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Por, Luke Wayne
28 de marzo, 2016
Las «cuatro verdades nobles» representan las doctrinas fundamentales de todo el budismo. Se dice que Buda dijo que, «yo solo enseño el sufrimiento y su fin». [1] Las cuatro verdades nobles representan precisamente esta enseñanza budista: Sufrimiento, la causa del sufrimiento, la posibilidad de escapar del sufrimiento y el método de lograr ese escape.[2]
Dukkha: El sufrimiento universal
La primera de estas cuatro enseñanzas fundamentales del budismo es que «dukkha», es una palabra traducida generalmente como «sufrimiento».[3] Sin embargo, este no es simplemente dolor físico o emocional presente y activo, aunque ciertamente incluye tal sufrimiento inmediato e indiscutible. El uso técnico budista de «dukkha» o «sufrimiento», es que este, pretende transmitir una realidad existencial más profunda debido, a que como todo es transitorio, no permanente y siempre cambiante, incluso la misma felicidad, el placer, el amor y otras cosas nobles y deseables de la vida, también son en realidad, sufrimiento porque estas no duran y no pueden finalmente satisfacernos.[4] No sólo esto, sino que nosotros mismos necesariamente debemos enfermarnos, volvernos viejos, y las demás experiencias inevitables de pérdida y deterioro, por lo que la vida misma es, sufrimiento.[5]
Aún más, nosotros mismo no somos los que creemos ser. Nosotros creemos que somos personas específicas con identidades distintas que perdurarán en el tiempo. Creemos esto, sin embargo, en lo mucho que cambiamos, somos en algún sentido significativo esa misma persona desde el momento en que nuestras vidas humanas comienzan hasta que nuestro corazón lata hasta el último momento. Sin embargo, el budismo enseña que esto, es una ilusión. Que somos, de hecho, una simple colección de fenómenos físicos y mentales que existen sólo, por un momento para dar luego lugar a nuevos fenómenos que combinados, tal vez similarmente, pero todavía diferentes, en lo que suponemos somos nosotros mismos en el siguiente momento. No hay tal cosa diferente que sea una persona humana individual en un momento dado, y no hay ningún aspecto de cualquier persona que presume de continuar de uno a otro momento. Esto también, es lo que el budismo enseña; es dukkha.[6] Por lo tanto y de hecho, todos los aspectos de la vida e incluso la vida misma, se dice que está contaminado por este sufrimiento.[7] Como un erudito budista observó:
- «Por más de 2.000 años, los budistas han declarado que todos los objetos de percepción –todos los fenómenos físicos (una tabla, el sol, la luna) y fisiológicos y todo lo saludable, lo enfermizo, y los estados neutrales de la mente– son sufrimiento. Cien años después de la muerte de Buda, los practicantes ya estaban repitiendo la fórmula, ‘Esto es sufrimiento. La vida es sufrimiento. Todo es sufrimiento'».[8]
A primera vista, esto puede parecer un grito de dolor y de lamento pesimista sin esperanza, pero no es la intención de que sea de esa manera. Para los budistas, la doctrina de dukkha es más vista como el diagnóstico de una enfermedad terrible pero tratable. Uno no es pesimista en cuanto a aceptar la presencia de la enfermedad si se hace con el fin de suministrar la esperanza de una cura.[9] Esto es lo que el resto de estas enseñanzas fundamentales harán; tratar de entender la causa de la enfermedad para después, ofrecer un tratamiento efectivo. Sin embargo, el budismo enseña que la carga más grande es sufrir y no saber que usted está sufriendo, y que por lo tanto, aún empezar a identificar la realidad del sufrimiento es una parte del tratamiento.[10]
Finalmente, el budismo está construido en la conjetura de que la vida es un ciclo continúo de muerte y renacimiento, y que, si toda la vida está contaminada por dukkha, entonces, escapar de dukkha significa romper este ciclo.[11] No se debe pensar de dukkha como un simple hecho de estar en este, o en aquel acontecimiento, sino como penetrando el eterno ciclo del renacimiento conocido como «samsara». El budismo no está simplemente buscando reducir o eliminar el sufrimiento que puede ser experimentado en una vida particular, sino para escapar del eterno ciclo del samsara de la vida y la muerte que representa la renovación perpetua de dukkha.
Tanha: La fuente de dukkha
La segunda de estas cuatro enseñanzas fundamentales budista, es que dukkha es causada por tanha, lo que literalmente significa «sed», y que es, generalmente traducida como «deseo» o «antojo».[12] Como lamenta una fuente budista:
- «¿Dónde está la fuente de la pena humana, de la lamentación, del dolor, y la agonía? ¿No será encontrada en el hecho de que las personas desean generalmente?».[13]
La idea no es que tengamos un grupo equivocado de deseos, y que ansiar o desear las cosas equivocadas llevan al sufrimiento de la vida, sino que más bien, ese deseo y anhelo mismo es la causa del sufrimiento, sin importar el objeto.[14] Debido a que todas las cosas no son permanentes y siempre están cambiando, cualquier cosa que deseemos no durará. Aunque tratemos de obtener todo lo que deseemos, y aunque todo lo que deseemos es «bueno» y «noble», traerá sufrimiento, insatisfacción y pérdida que sobrepasará cualquier placer breve o de realización que pudiéramos recibir.[15]
De acuerdo al budismo, nuestros deseos, los cuales traen dolor y sufrimiento por el mundo, están arraigados en nuestra desilusión de que somos personas distintas que pueden actuar en el mundo alrededor de nosotros como una cosa separada de nosotros mismos. [16] Cualquier juicio por la que una cosa deberá ser deseada y otra evitada, cualquier «apoyarse en» una experiencia y alejarse de otra,[17] cualquier deseo o cualquier acción de la voluntad traerá consigo, necesariamente, dukkha.[18] Nuestra desilusión de la existencia personal y nuestra negativa a mirar todas las cosas como un todo interconectado sin ninguna distinción o preferencia constante, crea perpetuamente dukkha, en todas las cosas. Como explica un instructor budista:
- «Al descubrir los orígenes de nuestro sufrimiento, descubrimos cómo fue creado el yo. Vemos que el sufrimiento es impuesto en sí mismo y perpetuamente por nuestra negativa a mirar. El sentido de ‘usted’ y ‘yo’ es creado por nuestra resistencia a mirar».[19]
Uno puede captar la lógica que conecta los deseos, antojos, y apegos a las diversas formas de sufrimiento en cualquier vida dada, pero no es inmediatamente claro cómo los deseos en esta vida harían que el renacimiento de alguna vida futura, puedan contribuir al sufrimiento en esa vida. Esto aumenta aún más por el hecho de que, como hemos señalado, el budismo es bastante claro en que la vida futura no es una continuación del «usted», ya que, «usted» realmente no existe como una persona distinta y duradera incluso en esta vida, y mucho menos en la siguiente. Las enseñanzas budistas responde a esto, a través del concepto de «karma».[20] A diferencia de la forma inapropiada que los occidentales usan el término, «karma» no son las cosas buenas o malas que le pasan a usted por lo que ha hecho.[21] La palabra «karma» simplemente, significa «acción»[22] o «actos»[23] y se refiere a cualquier acto del libre albedrío de la voluntad. Karma es la misma acción, no el resultado posterior de la acción. Mientras que el budismo reconoce que hay karma que puede tener efectos relativamente positivos y karma que puede tener efectos relativamente negativos, se dice que todo karma tiene efectos causales que dan lugar a vidas futuras.[24] Estas vidas no son una continuación del mismo ser individual, debido a que no existe tal cosa, más bien están conectados por una cadena de relaciones de causa y efecto traída como consecuencia de las acciones del karma.[25] Por lo tanto, el budista no está buscando «buen» karma; más bien no está buscando de ninguna manera, «karma». El budista no quiere un mejor renacimiento, sino escapar del ciclo del renacimiento, su sufrimiento inherente y todo lo que abarca.[26] Todo karma es la acción de la voluntad, y por tanto, está arraigado en el deseo. Todo karma, así sea el llamado «buen» karma, finalmente, hace que continúe dukkha.
Nirvana: Un fin de dukkha
La tercera de estas cuatro enseñanzas fundamentales budistas, es que, de hecho existe libertad del samsara y la continuidad de dukkha.[27] Más bien, siguiendo la lógica desde el punto anterior, es aquí donde se afirma que, debido a que el sufrimiento es causado por el deseo, uno puede llegar a ser libre del sufrimiento liberándose de los deseos y de la ilusión de una distinta existencia personal, que da la voluntad personal y el deseo de su justificación.[28] Cuando tanha cesa, cesa también dukkha.[29] Se alcanza nirvana cuando uno entiende, acepta, y se da uno mismo completamente a este entendimiento del mundo.
Nirvana no es un lugar. No es un paraíso o cielo, o resurrección o vida eterna.[30] Uno no «entra» a nirvana.[31] Por el contrario, el budista consecuente no puede pensar que el nirvana es como una aniquilación o extinción de la existencia[32] como lo expresa el erudito budista, Walpola Rahula:
- «Existen muchos que han tenido una idea equivocada de que el nirvana es negativo, y que expresa auto aniquilación. Pero definitivamente, nirvana no es la aniquilación del yo, debido a que no hay yo para aniquilar. En todo caso, es la aniquilación de la ilusión, de la idea falsa del yo».[33]
De hecho, la palabra nirvana significa «apagar» o «extinguir», como una llama privada de gasolina o aire que deja de quemar.[34] Pero lo que se extingue no es usted personalmente, debido a que el budismo niega que exista algún «usted» que sea apagado, extinguido. En el canon pali, la representación que tenemos hoy más que cualquier cosa que una colección amplia de la enseñanza de Buda, es que encontramos descrito al nirvana en términos tales como, «el abandono del deseo y antojo», «el cese de la continuidad y del llegar a ser», «de la extinción de la sed», «el desarraigo del apego», y como «realidad» y «la verdad absoluta».[35] Por lo tanto, esto es la aniquilación de todo lo que lo hace pensar de usted mismo como un «yo» y que le hace actuar como si usted y otras personas y objetos tengan identidades diferentes y perdurables.[36] Es la realización de la experiencia de la existencia como realmente es;[37] una realidad interconectada donde no existen distinciones o dualidades.[38] Una vez más Rahula anota:
- «Es incorrecto decir que nirvana es negativo o positivo. Las ideas ‘negativas’ y ‘positivas’ son relativas, y están dentro del ámbito de la dualidad. Estos términos no pueden ser aplicados a nirvana, a la verdad absoluta, la cual está más allá de la dualidad y la relatividad».[39]
Por el momento, aquí necesariamente no importa de lo que Rahula hable acerca de una dualidad real entre la verdad relativa y la verdad absoluta, y coloque a nirvana claramente a un lado de esta dualidad y no en el otro lado; el punto es que el budismo entiende nirvana como una verdad a ser alcanzada, en la cual el mundo es entendido sin distinciones ni divisiones, y en sí mismo es imposible; tampoco existen «cosas» que se deseen sobre otras «cosas»; simplemente es lo que «es».
La realización de nirvana, en un sentido significativo, puede ser por lo tanto, obtenido en esta vida al deshacerse uno mismo de todos los deseos e ideas de distinción.[40] Tal persona continuará viviendo como antes, en esta vida de muchas maneras, aunque sin el deseo o apego; y cuando muera no habrá renacimiento resultante, y obteniendo así la realización plena y definitiva de nirvana. Este es el fin del sufrimiento a la que toda la enseñanza budista está apuntando.[41]
El camino a nirvana
Mientras que no puede enfatizarse que nirvana no es un lugar o alguna clase de estado futuro al que está tratando de llegar el budista, la cuarta de estas cuatro enseñanzas fundamentales budistas, hablando en sentido figurado, establece la «vía» o el «camino» para el fin del sufrimiento de dukkha.[42] El budismo expresa este camino para la iluminación y liberación en ocho puntos, el cual es comúnmente llamado el «sendero óctuple».[43] Los ocho puntos son:
- Punto de vista correcto
- La correcta intención
- El correcto hablar
- La acción correcta
- La correcta subsistencia
- El correcto esfuerzo
- La concientización correcta
- La correcta concentración
Mientras se detallan las características de cada punto en el camino y las diversas maneras en que cada escuela del budismo las entiende y aplica, lo que está más allá del alcance de este artículo, es que, se puede anotar que estos puntos están diseñados para remodelar cada faceta de nuestro pensamiento, vida, y cosmovisión a la luz de los puntos anteriores, y hacia el fin de alcanzar el nirvana a través del abandono del deseo y el sentido del yo. A medida que la simple lectura de los puntos anteriores probablemente indicaría, no se espera que ocurra generalmente a través de una revelación instantánea e inmediata, sino más bien a través de años de disciplina auto cuidadosa, el entrenamiento de la mente y el cuerpo para la iluminación de la manera que un atleta lo hace para una competencia olímpica o la de un comerciante para progresar en su trabajo.[44] Mientras algunas formas de budismo pueden creer que existen otros elementos para el camino o fuentes de ayuda fuera de uno mismo a lo largo del camino, todos sostendrán este camino fundamental a la liberación del dukkha y la realización de nirvana a través de la disciplinada fidelidad al sendero óctuple que Buda prescribió.
El problema con Dios
El sistema anteriormente articulado es dependiente totalmente de la presuposición inicial: que todas las cosas no son permanentes, transitorias, y fugaces o breves, y que por lo tanto, las personas o cosas no son reales, permanentes y no pueden durar a través del tiempo y ningún deseo puede ser cumplido de manera significativa y duradera.
Sin embargo, el Dios de la Biblia, es eterno e inmutable. Por ejemplo, las Escrituras nos dicen:
- «Antes que los montes fueran engendrados, y nacieran la tierra y el mundo, desde la eternidad y hasta la eternidad, tú eres Dios» (Salmo 90:2).
- «Porque yo, el Señor, no cambio; por eso vosotros, oh hijos de Jacob, no habéis sido consumidos» (Malaquías 3:6).
- «Jesucristo es el mismo ayer y hoy y por los siglos» (Hebreos 13:8).
Por lo tanto, el budista está obligado a apostar todo su sistema en la afirmación de que el Dios de la Biblia, no existe. Obviamente, el mismo Buda nunca hizo esta afirmación. Él vivió toda su vida en la cultura hindú de la antigua India, donde nunca se escuchó del Dios de la Biblia; y la idea de un Dios distinto, personal, eterno, trascendente y creador no fue concebida por él, y menos fue parte de su discurso persona. De forma interesante, Buda sí aceptó la existencia de los dioses hindúes, pero como estos mismos dioses fueron temporales y mortales, él los consideró simplemente dentro del mismo círculo de muerte y renacimiento en el samsara, y por lo tanto, el padecimiento dukkha como todo lo demás.[45] Tales dioses transitorios encajan bien en el sistema budista sin crear polémica. Sin embargo, el eterno e inmutable Dios del cristianismo, es harina de otro costal. El Dalai Lama ha afirmado enfáticamente que la cosmovisión budista no deja lugar para una creación divina, atemporal, eterna o absoluta.[46] Walpola Rahula afirma que la creencia en Dios es una invención humana y es vacía y falsa.[47] La sociedad para la promoción del budismo enumera, que la creencia en un Dios soberano y creador, como una de las tres cosmovisiones equivocadas en el mundo, que niega la iluminación de uno, y defiende en forma simple, la afirmación al volver a declarar que todo es, simplemente una sucesión de apariencias temporales conectadas por causas y efectos.[48] En otras palabras, creer en Dios es en última instancia equivocado porque el sistema budista no le permite a Él Su existencia. El budista presupone una concepción de la realidad que es totalmente deshecha si aceptan la existencia del Dios eterno. Si Dios existe eterna e inmutablemente, y más aún, si en última instancia Él puede cumplir deseos justos y la promesa de la vida eterna a los fieles, las cuatro nobles verdades resultarían no ser verdad o nobles, y el budismo dejaría de explicarse.
Notas a pie de página:
[1] Rodney Smith «Stepping out of Self Deception» (Shambhala Publications, 2010) 44.
[2] Walpola Rahula, «What the Buddha Taught: Revised and Expanded Edition with Texts from Suttas and Dhammapada» (Grove Press, 2007) Kindle Edition, Chapter 2.
[3] Houston Smith and Phillip Novak, «Buddhism: A Concise Introduction» (HarperCollins Publishing, 2003) 32.
[4] Walpola Rahula, «What the Buddha Taught: Revised and Expanded Edition with Texts from Suttas and Dhammapada» (Grove Press, 2007) Kindle Edition, Chapter 2.
[5] Houston Smith and Phillip Novak, Buddhism: A Concise Introduction (HarperCollins Publishing, 2003) 34-35.
[6] Walpola Rahula, «What the Buddha Taught: Revised and Expanded Edition with Texts from Suttas and Dhammapada» (Grove Press, 2007) Kindle Edition, Chapter 2.
[7] Keith Yandell and Harold Netland, «Buddhism: A Christian Exploration and Appraisal» (IVP Academic, 2009) 16.
[8] Thich Naht Hanh, «The Heart of the Buddha’s Teaching» (Broadway Books, 1998) 20.
[9] Walpola Rahula, «What the Buddha Taught: Revised and Expanded Edition with Texts from Suttas and Dhammapada» (Grove Press, 2007) Kindle Edition, Chapter 2.
[10] Thich Naht Hanh, «The Heart of the Buddha’s Teaching» (Broadway Books, 1998) 29.
[11] Keith Yandell and Harold Netland, «Buddhism: A Christian Exploration and Appraisal» (IVP Academic, 2009) 21.
[12] Houston Smith and Phillip Novak, Buddhism: A Concise Introduction (HarperCollins Publishing, 2003) 36.
[13] «The Teaching of Buddha» (Bukkyo Dendo Kyokai, 1966) 42-43.
[14] Keith Yandell and Harold Netland, «Buddhism: A Christian Exploration and Appraisal» (IVP Academic, 2009) 16.
[15] Rodney Smith «Stepping out of Self Deception» (Shambhala Publications, 2010) 13.
[16] Rodney Smith «Stepping out of Self Deception» (Shambhala Publications, 2010) 4.
[17] Rodney Smith «Stepping out of Self Deception» (Shambhala Publications, 2010) 6.
[18] Walpola Rahula, «What the Buddha Taught: Revised and Expanded Edition with Texts from Suttas and Dhammapada» (Grove Press, 2007) Kindle Edition, Chapter 3.
[19] Rodney Smith «Stepping out of Self Deception» (Shambhala Publications, 2010) 44.
[20] Walpola Rahula, «What the Buddha Taught: Revised and Expanded Edition with Texts from Suttas and Dhammapada» (Grove Press, 2007) Kindle Edition, Chapter 3.
[21] Walpola Rahula, «What the Buddha Taught: Revised and Expanded Edition with Texts from Suttas and Dhammapada» (Grove Press, 2007) Kindle Edition, Chapter 3.
[22] Walpola Rahula, «What the Buddha Taught: Revised and Expanded Edition with Texts from Suttas and Dhammapada» (Grove Press, 2007) Kindle Edition, Chapter 3.
[23] «The Teaching of Buddha» (Bukkyo Dendo Kyokai, 1966) 299.
[24] Walpola Rahula, «What the Buddha Taught: Revised and Expanded Edition with Texts from Suttas and Dhammapada» (Grove Press, 2007) Kindle Edition, Chapter 3.
[25] Houston Smith and Phillip Novak, «Buddhism: A Concise Introduction» (HarperCollins Publishing, 2003) 55.
[26] Walpola Rahula, «What the Buddha Taught: Revised and Expanded Edition with Texts from Suttas and Dhammapada» (Grove Press, 2007) Kindle Edition, Chapter 3.
[27] Walpola Rahula, «What the Buddha Taught: Revised and Expanded Edition with Texts from Suttas and Dhammapada» (Grove Press, 2007) Kindle Edition, Chapter 4.
[28] Houston Smith and Phillip Novak, «Buddhism: A Concise Introduction» (HarperCollins Publishing, 2003) 37.
[29] Keith Yandell and Harold Netland, «Buddhism: A Christian Exploration and Appraisal» (IVP Academic, 2009) 16.
[30] Keith Yandell and Harold Netland, «Buddhism: A Christian Exploration and Appraisal» (IVP Academic, 2009) 22.
[31] Walpola Rahula, «What the Buddha Taught: Revised and Expanded Edition with Texts from Suttas and Dhammapada» (Grove Press, 2007) Kindle Edition, Chapter 4.
[32] Keith Yandell and Harold Netland, «Buddhism: A Christian Exploration and Appraisal» (IVP Academic, 2009) 23.
[33] Walpola Rahula, «What the Buddha Taught: Revised and Expanded Edition with Texts from Suttas and Dhammapada» (Grove Press, 2007) Kindle Edition, Chapter 4.
[34] Houston Smith and Phillip Novak, «Buddhism: A Concise Introduction» (HarperCollins Publishing, 2003) 51.
[35] Walpola Rahula, «What the Buddha Taught: Revised and Expanded Edition with Texts from Suttas and Dhammapada» (Grove Press, 2007) Kindle Edition, Chapter 4.
[36] Houston Smith and Phillip Novak, «Buddhism: A Concise Introduction» (HarperCollins Publishing, 2003) 52-53.
[37] Walpola Rahula, «What the Buddha Taught: Revised and Expanded Edition with Texts from Suttas and Dhammapada» (Grove Press, 2007) Kindle Edition, Chapter 4.
[38] «The Teaching of Buddha» (Bukkyo Dendo Kyokai, 1966) 299.
[39] Walpola Rahula, «What the Buddha Taught: Revised and Expanded Edition with Texts from Suttas and Dhammapada» (Grove Press, 2007) Kindle Edition, Chapter 4.
[40] Walpola Rahula, «What the Buddha Taught: Revised and Expanded Edition with Texts from Suttas and Dhammapada» (Grove Press, 2007) Kindle Edition, Chapter 4.
[41] Keith Yandell and Harold Netland, «Buddhism: A Christian Exploration and Appraisal» (IVP Academic, 2009) 25.
[42] Walpola Rahula, «What the Buddha Taught: Revised and Expanded Edition with Texts from Suttas and Dhammapada» (Grove Press, 2007) Kindle Edition, Chapter 5.
[43] Keith Yandell and Harold Netland, «Buddhism: A Christian Exploration and Appraisal» (IVP Academic, 2009) 16.
[44] Houston Smith and Phillip Novak, «Buddhism: A Concise Introduction» (HarperCollins Publishing, 2003) 39.
[45] Keith Yandell and Harold Netland, «Buddhism: A Christian Exploration and Appraisal» (IVP Academic, 2009) 22.
[46] Keith Yandell and Harold Netland, «Buddhism: A Christian Exploration and Appraisal» (IVP Academic, 2009) 183-184.
[47] Walpola Rahula, «What the Buddha Taught: Revised and Expanded Edition with Texts from Suttas and Dhammapada» (Grove Press, 2007) Kindle Edition, Chapter 6.
[48] «The Teaching of Buddha» (Bukkyo Dendo Kyokai, 1966) 44-45.