, Rey del universo, que creas el fruto de la vid».
En la actualidad, el Cuerpo de Cristo, al bendecir el pan, recuerda Su cuerpo y el vino, Su sangre.
NOTA:
Es importante aclarar que nosotros los cristianos NO sostenemos la doctrina errónea del catolicismo romano de que, en la cena, los elementos se convierten literalmente en el cuerpo y la sangre de Cristo. Si realmente fuera así, los católicos serían caníbales ya que estarían «comiéndose» el cuerpo del Señor. Y si estuvieran bebiendo la sangre de Cristo serían «sanguinarios». También se les puede llamar «bebedores de sangre» o «vampiros clínicos». El término «hematofagia» se refiere al acto de alimentarse de sangre en general, y puede aplicarse a personas que se alimentan de animales o humanos.
¿Por qué era Importante la «sangre»?
1. Es símbolo de la vida:
- La sangre siempre ha sido vista como la existencia. Por eso, la sangre de un animal, especialmente en los sacrificios, representaba la vida que se ofrecía para buscar el perdón y la reconciliación con Dios.
2. Expiaba el pecado
- La sangre de los animales era derramada como símbolo para cubrir los pecados de los israelitas. Así, obtenían acceso a Dios y a Su presencia en el santuario.
3. Ratificaba los pactos
- En todos los casos en los que Dios iniciaba un pacto con los hombres la sangre ratificaba o sellaba el pacto. Por ejemplo, cuando Moisés roció al pueblo con sangre animal para simbolizar el compromiso de obedecer las leyes de Dios (Leer, Éxodo 24:1-8).
Símbolo de la Sangre en el Nuevo Pacto
Además de simbolizar el inicio de un nuevo pacto, Su sangre es el sacrificio final y definitivo para la expiación de los pecados del mundo, permitiendo que los creyentes tengan acceso a Dios y reciban perdón y vida eterna.
- «Ustedes deben cuidarse a sí mismos, y cuidar a los miembros de la iglesia de Dios. Recuerden que el Espíritu Santo los puso como líderes de la iglesia, para que cuiden a todos los que Dios salvó por medio de la sangre de su propio Hijo» (Hechos 20:28 — TLA — Énfasis añadido).
- «Entonces, ya que hemos sido hechos justos a los ojos de Dios por la sangre de Cristo, con toda seguridad él nos salvará de la condenación de Dios» (Romanos 5:9 — NTV — Énfasis añadido).
- «Dios es tan rico en gracia y bondad que compró nuestra libertad con la sangre de su Hijo y perdonó nuestros pecados» (Efesios 1:7 — NTV — Énfasis añadido).
Evangelio de Mateo: Capítulo 26 – Parte III
- «… hasta aquel día … » (Mateo 26:29).
- «… después de cantar un himno …» (Mateo 26:30).
Evangelio de Mateo: Capítulo 26 – Parte III
Mateo 26:31-35: Jesús Profetiza la Negación de Pedro y Su Resurrección
- «31 Entonces Jesús les dijo: «Esta noche todos ustedes se apartarán [skandalisthēsesthe] por causa de Mí, pues escrito está: “Heriré al pastor, y las ovejas del rebaño se dispersarán”. 32 Pero después de que Yo haya resucitado, iré delante de ustedes a Galilea». 33 Pedro le respondió: «Aunque todos se aparten por causa de Ti, yo nunca me apartaré». 34 Jesús le dijo: «En verdad te digo que esta misma noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces». 35 Pedro le dijo: «Aunque tenga que morir junto a Ti, jamás te negaré». Todos los discípulos dijeron también lo mismo» (NBLA).
El Señor profetizó no solo la negación de Pedro sino la del resto de Sus apóstoles al afirmar que «todos se apartarán por causa de Mí» (v. 31).
Profecía de Zacarías 13:7 y Mateo 26:31
Esta es una de las profecías mesiánicas más significativas del Viejo Pacto. Efectivamente, tienen una relación directa con el abandono de los apóstoles a Jesús:
- «Despierta, espada, contra Mi pastor, Y contra el hombre compañero Mío», Declara el Señor de los ejércitos. «Hiere al Pastor y se dispersarán las ovejas, Y volveré Mi mano contra los pequeños» (Zacarías 13:7 — NBLA).
Elementos Claves en la Profecía
Primera Parte:
- La «espada» simboliza el juicio divino que cayó sobre Cristo cuando fue herido por nuestros pecados. Este acto, aunque realizado por manos humanas, fue permitido y llevado a cabo según el propósito soberano del Padre. La espada también representa el máximo poder judicial, como se menciona en Romanos 13:4, donde las autoridades son llamadas «al servicio de Dios para cumplir el propósito específico de castigar a los que hacen lo malo» (NTV). Pero también pueden ejercer justicia con autoridad. Simbólicamente, la espada puede representar cualquier instrumento utilizado para quitar la vida, ya sea física o espiritualmente.
- «Mi Pastor»
- Dios Padre se refiere a Cristo como «mi Pastor». Esto indica una relación especial entre el Padre y el Hijo.
Segunda Parte:
- «Y contra el hombre compañero Mío [‘ă·mî·ṯî]»
- Esta expresión «‘ă·mî·ṯî» propone un sentido de igualdad, alguien cercano y de la misma naturaleza.
- «y se dispersarán las ovejas»: Sus apóstoles huirían al momento del arresto de Jesús: «Pero todo esto debe suceder para que se cumpla lo que anunciaron los profetas. En ese momento, todos los discípulos abandonaron a Jesús y huyeron» (Mateo 26:56 — TLA).
- «Y volveré Mi mano contra los pequeños»: Es con referencia a la destrucción que vendría sobre aquellos que rechazarían a Jesús, incluyendo a los que se consideraban importantes, pero realmente eran insignificantes en el plan de Dios.
Significado de «skandalisthēsesthe»
Con relación a la palabra «skandalizó» HELPS Word-studies registra: Cognado: 4624 skandalízō – propiamente, poner una trampa («escollo«); (figuradamente) “impedir que uno tenga una conducta o pensamientos correctos; hacer tropezar» – literalmente, «caer en una trampa» (Abbott-Smith). Ver 4625 (skándalon).[1. https://bibliaparalela.com/greek/4624.htm. Consultado el 22/06/2025.]
Mateo 26:32: «Pero después de que Yo haya resucitado, iré delante de ustedes a Galilea»
De forma similar estas palabras de Jesús fueron repetidas por el ángel en el relato de Mateo 28:7: «Vayan pronto, y digan a Sus discípulos que Él ha resucitado de entre los muertos; y Él va delante de ustedes a Galilea; allí lo verán. Miren, se lo he dicho a ustedes» (NBLA).
Posteriormente, en ese mismo capítulo 28 y en los versículos 10 y 16 se registran las palabras de Jesús: «10 Entonces Jesús les dijo: «No teman. Vayan, avisen a Mis hermanos que vayan a Galilea, y allí me verán. 16 Pero los once discípulos se fueron a Galilea, al monte que Jesús les había señalado» (NBLA).
Jesús Profetiza la Negación de Pedro
- «33 Pedro le respondió: «Aunque todos se aparten por causa de Ti, yo nunca me apartaré». 34 Jesús le dijo: «En verdad te digo que esta misma noche, antes que el gallo cante, me negarás tres veces». 35 Pedro le dijo: «Aunque tenga que morir junto a Ti, jamás te negaré». Todos los discípulos dijeron también lo mismo» (NBLA).
Como siempre, Pedro responde abruptamente afirmando algo que no podría cumplir. Así se lo confirma Jesús. Aunque sigue insistiendo y los discípulos hayan dicho lo mismo, todos lo abandonarían.
Evangelio de Mateo: Capítulo 26 – Parte III: La Oración Angustiosa de Jesús
Mateo 26:36-46
vv. 36-41:
- «36 Entonces Jesús llegó con ellos a un lugar que se llama Getsemaní, y dijo a Sus discípulos: «Siéntense aquí mientras Yo voy allá y oro». 37 Y tomando con Él a Pedro y a los dos hijos de Zebedeo, comenzó a entristecerse y a angustiarse. 38 Entonces les dijo: «Mi alma está muy afligida, hasta el punto de la muerte; quédense aquí y velen junto a Mí». 39 Y adelantándose un poco, cayó sobre Su rostro, orando y diciendo: «Padre Mío, si es posible, que pase de Mí esta copa; pero no sea como Yo quiero, sino como Tú quieras». 40 Entonces vino* Jesús a los discípulos y los halló durmiendo, y dijo* a Pedro: «¿Conque no pudieron velar una hora junto a Mí? 41 Velen y oren para que no entren en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil» (NBLA).
vv. 42-46:
- «42 Apartándose de nuevo, oró por segunda vez, diciendo: «Padre Mío, si esta copano puede pasar sin que Yo la beba, hágase Tu voluntad». 43 Vino otra vez Jesús y los halló durmiendo, porque sus ojos estaban cargados de sueño. 44 Dejándolos de nuevo, se fue y oró por tercera vez, y dijo otra vez las mismas palabras. 45 Entonces vino* a los discípulos y les dijo*: «¿Todavía están durmiendo y descansando? Vean, ha llegado la hora, y el Hijo del Hombre es entregado en manos de pecadores. 46 ¡Levántense! ¡Vamos! Miren, está cerca el que me entrega» (NBLA).
- «copa»: Símbolo de la ira divina que Jesús tendría que soportar en la cruz, al echar sobre Él los pecados de la humanidad.
Análisis del Pasaje:
Getsemaní, del arameo «Gath-Šmânê», significa «prensa de aceite» o «lagar de aceite» (sitio donde se prensa la aceituna para extraer el aceite). Su nombre sugiere que en el lugar se extraía aceite de oliva.
Su Significado Espiritual:
En su significado espiritual, Getsemaní trasciende su ubicación geográfica para convertirse en el sello definitivo de la lucha entre la naturaleza humana y la obediencia divina. Bajo las sombras de los olivos centenarios, Jesús experimentó la agonía más profunda de Su ministerio terrenal. Su perfección de humanidad se había enfrentado cara a cara con la visión del pecado que cargaría y la separación del Padre que experimentaría en la cruz.
Literalmente, la etimología de Getsemaní es, «prensa de aceite» y revela una tipología profundamente significativa. De la manera como las aceitunas deben ser sometidas a una presión intensa para liberar su aceite más puro, Cristo fue «prensado» bajo el peso aplastante de la ira divina contra el pecado de la humanidad. Las gotas de sangre que brotaron de Su frente (Lucas 22:44) fueron como el aceite precioso que emerge solo bajo presión extrema, simbolizando la plenitud del sacrificio que estaba a punto de ofrecer.
Más Allá de Anticipar Su Muerte Espiritual:
En Getsemaní, Jesús no solo anticipó Su muerte física. Experimentó el preludio de la muerte espiritual que sufriría al cargar con nuestros pecados. Su oración «no sea como Yo quiero, sino como Tú quieras» (Mateo 26:39 — NBLA) representa el punto de inflexión donde la voluntad humana se rinde completamente a la divina, estableciendo el patrón supremo de obediencia para todos los creyentes.
¿Qué Significado Tiene Para Nosotros?
Para la iglesia actual, Getsemaní se convierte en un ejemplo de cómo enfrentar nuestros momentos de «prensa espiritual». Nos enseña que la verdadera madurez cristiana no se mide por la ausencia de lucha, sino por la capacidad de someterse a la voluntad del Padre incluso en medio de la angustia más profunda. Como nuestro Sumo Sacerdote «comprende nuestras debilidades, porque enfrentó todas y cada una de las pruebas que enfrentamos nosotros, sin embargo, él nunca pecó» (Hebreos 4:15 — NTV). Cristo santificó el proceso de la lucha espiritual, mostrándonos que es posible mantener la fidelidad a Dios incluso cuando nuestras emociones claman por liberación.
Evangelio de Mateo: Capítulo 26 – Parte III
Mateo 26:47-56: Jesús es Arrestado
vv. 47-52:
- «47 Mientras Jesús estaba todavía hablando, Judas, uno de los doce, llegó acompañado de una gran multitud con espadas y palos, de parte de los principales sacerdotes y de los ancianos del pueblo. 48 El que lo entregaba les había dado una señal, diciendo: «Al que yo bese, Él es; lo pueden prender». 49 Enseguida se acercó a Jesús y dijo: «¡Salve, Rabí!». Y lo besó [katephilēsen]. 50 «Amigo, haz lo que viniste a hacer», le dijo Jesús. Entonces ellos se acercaron, echaron mano a Jesús y lo arrestaron. 51 Y uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada, e hiriendo al siervo del sumo sacerdote, le cortó la oreja. 52 Entonces Jesús le dijo: «Vuelve tu espada a su sitio, porque todos los que tomen la espada, a espada perecerán» (NBLA).
«besó» (katephilēsen) del griego «kataphileó»
- HELPS Word-studies registra: 2705 kataphiléō (de 2596/ katá, «hacia abajo», denota intensidad; y de 5368/ philéō, «besar») – propiamente, besar hacia abajo, es decir «besar apasionadamente y con fervor» (tiene el mismo significado en los papiros, MM); «besar repetidamente» (A. T. Robertson, WP en Lk 7:38).
vv. 53-56:
- «53 ¿O piensas que no puedo rogar a Mi Padre, y Él pondría a Mi disposición ahora mismo más de doce legiones de ángeles? 54 Pero, ¿cómo se cumplirían entonces las Escrituras que dicenque así debe suceder?». 55 En aquel momento Jesús dijo a la muchedumbre: «¿Cómo contra un ladrón han salido con espadas y palos para asegurarse que me arrestaban? Cada día me sentaba en el templo para enseñar, y no me prendieron. 56 Pero todo esto ha sucedido para que se cumplan las Escrituras de los profetas». Entonces todos los discípulos lo abandonaron y huyeron» (NBLA).
- En el ejercito romano una legión estaba compuesta por 6.000 hombres. Aquí Jesús afirma que el Padre le podría enviar 72.000 ángeles, suficiente para que fuera liberado. Pero el fin de este arresto era para que las Escrituras se cumplieran.
Análisis del Pasaje:
En el procedimiento del arresto de Jesús participó «una gran multitud» (v. 47). Estaba compuesta principalmente de guardias del templo y siervos enviados por los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo, liderados por Judas Iscariote. Además, se menciona la presencia de «tropa romana» y «el comandante» romano (Juan 18:12), lo que indica la participación de autoridades romanas.
La Señal de Judas:
El beso que Judas le daría a Jesús sería la señal para que los soldados romanos —desconociendo a Jesús— pudieran arrestar al correcto. Sin embargo, el relato de Juan 18:1-9, es diferente al de Mateo 26:47-56. Conozcamos el por qué.
Diferencias en el Relato de Mateo y Juan en el Arresto de Jesús
El estudiante apercibido podrá notar que la diferencia principal entre el relato de Mateo 26:47-56 y Juan 18:1-9 sobre el arresto de Jesús radica en el enfoque y los detalles que cada evangelista elige destacar. Aunque ambos relatos describen el mismo evento, notará que Mateo se enfoca en la traición y la violencia (Mateo 26:51-52), mientras que Juan en la identidad y soberanía de Jesús en medio de la situación (Juan 18:5-6), resaltando Su autoridad incluso en Su arresto.
Juan 18:1-9
vv. 1-5:
- «Después de que Jesús terminó de orar, fue con sus discípulos a un jardín que estaba junto al arroyo de Cedrón. 2-5 Judas Iscariote había prometido traicionar a Jesús. Conocía bien el lugar donde estaban Jesús y los otros discípulos, porque allí se habían reunido muchas veces. Entonces, llegó Judas al jardín con una tropa de soldados romanos. Los acompañaban unos guardias del templo, que habían sido enviados por los sacerdotes principales y por los fariseos. Iban armados, y llevaban lámparas y antorchas. Jesús ya sabía lo que iba a suceder. Cuando los vio venir, salió a su encuentro y les preguntó: —¿A quién buscan? —A Jesús de Nazaret —respondieron ellos. Jesús les dijo: —Yo soy».
vv. 6-9:
- «6 Los soldados y los guardias del templo cayeron de espaldas al suelo. 7 Entonces, Jesús volvió a preguntarles: —¿A quién buscan? —A Jesús de Nazaret —respondieron de nuevo. 8—Ya les dije que soy yo —contestó Jesús—. Si es a mí a quien buscan, dejen ir a mis seguidores. 9 Esto sucedió para que se cumpliera lo que el mismo Jesús había dicho: «No se perdió ninguno de los que me diste» (TLA).
Evangelio de Mateo: Capítulo 26 – Parte III
Mateo 26:57-68: El Injusto Juicio de Jesús
vv. 57-62:
- «57-58 Pedro siguió a Jesús desde lejos y llegó hasta el patio del palacio. Allí se sentó con los guardias para no perderse de nada. Los que arrestaron a Jesús lo llevaron al palacio de Caifás, el jefe de los sacerdotes. Allí estaban reunidos los maestros de la Ley y los líderes del pueblo. 59 Los sacerdotes principales y todos los de la Junta Suprema buscaban gente que mintiera contra Jesús, para poder condenarlo a muerte. 60 Sin embargo, aunque muchos vinieron con mentiras, no pudieron condenarlo. 61 Por fin, hubo dos que dijeron: «Este hombre dijo que es capaz de destruir el templo de Dios, y de construirlo de nuevo en tres días». 62 El jefe de los sacerdotes dijo a Jesús: —¿Oíste bien de qué te acusan? ¿Qué puedes decir para defenderte?» (TLA).
vv. 63-68:
- «63 Pero Jesús no respondió nada. Entonces el jefe de los sacerdotes le dijo: —Dinos por Dios, quien vive para siempre, si eres tú el Mesías, el Hijo de Dios. 64 Jesús le respondió: —Tú lo has dicho. Y déjame decirte que, dentro de poco tiempo, ustedes verán cuando yo, el Hijo del hombre, venga en las nubes del cielo con el poder y la autoridad que me da Dios todopoderoso. 65-66 Al escuchar esto, el jefe de los sacerdotes se desgarró la ropa para mostrar su enojo, y dijo: —¿Qué les parece? ¡Ha insultado a Dios, y ustedes mismos lo han oído! ¡Ya no necesitamos más pruebas! —¡Que muera! —contestaron todos. 67 Entonces algunos le escupieron en la cara y otros lo golpearon. Aun otros le pegaban en la cara, 68 y le decían: «Mesías, ¡adivina quién te pegó!» (TLA).
Análisis de Contexto
Una de las señales claras de este complot es, primeramente, el lugar donde estaban llevando a cabo este supuesto juicio: el patio del palacio de Caifás. Esto, contravenía lo establecido por la costumbre de que ciertas actividades judiciales y administrativas debían realizarse en el Templo.
Además, las personas detenidas debían ser trasladadas a lugares de detención temporales, como celdas en el palacio del gobernador o en casas destinadas para este propósito. Posteriormente el detenido debía comparecer ante el Sanedrín —el tribunal supremo judío— que se reunía en lo que se conoce como la Cámara de las Piedras Talladas (Lishkat Ha-Gazith) dentro del Templo. Este, era el lugar principal y oficial para las sesiones del Sanedrín.
Cabe destacar, que este modelo de procedimiento sí se siguió con Pedro, Juan y otros apóstoles del Señor después de que fueran arrestados:
Hechos
- 4:3: «Los arrestaron y, como ya era de noche, los metieron en la cárcel hasta la mañana siguiente» (NTV).
- 5:18: «Por eso mandaron que los arrestaran y los pusieran en la cárcel de la ciudad» (NTV).
Sin embargo, en el caso de Jesús, las autoridades religiosas incumplieron deliberadamente esta formalidad. En vez de continuar con el procedimiento legal, los guardias llevaron a Jesús directamente a la residencia privada del sumo sacerdote José Caifás (Yosef Bar Kayafa) en Jerusalén. Este vicio dentro del proceso normal revela la urgencia y la naturaleza extraordinaria que los líderes religiosos atribuían al caso de Jesús, así como también su determinación de acelerar los procedimientos para lograr una condena rápida.
Evangelio de Mateo: Capítulo 26 – Parte III
Mateo 26:61: «Por fin, hubo dos que dijeron: «Este hombre dijo que es capaz de destruir el templo de Dios, y de construirlo de nuevo en tres días»
A pesar de que «muchos vinieron con mentiras, no pudieron condenarlo» (Mateo 26:60). Sin embargo, y siguiendo la Ley en Deuteronomio 17:6, lograron conseguir dos falsos testigos, que, sin haber comprendido el contexto de las palabras de Jesús, en cuanto a Su cuerpo y no el templo, aceptaron su falso testimonio. Jesús, en Su defensa no respondió (Mateo 26:62-63). Y la razón de esto, la veremos más adelante. En la pregunta siguiente que le hace el sumo sacerdote.
Mateo 26:62-63: «te conjuro [Exorkizō]»: Término Usado por el Sumo Sacerdote
- «Mas Jesús callaba. Entonces el sumo sacerdote le dijo: Te conjuro por el Dios viviente, que nos digas si eres tú el Cristo, el Hijo de Dios» (Mateo 26:63 — RV60 — Énfasis añadido).
Esta expresión se encuentra en la Reina Valera 60. HELPS Word-studies registra de esta palabra: 1844 eksorkízō (de 1537/ ek, «para fuera de y hacia«, denota intensidad; y de 3726/ horkízō, «conjurar» [poner bajo juramento]) – propiamente, poner bajo juramento, con el resultado de que uno esté bajo un juramento estricto – y que por lo tanto sea responsable de todas las consecuencias en caso de perjurio (usado solo en Mt 26:63)».
La Respuesta de Jesús
De ahí, que Jesús sí responde a esa pregunta: «Tú lo has dicho» (Mateo 26:64), la cual lo colocó bajo juramento. Como Dios encarnado, afirmaría esa verdad. Su afirmación no contradice la Escritura en Mateo 5:34: «Pero Yo les digo: no juren de ninguna manera; ni por el cielo, porque es el trono de Dios» (NBLA). En Su posición todo aquello que hace censurable el juramento por parte de humanos no es aplicado para el caso de Jesús.
¿Qué Indicaría Esta Respuesta?
Finalmente, la afirmación de ser el Hijo de Dios, implicaba en el judaísmo, una relación única y divina con Dios: Estaba declarándose divino.
Seguidamente afirmó: «Y déjame decirte que, dentro de poco tiempo, ustedes verán cuando yo, el Hijo del hombre, venga en las nubes del cielo con el poder y la autoridad que me da Dios todopoderoso». Además de confirmarse que es el Mesías, Hijo de Dios y de Hombre (unión hipostática), indicaría que es también el Juez Divino.
Evangelio de Mateo: Capítulo 26 – Parte III
Mateo 26:65: «¡Ha insultado a Dios, y ustedes mismos lo han oído! ¡Ya no necesitamos más pruebas!» (TLA)
Previo a estas afirmaciones del sumo sacerdote, este se había desgarrado sus vestiduras mostrando indignación ante lo afirmado por Jesús. De ahí, se deriva que el sacerdote afirmara que ha blasfemado. O como registra la TLA, ha insultado a Dios. El acto de desgarrarse las vestiduras indicaba en la tradición judía, profundo dolor por el pecado —mostrando arrepentimiento genuino— luto o indignación. Falsamente, este último es el caso del sacerdote: fue impactado emocionalmente.
Jesús es Condenado
Después de este intercambio de palabras, el sacerdote preguntó que cuál sería el veredicto y todos contestaron al unísono: «¡Que muera!» (Mateo 26:66 — TLA). La NBLA registra de este versículo: «¡Él es digno de muerte!». Posteriormente iniciaron las agresiones físicas contra Jesús: «67 Entonces algunos le escupieron en la cara y otros lo golpearon. Aun otros le pegaban en la cara, 68 y le decían: «Mesías, ¡adivina quién te pegó!» (Mateo 26:67-68 — TLA).
Mateo 26:69-75: Pedro Niega a Jesús: Evangelio de Mateo: Capítulo 26 – Parte III
- «69 Pedro estaba sentado afuera en el patio, y una sirvienta se le acercó y dijo: «Tú también estabas con Jesús el galileo». 70 Pero él lo negó delante de todos ellos, diciendo: «No sé de qué hablas». 71 Cuando salió al portal, lo vio otra sirvienta y dijo a los que estaban allí: «Este estaba con Jesús el Nazareno». 72 Y otra vez él lo negó con juramento: «¡Yo no conozco a ese hombre!». 73 Un poco después se acercaron los que estaban allí y dijeron a Pedro: «Seguro que tú también eres uno de ellos, porque aún tu manera de hablar te descubre». 74 Entonces él comenzó a maldecir y a jurar: «¡Yo no conozco al hombre!». Y al instante un gallo cantó. 75 Pedro se acordó de lo que Jesús había dicho: «Antes que el gallo cante, me negarás tres veces». Y saliendo afuera, lloró amargamente» (NBLA).
Análisis del Contexto
En estos últimos versículos del capítulo 26, analizaremos la muy conocida negación de Pedro de su Mesías.
Pedro, era natural de la región de Galilea. Betsaida, su ciudad, estaba ubicada a orillas del Mar de Galilea también conocido como Lago de Genesaret, de Tiberíades o Kineret «del hebreo «kinor» (kinnor) debido a su forma de arpa primitiva o lira».[1. https://es.wikipedia.org/wiki/Mar_de_Galilea#cite_note-1.] La Escritura menciona al lago en el reparto de la tierra en Canaán: «y la frontera descenderá de Sefam a Ribla, sobre el lado oriental de Aín; y la frontera descenderá y alcanzará la ribera sobre el lado oriental del mar de Cineret» (Números 34:11 — NBLA. Leer, Josué 13:27).
A Jesús se le conocía como oriundo de esta zona: «Y las multitudes contestaban: «Es Jesús, el profeta de Nazaret de Galilea» (Mateo 21:11 — NTV). De ahí, que a Jesús también se le conocía como el Nazareno (Mateo 26:71 — NBLA).
Primera Negación de Pedro: Juan 18:15-18
- «15 Simón Pedro y otro discípulo siguieron a Jesús. Ese otro discípulo conocía al sumo sacerdote, así que le permitieron entrar con Jesús al patio del sumo sacerdote. 16 Pedro tuvo que quedarse afuera, junto a la puerta. Entonces el discípulo que conocía al sumo sacerdote habló con la mujer que cuidaba la puerta, y ella dejó entrar a Pedro. 17 La mujer le preguntó a Pedro: —¿No eres tú también uno de los discípulos de ese hombre? —No—le contestó Pedro—, no lo soy. 18 Como hacía frío, los sirvientes de la casa y los guardias habían hecho una fogata con carbón. Estaban allí de pie, junto al fuego, calentándose, y Pedro estaba con ellos, también calentándose» (NTV).
Segunda y Tercera Negación de Pedro: Juan 18:25-27
- «25 Mientras tanto, como Simón Pedro seguía de pie junto a la fogata calentándose, volvieron a preguntarle: —¿No eres tú también uno de sus discípulos? —No lo soy—negó Pedro. 26 Pero uno de los esclavos del sumo sacerdote, pariente del hombre al que Pedro le había cortado la oreja, preguntó: «¿No te vi en el huerto de olivos con Jesús?». 27 Una vez más, Pedro lo negó, y enseguida cantó un gallo» (NTV).
- Malco era el nombre del hombre al que Pedro le cortó la oveja (Juan 18:10). En el v. 26 uno de los esclavos del sumo sacerdote y pariente de Malco, le preguntó a Pedro si lo había visto en el huerto de olivos. Y Pedro, negándolo cumplió las negaciones profetizadas por Jesús.
¿Es la FE una Garantía de Perfección?
No. Y esto queda demostrado en el episodio de los tres momentos en la negación de Pedro. Esto nos enseña que somos frágiles y que, ante todo, debemos ser humildes, así como lo demostró Pedro (Mateo 26:75). Él proclamó muchas veces ser leal a Jesús, pero por miedo de ser arrestado o enjuiciado lo negó tres veces. Esto debe servirnos como recordatorio de que no estamos exentos a la debilidad y al pecado. Aun aquellos con las mejores intenciones pueden fallar. ¿Qué es de destacar en este registro de Pedro? La gracia y el perdón de Dios. Despues de este episodio, Jesús restauró a Pedro y posteriormente, a Sus apóstoles. Finalmente, aprendemos que la fe no es una garantía de perfección. Es un camino de crecimiento permanente y aprendizaje a través del arrepentimiento. ¡Que Su gracia divina nos sostenga! Esta es la última entrega del Evangelio de Mateo: Capítulo 26 – Parte III.
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