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Por, Luke Wayne
30 de junio de 2017
Abreviaturas: TdJ: Testigos de Jehová. WTBTSP: Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania. OWT: Organización Watchtower o SWT: Sociedad Watch Tower. TNM: Traducción del Nuevo Mundo.
NOTA: A menos que se diga lo contrario, las citas son tomadas de la Nueva Biblia de las Américas — NBLA.
Los testigos de Jehová: Isaías y el estado de los muertos. Esta organización enseña que el hombre no tiene alma ni espíritu que siga existiendo después de la muerte. Insisten en que cuando un hombre muere, deja de existir. Nada de su persona subsiste. Sólo queda su carne putrefacta. La resurrección futura no consiste en que el espíritu de un hombre vuelva a la plenitud de la vida corporal, sino en que Dios vuelve a crear a una persona idéntica de la nada partiendo únicamente de Sus recuerdos de la forma en que esa persona fue una vez. Para la defensa de esta doctrina ellos usan el siguiente pasaje.
Isaías 38:18-20
- «Pues el Seol no te expresa gratitud, Nila muerte te alaba. Los que descienden a la fosa no pueden esperar Tu fidelidad.19 El que vive, el que vive es el que te da gracias, como yo lo hago hoy. El padre cuenta a sus hijos Tu fidelidad. 20 El Señor me salvará; Y tocaremos mis canciones en instrumentos de cuerda Todos los días de nuestra vida en la casa del Señor».
A simple vista y leído de forma aislada, este texto parece apoyar la idea de que dejamos de existir cuando morimos. Sin embargo, leído en un contexto más amplio, Isaías nos ofrece una imagen muy diferente.
Algo de Trasfondo de Isaías y el Estado de los Muertos
Es evidente que el capítulo 38 de Isaías no es el comienzo del libro, por lo que es importante tener en cuenta lo que Isaías ya nos había dicho sobre la muerte antes de llegar a este punto. Antes, en el libro, Isaías escribe:
- «El Seol, desde abajo, se estremece por ti al recibirte en tu venida; Por ti despierta a los espíritus de los muertos, a todos los jefes de la tierra; Levanta de sus tronos a todos los reyes de las naciones. 10 Todos ellos responderán y te dirán: ‘También tú has sido debilitado como nosotros, Has venido a ser semejante a nosotros’» (Isaías 14:9-10).
El Significado de la Palabra Hebrea, «raphaim»
Aquí, este término es la palabra hebrea «raphaim», y literalmente significa «espíritus de los muertos»,[1. William L. Holladay, A Concise Hebrew and Aramaic Lexicon of the Old Testament (Eerdmans, 1988) 344.] y algunas veces es traducido como, «sombras».[2. Ver, por ejemplo, la New Revised Standard Version (NRSV por sus siglas en inglés).] (Nota del Traductor: La versión de la Biblia, Dios Habla Hoy (DHH) lo registra así: «Abajo, entre los muertos, hay gran agitación y salen a recibirte. Las sombras de los muertos se despiertan …»). La idea es la de un remanente etéreo y sombrío de la persona que una vez vivió, que sigue existiendo en el Seol (el lugar de los muertos), pero que no es una existencia ideal. La esperanza bíblica no es seguir siendo un espíritu que ha partido, sino volver a la vida corporal en la resurrección futura. Sin embargo, los espíritus de los muertos descritos aquí claramente todavía existen y son conscientes. Leamos un poco más adelante.
Isaías, el Alma y / o el Espíritu Humano
- «En la noche te desea mi alma, En verdad mi espíritu dentro de mí te busca con diligencia. Porque cuando la tierra tiene conocimiento de Tus juicios, Aprenden justicia los habitantes del mundo» (Isaías 26:9).
El alma y / o el espíritu es algo dentro de él que es diferente de su cuerpo, pero que forma parte de su ser. A medida que avanza el mismo capítulo, se lee en primer lugar el pensamiento desesperado:
- «Los muertos no vivirán, los espíritus no se levantarán, Pues los castigaste y destruiste, Y has borrado todo recuerdo de ellos» (Isaías 26:14)
A continuación, como suele hacer Isaías, convierte el mensaje de desesperación en uno de esperanza, declarando:
- «Tus muertos vivirán, Sus cadáveres se levantarán. ¡Moradores del polvo, despierten y den gritos de júbilo!, Porque tu rocío es como el rocío del alba, Y la tierra dará a luz a los espíritus» (Isaías 26:19).
Más Acerca de la Frase, «departed spirits» en la NASB
Para comprender este contexto, la NASB ha traducido del hebreo («raphaim») al inglés con la frase «departed spirits» (o «espíritus que han partido»). La Nueva Biblia de las Américas, la tradujo como «espíritus». En ambas versiones tanto la frase como la palabra vienen del hebreo «raphaim». Estos «espíritus que han partido» es la parte no corpórea de los muertos descritas anteriormente en el libro. Un día surgirán de las profundidades y volverán otra vez a tener una vida corporal en los mismos cuerpos en los que murieron. Sí, ¡ellos resucitarán con sus cuerpos! Isaías enseña que los espíritus de los muertos existen, aunque inmateriales y no en un estado perfecto; pero volverán a tener vida humana plena cuando regresen a sus cuerpos. Esta es la esperanza bíblica. Es solo después de enseñar claramente todo esto que Isaías registra el capítulo 38.
La Oración de Ezequías
Las palabras de Isaías 38:18-20, a las que apelan los testigos de Jehová, no son palabras de Isaías. Son, más bien, parte de una oración del rey Ezequías. En primer lugar, hay que señalar que Ezequías está hablando desde la perspectiva corporal, humana. Es parte de una oración en la que relata la misericordiosa curación, por parte de Dios, de su enfermedad. Anteriormente en la oración, recuerda cómo se lamentaba:
- «Dije: ‘No veré más al Señor, Al Señor en la tierra de los vivientes. No veré más hombre alguno entre los habitantes del mundo’» (Isaías 38:11).
Su preocupación tiene que ver con lo que podrá hacer corporalmente «en la tierra de los vivientes». Leamos cómo, del mismo modo concluye la oración.
Isaías 38:19-20
- «Solo los vivos pueden alabarte como yo lo hago hoy. Cada generación le habla de tu fidelidad a la siguiente. 20 Imagínense: el SEÑOR está dispuesto a sanarme. Cantaré sus alabanzas con instrumentos todos los días de mi vida en el templo del señor» (Nueva Traducción Viviente – NTV).
Alabar y honrar a Dios con la voz y las manos por medio de la oración y la música y transmitir la verdad de Él a los hijos, son formas prácticas en las que sólo los vivos pueden hacerlo. Los espíritus no corporales en el Seol no pueden hacer tales cosas. Así que, incluso aquí, Ezequías no está tratando de hacer una declaración total sobre toda la existencia ni negando que haya espíritus de los muertos en el Seol. Más bien, está haciendo una observación práctica sobre la vida terrenal y cómo se honra a Dios de manera única en esta.
Lo que Isaías Está Haciendo con la Narrativa del rey
El escritor sagrado se esfuerza por mostrarnos que, aunque Ezequías fue uno de los reyes más fieles, a menudo tenía poca visión del futuro y se centraba sólo en lo inmediato. Por ejemplo, Isaías relata que, cuando los servidores del rey de Babilonia le enviaron un emisario para entregarle un regalo porque Ezequías había estado gravemente enfermo, este llevó a los hombres a recorrer la ciudad y les mostró con orgullo todos los tesoros de su reino, invitando involuntariamente a la invasión babilónica. Aunque Isaías reprendió a Ezequías y le dijo que Babilonia acabaría conquistando Jerusalén y llevándose cautivos tanto los tesoros como al pueblo, Ezequías respondió:
- «Entonces Ezequías dijo a Isaías: —Este mensaje que me has dado de parte del Señor es bueno. Pues el rey pensaba: ‘Por lo menos habrá paz y seguridad mientras yo viva’» (Isaías 39:8 – NTV).
Ezequías un Hombre Temeroso de Dios
Aun así, da la impresión que el rey no podía ver más allá del momento presente. Por eso, cuando Isaías le dice que morirá, Ezequías se postra reverentemente ante Dios y, confiando plenamente en el Señor, clama por misericordia. En esta oración, dice:
Isaías 38:15-20
- «¿Qué diré? Pues Él me ha hablado y Él mismo lo ha hecho. Andaré errante todos mis años a causa de la amargura de mi alma. 16 Oh Señor, por estas cosas viven los hombres, Y en todas ellas está la vida de mi espíritu. Restabléceme la salud y haz que viva. 17 Por causa de mi bienestar tuve gran amargura. Eres Tú quien ha guardado mi alma del abismo de la nada, Porque echaste tras Tus espaldas todos mis pecados.
La Fosa y el Seol: Lo Mismo
- «18 Pues el Seol no te expresa gratitud, Ni la muerte te alaba. Los que descienden a la fosa no pueden esperar Tu fidelidad. 19 El que vive, el que vive es el que te da gracias, como yo lo hago hoy. El padre cuenta a sus hijos Tu fidelidad. 20 El SEÑOR me salvará; Y tocaremos mis canciones en instrumentos de cuerda Todos los días de nuestra vida en la casa del SEÑOR».
¿Qué Observamos en Esta Oración?
La humilde aceptación de Ezequías de que está en manos de Dios y bajo Su gracia entregar a alguien a la fosa o sacarlo de allí. La vida y la muerte, el castigo y la liberación están en manos de Dios. Ezequías lo sabía y se humilló ante Dios con fe. Era importante que Israel viera cómo Dios liberaba a Ezequías. Su propósito: A través de Isaías Dios los estaba preparando para el próximo exilio a Babilonia. Como vimos anteriormente, un exilio al que los propios fracasos de Ezequías ayudarían más tarde a contribuir.
Ezequías un rey con Poca Visión del Futuro
Incluso aquí, las palabras del rey reflejan su tendencia a pensar solo en el momento presente y a no mirar más allá del exilio; hacia la obra última de Dios: más allá de la tumba. Isaías utiliza a Ezequías como ejemplo tanto positivo como negativo. Las palabras del rey no pretenden superar las claras enseñanzas de Isaías. Más bien, aquí existe una muestra de la relación que presenta Isaías entre un sombrío futuro inmediato y la promesa de una esperanza final, que deberían servir para llamar a Israel al arrepentimiento. Por tanto, la oración de Ezequías, no se presenta como una disertación sobre la existencia humana después de la muerte, contradiciendo todo lo que Isaías ya ha enseñado claramente al lector sobre esos temas.
Conclusión de «Los Testigos de Jehová: Isaías y el Estado de los Muertos»
El Libro de Isaías afirma la enseñanza bíblica de que los hombres y las mujeres tienen almas eternas que siguen existiendo después de la muerte. De hecho, expone nuestra esperanza última de que esas almas resucitarán a la vida corporal en el siglo venidero.