¿Son Pecaminosas las Transfusiones de Sangre?¿Son Pecaminosas las Transfusiones de Sangre?

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Abreviaturas: TdJ: Testigos de Jehová. WTBTSP: Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania. OWT: Organización Watchtower o SWT: Sociedad Watch Tower. TNM: Traducción del Nuevo Mundo.

NOTA: A menos que se diga lo contrario, las citas son tomadas de la Nueva Biblia de las Américas — NBLA.

Por, Luke Wayne
1 de marzo de 2016

La WBTSP, o los autodenominados «testigos de Jehová», han insistido en que las transfusiones de sangre son, directamente contrarias a los mandamientos de las Escrituras sobre la sangre. Sostienen que sus seguidores deben rechazar las transfusiones de sangre, aunque les cueste la vida (y a muchos les ha costado). Esta organización se ha cuestionado sobre qué procedimientos de la medicina moderna entran y no en esta violación. La premisa básica de que las transfusiones de sangre son contrarias a las Escrituras ha permanecido desde principios del siglo XX hasta el XXI. El argumento bíblico en contra de esto ha permanecido prácticamente igual. El 1 de julio de 1951, la revista La Atalaya presentó el caso de la siguiente manera.

¿Son Pecaminosas las Transfusiones de Sangre Como Afirma la WBTS?

  • «Tras el Diluvio, Jehová hizo un pacto con Noé, y en él se incluía este mandamiento: ‘Lo único que no deben comer es la carne con su vida, es decir, con su sangre’ (Génesis 9:4). La Ley dada a través de Moisés contenía estas restricciones: ‘No comas grasa ni sangre’. ‘No comas ningún tipo de sangre’. ‘Todo varón de la casa de Israel, o de los extranjeros que moran entre vosotros, que comiere de cualquier sangre; Y pondré mi rostro contra el que come sangre, y lo cortaré de entre su pueblo. Porque la vida de la carne está en la sangre: y yo os la he dado sobre el altar para hacer expiación por vuestras almas: porque es la sangre la que hace expiación por el alma. Porque es la vida de toda carne; su sangre es para su vida: por eso dije a los hijos de Israel: No comeréis sangre de ninguna carne’ (Levítico 3:17; 7:26; 17:10-11, 14; 19:26).

Las Escritura del Nuevo Pacto

  • «Y en las Escrituras griegas, la instrucción a los cristianos es: ‘El espíritu santo y nosotros mismos hemos querido no añadirles más cargas, excepto estas cosas necesarias, manteneros libres de cosas sacrificadas a los ídolos y de sangre y de cosas matadas sin drenar su sangre y de fornicación’ —Hechos 15:19, 20, 28, 29; 21:25, TNM».

La Atalaya del 1 de octubre de 2008

Esta revista explicó:

  • «Los testigos de Jehová buscan la mejor atención médica disponible para ellos y sus familiares. Sin embargo, buscan un tratamiento médico sin sangre. ¿Por qué? Su postura se basa en una ley fundamental que Dios dio a la humanidad. Justo después del Diluvio de la época de Noé, Dios les dio permiso a Noé y a su familia para comer carne de animales. Dios impuso esta restricción: No debían consumir sangre (Génesis 9:3, 4). Todos los seres humanos de todas las razas descienden de Noé, por lo que esta ley es vinculante para toda la humanidad. Nunca fue revocada. Más de ocho siglos después, Dios reafirmó esa ley a la nación de Israel, explicando que la sangre es sagrada, pues representa el alma, o la vida misma (Levítico 17:14)».

Los Apóstoles Cristianos Siguieron Este Mandato

  • «Más de 1.500 años después, los apóstoles cristianos ordenaron a todos los cristianos ‘abstenerse … de sangre’ —Hechos 15:29. Para los testigos de Jehová, es claramente imposible abstenerse de la sangre mientras se introduce en el cuerpo en una transfusión. Por lo tanto, insisten en tratamientos alternativos».

La Explicación de La Atalaya: ¿Son Pecaminosas las Transfusiones de Sangre Como Afirma la WBTS?

De acuerdo a esta revista, Génesis 9 estableció una ley prohibiendo a las personas comer sangre. Una ley obligatoria para toda la humanidad. Esta ley fue recogida y expuesta en la ley de Moisés (especialmente en Levítico 17). Finalmente, fue afirmada como vigente para los creyentes del Nuevo Pacto en Hechos 15.

Estudio de los Textos Bíblicos

Existen dos textos principales del Viejo Pacto que las publicaciones de La Atalay cita:

Génesis 9:3-7

  • «Pueden comer cualquier animal que se mueve y tiene vida. Igual que les di toda la vegetación verde como alimento, también les doy los animales. Lo único que no deben comer es la carne con su vida, es decir, con su sangre. Además de eso, exigiré cuentas por la sangre y la vida de ustedes. Le exigiré cuentas a todo animal y también le exigiré cuentas a todo hombre por la vida de su hermano. Si un hombre derrama la sangre de alguien, otra persona derramará la sangre de ese hombre, porque Dios hizo al ser humano a su imagen. En cuanto a ustedes, tengan muchos hijos, multiplíquense, aumenten en número y llenen la tierra» (TNM).

Levítico 17:10-14

10:12:

  • «’Si algún hombre de la casa de Israel o algún extranjero que vive entre ustedes come sangre de cualquier clase, de seguro me enfrentaré al que coma sangre y lo eliminaré de entre su pueblo. 11 Porque la vida de la carne está en la sangre, y yo mismo la he puesto sobre el altar para ustedes, para hacer expiación por ustedes, porque la sangre es lo que hace expiación mediante la vida que hay en ella. 12 Por eso les he dicho a los israelitas: ‘Ninguno de ustedes debe comer sangre, y ningún extranjero que vive entre ustedes debe comer sangre’».

13-14:

  • «’Si algún israelita o algún extranjero que vive entre ustedes está cazando y atrapa un animal salvaje o un ave que pueda comerse, él tiene que derramar su sangre y cubrirla con polvo. 14 Porque la vida de todo tipo de carne es su sangre, pues en ella está la vida. Por lo tanto, yo les dije a los israelitas: ‘No coman la sangre de ningún tipo de carne, porque la vida de todo tipo de carne es su sangre. Cualquiera que la coma será eliminada’».

Las Prohibiciones en el Viejo y Nuevo Pactos

Además, hay muchas otras afirmaciones en la Ley y unas pocas en los profetas y libros históricos. Todas estas, reafirman o refuerzan la existencia y la importancia de esta ley que prohíbe comer un animal sacrificado sin antes vaciar la sangre.

Esto también lo menciona tres veces el Nuevo Testamento en Hechos, todas relacionadas con la decisión de los líderes cristianos en Jerusalén, quienes declararon que los gentiles no necesitaban circuncidarse ni someterse a la Ley de Moisés. Entonces escribieron una carta a las iglesias gentiles declarando lo siguiente:

  • «Porque pareció bien al Espíritu Santo y a nosotros no imponerles mayor carga que estas cosas esenciales: 29 que se abstengan de lo que ha sido sacrificado a los ídolos, de sangre, de la carne de animales que han sido estrangulados y de fornicación. Si se guardan de tales cosas, harán bien. Pásenla bien» (Hechos 15:28-29).

El Contexto

En el contexto, el mandamiento de abstenerse de sangre y cosas estranguladas (es decir, cosas que se matan sin extraer la sangre) se remonta a esta misma idea: no comer carne de animales sin drenar la sangre del cadáver. Los cristianos han debatido durante toda la historia de la Iglesia si todos estos mandamientos en Hechos estaban destinados a ser universalmente obligatorios o si algunos eran concesiones temporales en beneficio de la unidad entre judíos y gentiles en las iglesias. Por el bien del argumento, asumiremos por el momento que estos mandamientos se aplican plenamente a todos los creyentes de hoy y que los cristianos no deben comer carne sin antes extraer la sangre. Incluso si ese es el caso, ¿tiene algo que ver con las transfusiones de sangre donada por los seres humanos vivos? De la respuesta a esta pregunta depende toda la posición de la WBTS.

Las Transfusiones: ¿Equivalentes a Comer Sangre?

Toda la posición de los testigos de Jehová se basa en la afirmación de que las transfusiones de sangre son otra forma de comerla. Sostienen sin rodeos que uno sigue alimentándose al introducir en su cuerpo la sangre de otro ser vivo. El hecho de que no se alimente a través del aparato digestivo es una simple disputa lingüística. Cuando alguien no puede comer debido a una enfermedad o lesión, le administramos alimentos por vía intravenosa, así que ¿en qué se diferencia esto? Reafirman esta afirmación con analogías como la de un hombre cuyo médico le dice que se abstenga de beber alcohol. ¿Estaría bien que el hombre dejara de beber, pero que se inyectara el alcohol directamente en las venas? De esta manera intentan demostrar que, tras las supuestas diferencias, comer sangre y recibir una transfusión sanguínea son, de hecho, dos variantes de lo mismo.

Desde el Punto de Vista Médico ¿es así?

En lo absoluto. Si come sangre, la descompone en nutrientes que su cuerpo utiliza. Lo que llega a su propio torrente sanguíneo no es sangre en absoluto. Se ha descompuesto completamente como cualquier otro alimento. Eso es lo que significa comer algo. De forma específica y necesaria, el mismo Jesús habla de comer en Marcos 7:19. Lo describe claramente: «La comida no entra en su corazón, solo pasa a través del estómago y luego termina en la cloaca». (Al decir eso, declaró que toda clase de comida es aceptable a los ojos de Dios)». Una transfusión es totalmente diferente. La sangre sigue siendo sangre. No le nutre. Hace lo que hace su sangre. Transporta el oxígeno que el cuerpo recibe de los pulmones y los nutrientes que el cuerpo recibe de los alimentos y los lleva por todo el cuerpo, pero la sangre no nos proporciona nada por sí misma.

Alimentándose «vía intravenosa»

En este sentido, es diferente incluso a la «alimentación» por vía intravenosa, que introduce nutrientes simples directamente en la sangre para que sean transportados y utilizados. Observe que incluso este tipo de «alimentación» no es realmente comida en absoluto, sino que sustituye lo que la comida normalmente le proporcionaría. No se puede licuar pollo, espinacas o zanahorias e inyectárselos en las venas. Esto lo mataría. La comida necesita ser digerida. Esto es lo que significa comer. La «alimentación» por vía intravenosa no es para nada alimento. Solo es un sustituto temporal para alimentar a un enfermo. Entonces, ¡cuánto menos puede considerarse comer una transfusión de sangre, que ni siquiera sustituye en absoluto a la verdadera alimentación! Desde el punto de vista médica, y por todas estas razones, comer sangre y realizar una transfusión de sangre no son ni remotamente lo mismo.

La Intención: ¿Es la Misma?

Esta, tampoco es la misma. En el ejemplo de los testigos de Jehová, el alcohólico que intenta eludir las órdenes de su médico al no beber alcohol, pero inyectándoselo en las venas, pretende conseguir lo mismo que si lo bebiera. Sin embargo, el paciente que recibe una transfusión de sangre no busca comida. No pretende saciar su hambre. La situación es completamente distinta. Sí, se podría decir de forma muy general que ambos utilizan la sangre y el alcohol para mantener su cuerpo. Pero esto, es demasiado vago para ser significativo.

El Médico que me Opera

Cuando necesite una operación voy al médico. Al operarme, literalmente, sus manos entrarán en mi cuerpo para sanarme de alguna dolencia. Utilizo al médico para cuidar mi cuerpo. Sin embargo, eso no hace que la cirugía sea lo mismo que el canibalismo. Es decir, mi cuerpo «no se comió» las manos del médico, aunque estas entraron en mi cuerpo para mantenerlo bien. La situación no es comparable. Por último, y quizá lo más importante, las Escrituras basan el mandamiento en el carácter sagrado de la vida, no en el de la sangre misma.

Lo que Permite Génesis 9

Este pasaje lo que está permitiendo es que se derrame la sangre de los animales, pero no debemos comerla. Solo comemos su carne. Sin embargo, la sangre humana no debe derramarse en absoluto, todo ello porque la vida está en la sangre. Regresemos nuevamente al tema de la operación o cirugía. Si accidentalmente un médico hace sangrar al paciente con el objetivo de salvarle la vida, ¿violaría esto, Génesis 9? ¿Es esto lo que significa pecar derramando la sangre de un hombre? Por supuesto que no. La cuestión aquí tiene que ver con la violencia y la matanza. Si sacrifico un animal para comérmelo, se puede argumentar que el mandamiento sigue vigente al decir que no debo comer su sangre. No obstante, este mandamiento no dice que no pueda dar libremente parte de mi sangre, sin daño ni perjuicio para mí, con el fin de salvarle la vida a alguien más. Ninguna de las vidas sufre violencia. Más bien, una vida se salva sin perjuicio para la otra.

¿Derramar la Sangre de Alguien Para Salvar a Otro?

Si matáramos y drenáramos la sangre de esas personas para salvar a otras, eso sería otra cuestión. Pero el hecho de que alguien vivo de libremente de su propia sangre para que otro u otros puedan seguir vivos no equivale a violencia, matanza o profanación de la vida. Al contrario, defiende el carácter sagrado de la vida y honra el gran valor de la persona moribunda, hecha a imagen de Dios.

Conclusión de «¿Son Pecaminosas las Transfusiones de Sangre?»

Es algo noble estar dispuesto a morir antes que hacer el mal; sin embargo, es algo trágico cuando las falsas enseñanzas y la distorsión de las Escrituras hacen que se pierdan vidas innecesariamente. Por desgracia, este es el caso de los TdJ acerca de las transfusiones de sangre. Las Escrituras, por no mencionar la ciencia médica y el sentido común, nos enseñan que comer sangre y recibir una transfusión de sangre no son práctica o moralmente equivalentes; son, de hecho, opuestos. Resulta muy duro pensar que si no se arrepienten los que han promovido esta falsa enseñanza, tendrán que dar cuenta ante un Dios santo de las vidas que han cobrado innecesariamente.

Por Matt Slick

Presidente y Fundador del Ministerio de Apologética e Investigación Cristiana. Matt obtuvo su Licenciatura en Ciencias Sociales en la Universidad Concordia, en Irvine, California en 1988. Obtuvo su Maestría en Divinidades en el Seminario Teológico de Westminster en Escondido, California en 1991.

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