La Transubstanciación y las Palabras de Jesús en la Última CenaLa Transubstanciación y las Palabras de Jesús en la Última Cena

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Abreviaturas: CR: Catolicismo Romano. IC: Iglesia Católica. ICR: Iglesia Católica Romana. CIC: Catecismo de la Iglesia Católica.

Por, Luke Wayne
27 de enero de 2017

La Transubstanciación y las Palabras de Jesús en la Última Cena

La doctrina CR de la transubstanciación enseña que cuando un cura bendice el pan y el vino de la comunión, estas literalmente —aunque en forma invisible— se convierten literalmente en la carne y la sangre de Jesús. Por lo tanto, el pan y el vino son traídos desde los cielos por el cura cada vez que se celebra la misa, y son, por lo tanto, objeto de adoración. Comer el pan y beber el vino, es exactamente comer el cuerpo y beber la misma sangre de Cristo. Este acto es considerado un medio importante para recibir la gracia de Dios.

Un Supuesto Argumento Bíblico de la ICR

En cuanto a la defensa de esta enseñanza este argumento es, supuestamente tomado de las mismas palabras de Jesús. Durante la última cena Él instituyó por primera vez la comunión al decir del pan, «este es mi cuerpo» y del vino, «esta es mi sangre». Para el católico romano esta parece la respuesta más directa. Sin embargo, en el contexto es claro que Jesús no intentó que tomáramos Sus palabras en un sentido tan categórico y literal.

¿Puede Dios Usar Metáforas?

Un punto común que es con frecuencia promovido en esta discusión es que Jesús dijo que el pan es Su cuerpo. Él no dijo que el pan representa Su cuerpo. Si Jesús quería hacer una comparación, Él no hubiera escogido la palabra «es». Esta afirmación siempre me ha molestado a mí, ya que recuerdo haber aprendido acerca de los diferentes tipos de analogías en la escuela elemental, y asumir que casi cualquier adulto conoce esta información básica. Un tipo de analogía particular y muy común es el de una metáfora. La definición de metáfora en el diccionario es:

  • Una figura de lenguaje en la que un término o frase se aplica a algo a lo que no es literalmente aplicable para sugerir una semejanza, como en, «Una poderosa fortaleza es nuestro Dios». [1. http://www.dictionary.com/browse/metaphor?s=t (Consultado el 26/01/17).]

Pero ¿Qué es una Metáfora?

Por definición, es una forma figurada de hablar. Donde la persona que habla representa una cosa como algo diferente para señalar un punto. Incluso el ejemplo dado en el diccionario es instructivo. En el antiguo himno ¿se afirma que Dios es una «poderosa fortaleza»? Es obvio que no. Literalmente Dios no es una poderosa fortaleza sobre una montaña estratégica en algún lugar. Decir que Dios es una poderosa fortaleza está hablando claramente acerca de Dios y Su relación con Su pueblo. No está afirmando que existe una fortaleza allá afuera que ha sufrido una transubstanciación en Dios mismo. Interpretar el himno de esa manera podría ser tonto. Es una metáfora.

La Palabra de Dios Está Llena de Metáforas

Por tanto, afirmar que Jesús no pudo haber usado la palabra «es» —a menos que quisiera hablar en un sentido inexpresivo, literal— es afirmar que Dios es inexplicablemente incapaz de usar metáforas, algo que incluso un simple niño humano hace todos los días. Sin embargo, la palabra inspirada de Dios está llena de tales metáforas. Leamos algunos ejemplos.

Ezequiel 5:1-5

Dios le dice a Ezequiel que se rasure su cabeza y su barba; que tome una balanza de pesar y divide los cabellos en terceras partes. Una tercera parte quemará a fuego en medio de la ciudad, después otra tercera parte la cortará con espada, y otra tercera parte esparcirá al viento. Después le dice a Ezequiel, «Esta es Jerusalén» Dios, no transforma de forma milagrosa el cabello de Ezequiel en la ciudad de Jerusalén o la carne y sangre de aquellos que vivían dentro de la ciudad. Dios dice que los cabellos es Jerusalén. Él no está diciendo que los cabellos representan Jerusalén; sin embargo, es claro que Dios estaba usando esto como imagen para representar Su juicio venidero sobre la ciudad. Dios sabe cómo usar metáforas.

Mateo 5:13

Jesús les dice a Sus discípulos: «Vosotros sois la sal de la tierra». Él no dice que son como la sal de la tierra. De hecho, ellos son la sal de la tierra. Obviamente, Jesús no quiso sugerir que Él literalmente iría a llevar a cabo una transubstanciación de sus cuerpos humanos a sal al pronunciar las bendiciones de las bienaventuranzas sobre ellos. Esto es una metáfora.

2º Samuel 23:17

Después de que algunos hombres de David arriesgaran sus vidas para entrar a pelear en campo enemigo y traer con ellos agua del pozo donde acampaban los filisteos (v. 16), David declara que no bebería la sangre de los hombres que pusieron en peligro sus vidas para traérsela a David. Obviamente, que David no piensa ni cree que el agua sufrió literalmente una transubstanciación convirtiéndose en la sangre de sus valientes. Él hablaba en forma metafórica.

Jueces 7:13-14

Un hombre está contando su sueño a un compañero, diciendo que un pan de cebada rodaba hasta el campamento de Madián, golpeando la tienda y tumbándola. El intérprete dice que el pan «es la espada de Gedeón» que destruiría el campamento madianita. Obviamente, esto significaba que el pan en el sueño representaba la «espada» de Gedeón, lo que era una referencia figurativa a su fuerza militar, no sólo a su propia espada personal.

Lo que Demuestran los Puntos Anteriores

Aunque sería fácil continuar ilustrando este tema con más ejemplos, estos son suficientes para demostrar:

1. Solo porque …

    1. … Dios dice que algo «es» más, no significa que automáticamente estemos supuestos a tomarlo literalmente.
    2. … Jesús indica que una cosa «es» algo más, no significa que automáticamente estemos supuestos a tomarlo literalmente.
    3. … una persona diga que el pan «es» algo más, no significa que automáticamente esto esté supuesto a tomarse literalmente.

Mirando el Contexto

Por lo tanto, la simple presencia de la palabra «es» como opuesta a un término como «representa» o «simboliza» no resuelve el asunto. Tenemos que mirar el contexto. Para empezar, debemos recordar que Jesús estaba participando en la cena conmemorativa de la pascua donde todo lo que se encontraba sobre la mesa simbolizaba las cosas que les mostraban y recordaban a los participantes la más grande y determinante obra de Dios a favor de la libertad de Su pueblo. Debemos recordar también que literalmente, el cuerpo de Jesús se encontraba todavía sentado a la mesa con Sus discípulos. Señalando el pan dice, «este es mi cuerpo».

¿Cuál Sería el Significado más Obvio de las Palabra de Jesús?

El que Jesús estaba hablando en sentido figurado. La carga de la prueba recae sobre la persona que afirma que Jesús estaba, de hecho, revelando una verdad mística, en la cual, el pan y el vino se transformaban literalmente en carne y sangre humanas. Pero al mismo tiempo, los elementos seguían manteniendo todas las cualidades tangibles del pan y el vino, mientras el hombre del que procedía la carne y la sangre seguía sentado a la mesa ileso.

¿Milagro Imposible Para Jesús?

Un milagro tan elaborado e invisible no hubiera sido imposible para Jesús. Pero en este contexto, no habría sido en absoluto el significado obvio de estas palabras para alguien que estuviera allí presente. El significado más natural sería el de un lenguaje figurativo. Por lo tanto, sería justo asumir la interpretación simbólica de las palabras de Jesús. A menos, claro está, que a partir del texto se pueda demostrar minuciosamente que el entendimiento de la ICR es correcto. Sin embargo, el hecho es que los detalles de esos pasajes relevantes solo pueden confirmar que Jesús estaba hablando en forma figurativa.

Un Vistazo más Cercano a las Palabras de Jesús

Las palabras de Jesús con relación a la práctica de la comunión nos llegan de cuatro pasajes diferentes de autores del Nuevo Pacto. Note las diferentes formas en que los autores explican las palabras de Jesús sobre el vino:

  • «porque esto es Mi sangre del nuevo pacto, que es derramada por muchos para el perdón de los pecados» (Mateo 26:28).
  • «Y les dijo: ‘Esto es Mi sangre del nuevo pacto, que es derramada por muchos’» (Marcos 14:24).
  • «De la misma manera tomó la copa después de haber cenado, diciendo: ‘Esta copa es el nuevo pacto en Mi sangre, que es derramada por ustedes’» (Lucas 22:20).
  • «De la misma manera tomó también la copa después de haber cenado, diciendo: ‘Esta copa es el nuevo pacto en Mi sangre; hagan esto cuantas veces la beban en memoria de Mí’» (1ª Corintios 11:25).

Entendiendo la Metáfora

Si miramos solo Mateo y Marcos, y nos limitamos a esta sola frase —«esta es mi sangre»— podríamos interpretarlo de forma figurativa o literal. Sin embargo, en Lucas y Pablo, las palabras son claramente metafóricas. Jesús no dice que la copa es Su sangre, más bien, que este es el nuevo pacto en Su sangre. Podría tener sentido hablar sobre la sustancia del agua transformándose físicamente en la sustancia de la sangre. Esto ocurre en otras partes de la Escritura —aunque siempre visiblemente. Sin embargo, no tiene sentido hablar físicamente sobre el agua volviéndose un pacto porque ¡¡un pacto no es una substancia física!!

¿Contradicción en las Palabras de los Autores?

Aun cuando los católicos romanos están de acuerdo en que no hay contradicción entre las palabras de Mateo y Marcos y las palabras de Lucas y Pablo, tenemos que ir a la interpretación del significado de Jesús que tiene sentido en los cuatro contextos. En definitiva, la mejor opción es la idea de que Jesús está hablando figurativamente.

Sin embargo, tal vez son más críticas las palabras explícitas de Jesús con relación al propósito de la comunión.

Pasajes Bíblicos

En estos, Jesús dice:

  • «Y tomando el pan, después de haber dado gracias, lo partió, y les dio, diciendo: ‘Esto es Mi cuerpo que por ustedes es dado; hagan esto en memoria de Mí’» (Lucas 22:19).
  • «24 y después de dar gracias, lo partió y dijo: ‘Esto es Mi cuerpo que es para ustedes; hagan esto en memoria de Mí’. 26 Porque todas las veces que coman este pan y beban esta copa, proclaman la muerte del Señor hasta que Él venga’» (1ª Corintios 11:24, 26).

El Propósito de la Cena

Es recordar a Cristo y proclamar Su muerte. Compare esto con lo que fue dicho sobre el pan no leudado cuando la pascua fue establecida por primera vez:

Éxodo
13:3
  • «Y Moisés dijo al pueblo: ‘Acuérdense de este día en que salieron de Egipto, de la casa de esclavitud, pues el Señor los ha sacado de este lugar con mano poderosa. No comerán en él nada leudado’».
13:7-9
  • «Se comerá pan sin levadura durante los siete días. Nada leudado se verá contigo, ni levadura alguna se verá en todo tu territorio. 8 Lo harás saber a tu hijo en aquel día, diciendo: ‘Esto es con motivo de lo que el Señor hizo por mí cuando salí de Egipto’. Y te será como una señal en tu mano, y como un recordatorio en tu frente, para que la ley del Señor esté en tu boca. Porque con mano fuerte te sacó el Señor de Egipto».
Deuteronomio 16:3
  • «No comerás la Pascua con pan con levadura. Siete días comerás con ella pan sin levadura, pan de aflicción (porque aprisa saliste de la tierra de Egipto), para que recuerdes todos los días de tu vida el día que saliste de la tierra de Egipto».

El uso Simbólico del Pan en las Fiestas Judías

El pan ya era un elemento usado conmemorativamente en una fiesta que señala simbólicamente a la más grande obra de liberación por parte de Dios. También fue concebido como una manera de proclamar esa gran obra a la siguiente generación. ¡La muerte de Jesús se convirtió en nuestra Pascua más grande, y ahora el pan es para simbolizar Su propio sacrificio y llamarnos a ese momento aún más grande! Jesús no estaba creando alguna doctrina esotérica y mística que no había sido escuchada antes de Su tiempo e insuficientemente explicada por Sus palabras. Más bien, Él estaba haciendo uso de algo que ya estaba bastante claro: el pan es en memoria y en proclamación de una fiesta a celebrarse delante del SEÑOR.

El Nuevo Significado Enseñado por Jesús

El Señor le dio un nuevo significado a ese pan. Sin embargo, lo unió más a la muerte sacrificial del Hijo unigénito de Dios que a la muerte de los corderos sacrificados y de los primogénitos de Egipto. Así, y en primer lugar, el entendimiento figurativo de las palabras de Jesús encaja perfectamente con Su mismo propósito declarado tanto para la comunión como su conexión al propósito bíblico para el pan no leudado de la pascua.

Finalmente, Jesús mismo relación claramente el vino como vino y no literalmente como Su propia sangre. Después de haber compartido la copa, Jesús dice:

  • «Les digo que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día cuando lo beba nuevo con ustedes en el reino de Mi Padre» (Mateo 26:29).

El «fruto de la vid»

Jesús llama la bebida que acaba de compartir con ellos el «fruto de la vid». La copa todavía contenía una bebida hecha de uvas, no el fruto de las venas de Jesús. Es un vino de celebración que Él espera beber con Sus discípulos en el reino de Su Padre; no Su propia sangre. Por lo tanto, Jesús consideró la copa como literalmente vino y sólo simbólicamente Su sangre, y el nuevo pacto que estableció. No hay nada en estas palabras o su contexto que apunte a la transubstanciación.

Por Carlos E. Garbiras

Carlos Enrique Garbiras es Director general en Ministerio de Apologética e Investigación Cristiana (MIAPIC). Actualmente, sirve en predicación y enseñanza de la Palabra de Dios en Bogotá, donde dirige además la Escuela de Estudios Teológicos MIAPIC.

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