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Por, Luke Wayne
1 de julio de 2019
Abreviaturas: KJV: King James Version. NKJV: New King James Version. SUD: Santos de los Últimos Días. IJSUD: Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. IM: Iglesia Mormona. JS: Joseph Smith. TSJ: Traducción de Joseph Smith. NP: Nuevo Pacto (Testamento). ICR: Iglesia Católica Romana. DC: Doctrinas y Convenios.
La Traducción de la Biblia de Joseph Smith y Juan 1:1
La Traducción de la Biblia de José Smith y Juan 1:1 está llena de errores atroces que, considerados en su contexto, tienen implicaciones importantes sobre las afirmaciones de Joseph Smith de ser profeta.
Una afirmación central en la historia y doctrina mormona es la fe que tienen los mormones de que JS pudo traducir documentos antiguos al inglés por el don y poder de Dios. La afirmación de que tradujo el Libro de Mormón a partir de inscripciones en un conjunto de planchas antiguas es literalmente el núcleo del mormonismo. Esta religión depende totalmente de la afirmación de que Smith tenía un don profético de traducción divina. Por un lado, uno puede ver que esto es falso simplemente examinando el contenido del propio Libro de Mormón.[1. Solo para empezar, véase, por ejemplo, «Problemas con el Libro de Mormón», «Alma 5 y el Plagio del Libro de Mormón» y «Algunos de los Muchos Cambios en el Libro de Mormón».]
Las Traducciones de Joseph Smith: Totalmente Falsas
Sin embargo, también podemos examinarlo desde el otro lado observando la supuesta capacidad de JS para traducir. Aunque no existen planchas de oro reales que podamos examinar, Smith también afirmó utilizar su don profético para producir una traducción sobrenatural de uno de los libros más estudiados y traducidos de todos los tiempos: ¡la propia Biblia! Debido a que tenemos acceso inmediato a lo que la Biblia realmente dice en sus idiomas originales, esta afirmación es fácilmente comprobable. ¿Le permitió realmente el supuesto poder de Dios a JS traducir con precisión el griego y el hebreo antiguos? No. Ni por ahí cerca. El intento de Smith de traducir la Biblia a través de su supuesto don profético prueba definitivamente que en realidad no tenía un don profético. Esto también prueba que el Libro de Mormón y la religión que Smith fundó son fraudulentos.
Ejemplo Claro: Veamos Cómo Smith Tradujo Juan 1:1: «Y la Palabra era …»
Hoy en día, uno de los pasajes más conocidos en muchos círculos cristianos conservadores es el prólogo del evangelio de Juan, especialmente Juan 1:1-18.
Juan 1:1
Este poderoso testimonio de quién es Jesús y por qué vino se abre con las siguientes palabras
- Ἐν ἀρχῇ ἦν ὁ λόγος καὶ ὁ λόγος ἦν πρὸς τὸν θεόν καὶ θεὸς ἦν ὁ λόγος, (Juan 1:1).
Aunque la mayoría de los cristianos de hablas inglesa y española no pueden leer esto personalmente, en realidad no existe nada misterioso en estas palabras. Todos son términos griegos bastante comunes. Cualquiera que sepa leer griego antiguo sabe lo que significa cada una de estas palabras y cómo encajan gramaticalmente en esta frase. De hecho, mientras que en muchos versículos los eruditos varían en su redacción precisa entre sus traducciones, el significado de este versículo en particular es tan exacto que ¡aquí casi no hay variación en absoluto! Dice así:
- «En el principio ya existía la Palabra; y la Palabra estaba junto a Dios y era Dios» (Juan 1:1 — La Palabra [España]).
Traducción Real de la Frase de Juan 1:1
De hecho, podemos estar seguros de que esto es lo que significa la frase griega. Prácticamente todas las traducciones importantes a lo largo de los cuatrocientos años de historia de las traducciones modernas al inglés se han leído así, palabra por palabra. William Tyndale tradujo el Nuevo Pacto al inglés en la década de 1520, y ese versículo se leyó así. Fue ejecutado por la Corona Británica por su traducción. Sin embargo, cuando la Corona produjo sus propias traducciones (como la Gran Biblia, la Biblia del Obispo, y finalmente la KJV), en este versículo, estas se leían exactamente de la misma manera.
Oposición de la Iglesia Católica Romana
La ICR de la época se opuso enérgicamente a estas traducciones cristianas de la Biblia (y a los textos griegos del Nuevo Pacto a partir de los cuales se tradujeron). Sin embargo, produjeron su propia traducción de la Biblia principalmente a partir de la Vulgata Latina en lugar del griego (es decir, la primera edición de la Biblia Douay Rheims). Los traductores de la ICR llegaron literalmente a la misma redacción exacta para Juan 1:1. Lo mismo ocurre con las traducciones más recientes. Diferentes editoriales que representan diferentes perspectivas teológicas y que se basan en diferentes manuscritos griegos que sus homólogos anteriores no pueden evitar llegar a la misma redacción para este versículo. No pueden evitarlo. Es simplemente lo que significan las palabras.
Las Pocas Excepciones Demuestran lo Contrario
En el siglo XIV, durante el período del «inglés medio», antes incluso de la forma moderna de nuestro idioma que se encuentra en la KJV, la traducción de John Wycliffe tradujo este versículo:
- «En el principio era la Palabra, y la Palabra estaba en Dios, y Dios era la Palabra» (Juan 1:1. Traducción de Wycliffe).
Aquí el inglés era un poco tosco. Y la traducción excesivamente rígida, incluso en su época y es ciertamente difícil en la nuestra, ¡pero está diciendo exactamente lo mismo! Otro par de traducciones importantes difieren en aspectos muy pequeños. La Biblia de Ginebra dice «esa palabra» en lugar de «la palabra», y la Nueva Traducción al Inglés (New English Translation) dice que la Palabra era «completamente Dios» en lugar de implemente «Dios». Esto solo demuestra que son traducciones independientes sin seguir servilmente lo que se escribió antes que ellas.
¿Es el Mismo Significado?
En efecto. Solo demuestran aún más que sabemos exactamente lo que significan estas palabras. De hecho, incluso la «Traducción del Nuevo Mundo», la Biblia altamente sectaria y voluntariamente modificada de los testigos de Jehová, traduce este versículo exactamente igual que otras traducciones excepto en la última palabra, donde cambian «Dios» por «un dios» simplemente para evitar las implicaciones del versículo sobre quién es Jesús en realidad. Su traducción es incorrecta aquí, pero incluso traiciona el hecho de que sabemos lo que significan todas estas palabras. La traducción errónea de los TJ es aún un reconocimiento de que la palabra «theos» es la palabra griega para Dios / dios. De nuevo, sabemos lo que son las palabras y lo que significan. El punto es que este es un versículo sobre el cual podemos estar completa y totalmente seguros de lo que dice y la mejor manera de traducirlo.
¿Cómo Interpretó Joseph Smith un Versículo tan Claro y Preciso?
Lo tradujo como:
- «En el principio fue predicado el evangelio por medio del Hijo. Y el evangelio era el verbo, y el verbo estaba con el Hijo, y el Hijo estaba con Dios, y el Hijo era de Dios» (Juan 1:1, Traducción de Joseph Smith)».
¿Qué Sucedió con Esta «supuesta revelación»?
Al hacer esto, no solo añadió numerosas palabras que no están en el griego, sino que también alteró completamente el significado del versículo. No hay nada en el texto griego real sobre el evangelio y la predicación. Ninguna palabra para «hijo» o referencia a que algo sea «de Dios». Finalmente, el versículo ya no es sobre Jesús mismo sino sobre el evangelio que predicó. Esto no solo es una pésima traducción, ¡ni siquiera lo es! Es un conjunto de frases completamente diferente que es totalmente ajeno al Nuevo Pacto. Joseph Smith no tenía el poder de traducir sobrenaturalmente el griego antiguo, y por lo tanto su «traducción», aunque creativa, no es lo que Juan 1:1 realmente dice. Ni por asomo.
Pero ¿ha Cambiado Esto?
Una respuesta mormona típica es decir que JS tenía razón, y que todos los textos griegos (y todas las traducciones antiguas en latín, copto, siríaco, armenio, georgiano, eslavo, etíope, etc.) fueron cambiados y corrompidos. Afirman, por lo tanto, que Smith en realidad está restaurando las palabras perdidas de lo que Juan realmente escribió y afirmó. Sin embargo, cuando miramos la evidencia, tal teoría de conspiración resulta ser totalmente imposible.
Primero
No solo tenemos pruebas manuscritas amplias y extendidas por todo el mundo antiguo, tanto en el griego original como en muchas traducciones antiguas, ¡sino que también tenemos pruebas manuscritas asombrosamente tempranas! El versículo aparece en copias muy antiguas como P66 y P75, ambas de finales del siglo II. Considerando que Juan fue escrito probablemente en la década de los 90 d. C., estamos hablando de unos 100 años entre la redacción del Evangelio y nuestras primeras copias del mismo. Teniendo en cuenta el tiempo que solían durar los libros y el uso que se hacía de ellos en la antigua época romana, es muy probable que el original siguiera existiendo en aquella época. Pero eso no es todo. También tenemos otros documentos cristianos supervivientes de todo el mundo conocido en los que el versículo se citaba con frecuencia.
Juan 1:1 en el Siglo II
Redactado exactamente igual que hoy, citado por personas como Ireneo de Lyon (Europa occidental)[2. Véase, por ejemplo, Ireneo, Contra las herejías, libro 3, capítulo 11, y libro 5, capítulo 18.] Teófilo de Antioquía (Antioquía siria, la actual Turquía)[3. Véase, por ejemplo, Teófilo de Antioquía, A Autólico, libro 2, capítulo 22.] Clemente de Alejandría (Egipto)[4. Véase, por ejemplo, Clemente de Alejandría, El Pedagogo, Libro 1, Capítulo 8 y Exhortación a los paganos, Capítulo 1.] y muchos otros. Así pues, todos los ejemplares de Juan citados en Europa, Asia y África, incluso en los primeros años del cristianismo, se leían de la misma manera que nuestra Biblia actual.
¿Estaban las Personas Cristianas de la Época de Acuerdo con Esta Redacción?
Sí, y en todas las perspectivas teológicas. Tertuliano (un escritor latino de Cartago, en el norte de África) se unió a los montanistas, una secta profética rechazada por la mayoría de iglesias. Sin embargo, en su copia de Juan 1:1. se leía exactamente igual.[5. Véase, por ejemplo, Tertuliano, Contra Hermógenes, capítulo 20, y Contra Práxeas, capítulo 7.] Hipólito formaba parte de una iglesia rival de Roma que había roto con el reconocido Obispo de esa ciudad, pero su Biblia contenía también la misma redacción de Juan 1:1.[6. Por ejemplo, véase Hipólito de Roma, «Contra la herejía de un tal Noeto», sección 14.] Incluso los herejes gnósticos valentinianos del siglo II citaban el versículo de la misma manera.[7. Sus palabras se encuentran en Ireneo, Contra las herejías, Libro 1, Capítulo 8.] Por tanto, no se trataba de una lectura impuesta por una iglesia o un líder en particular. Todos los que tenían una copia de Juan, tanto dentro como fuera de las iglesias cristianas ortodoxas, tenían la misma lectura desde los inicios de la Iglesia. Y no se limitan a citar el versículo. También todos construyen argumentos sobre este que dependen claramente de la misma redacción precisa. ¡La que tenemos hoy!
Otros Escritores Antiguos
Aunque no citan directamente el versículo, dejan claro que lo tenían tal y como está actualmente. Por ejemplo, Ignacio de Antioquía, escribiendo unos diez años después de que Juan escribiera su evangelio, dijo:
- «Por esta causa también fueron perseguidos, siendo inspirados por Su gracia para convencer plenamente a los incrédulos de que hay un solo Dios, que se ha manifestado por Jesucristo Su Hijo, que es Su Verbo eterno, que no procede del silencio, y que en todo agradó al que le envió» (Ignacio de Antioquía, Epístola a los Magnesios, cap. 8).
Escribiendo muy cerca de la época de Juan como pueda imaginarse y, de hecho, amigo íntimo y colaborador de Juan el discípulo, Policarpo, Ignacio recoge el testimonio de Juan de que Jesús mismo es el Verbo eterno. La Palabra no es el Evangelio predicado por el Hijo. La Palabra / El Verbo es Jesús, como nos dice todavía hoy Juan 1:1.
La Antigua «Epístola a Diogneto»
Del mismo modo, sólo una o dos décadas después, esta epístola explica lo siguiente.
Primera Parte
- «Dios mismo, que es todopoderoso, Creador de todas las cosas e invisible, ha enviado desde el cielo y puso entre los hombres a Aquel que es la verdad y la Palabra santa e incomprensible, y lo estableció firmemente en sus corazones. No envió a los hombres, como se podría haber imaginado, a ningún siervo, ángel, gobernante, ni a ninguno de los que dominan las cosas terrenas, ni a quienes se ha confiado el gobierno de las cosas en los cielos, sino el mismo Creador y Modelador de todas las cosas, por quien hizo los cielos, por quien encerró el mar dentro de sus propios límites, cuyas ordenanzas observan fielmente todas las estrellas …
Segunda Parte
- … de quien el sol ha recibido la medida de su curso diario para ser observado, a quien la luna obedece, siendo ordenada a brillar en la noche, y a quien las estrellas también obedecen, siguiendo a la luna en su curso; por quien todas las cosas han sido dispuestas y colocadas dentro de sus propios límites, y a quien todas están sujetas: los cielos y las cosas que hay en ellos, la tierra y las que hay en ella, el mar y lo que hay en él, el fuego, aire y el abismo, las cosas que hay en las alturas, en las profundidades y entre ellas. Les envió este mensajero» (Epístola a Diogneto, cap. 7).
¿Quién es el Enviado?
El Verbo, el creador, el que hizo y sostiene el cielo y la tierra. Él fue enviado por y es Dios. Es obvio que el autor de esta carta se está extendiendo sobre Juan 1:1, ¡y no sobre el que Joseph Smith imaginó! Para dar un ejemplo más, Atenágoras de Atenas escribió:
- «Pero el Hijo de Dios es la Palabra del Padre, en idea y en operación; porque por y a través de Él fueron hechas todas las cosas, siendo el Padre y el Hijo uno» (Atenágoras, Un alegato para los cristianos, Capítulo 10).
La Lectura Real en Todas las Épocas
Los ejemplos podrían multiplicarse, pero bastan para demostrar que la lectura que tenemos hoy fue la versión universal del texto desde el mismo momento en que Juan lo escribió. Esta, desde el principio tiene testigos, fue citada por cristianos ortodoxos, heterodoxos e incluso herejes declarados en tres continentes durante el primer siglo de existencia del texto. Se encuentra en todos nuestros manuscritos (algunos de ellos sorprendentemente antiguos) y también en todas las traducciones antiguas en una amplia variedad de lenguas africanas, asiáticas y europeas a lo largo y ancho del Imperio Romano. Aquí simplemente no hay lugar para una conspiración. El texto siempre dijo esto. Joseph Smith estaba equivocado.
Trasfondo Cultural
Sin embargo, aún hay más pruebas que respaldan la redacción que encontramos hoy en todos nuestros manuscritos. El evangelio de Juan, tal como ha existido a lo largo de la historia de la iglesia, utiliza el término «la Palabra» de una manera que habría sido especialmente significativa para los judíos de la época de Juan. Se ajusta extraordinariamente bien al período de tiempo y a la cultura de una manera que la versión de Joseph Smith no lo hace.
El término la «Palabra» había llegado a adquirir un significado especial para los judíos de la época romana. Por ejemplo, en las traducciones arameas del Viejo Pacto (conocidas como los Tárgum), la actividad de Dios cuando se manifiesta o interactúa con los hombres (o en la creación en general) se describe a menudo en términos de la «Palabra» (o Memra) de Dios.
Diferentes Targumin (Plural de Tárgum) y Génesis
Por ejemplo, en un Tárgum de Génesis 28:20-21, en lugar de jurar que el Señor será su Dios, Jacob jura que será la Palabra del Señor.[8. Michael L. Brown, “Answering Jewish Objections to Jesus – Volume 2: Theological Objections” (Baker Books, 2000) 21.] En el de Génesis 9:12, Noé en vez de hacer un pacto entre Dios y él, lo hace con la Palabra de Dios.[9. ibíd., 19.] En lugares como Éxodo 20:1, incluso los Targumin presentan a «la Palabra» pronunciando palabras propias.[10. ibíd., 20.] Otro Tárgum tardío de Deuteronomio 4:7 describe a la Palabra sentada en Su trono y recibiendo las oraciones del pueblo.[11. ibíd., 21.] ¡La Palabra no era un mensaje o una declaración; era una forma de referirse a la presencia personal de Dios!
Filón de Alejandría y «la Palabra»
Del mismo modo, el filósofo judío del siglo I, Filón de Alejandría, también se basó en gran medida en el lenguaje de «la Palabra» para explicar las interacciones de Dios con su creación.[12. ibíd., 21-22.] Esta era, de nuevo, personal y, en cierto sentido, Dios mismo manifestado. La Palabra no era el mensaje del evangelio, sino la presencia personal y activa manifestada del Dios creador.
Incluso en la tradición samaritana aparece este mismo lenguaje. Aunque hay que reconocer que no tenemos documentación de esto en su comunidad hasta más tarde.
El Apócrifo «Josué Samaritano»
En este, la historia de Balaam se vuelve a contar y se amplía. Cuando este le pregunta a Dios si debe ir a maldecir a Israel, el texto explica:
- «Dios deseaba entonces hacer una manifestación de Sus misterios: ahora bien, he aquí que no podía hacerlo Él mismo, ni podía hacerlo a través de alguien que adorara a la manera de los hijos de Israel, tampoco por escrito, ni por medio de ninguno de Sus ángeles, sino sólo enviándole Su mismo Mandamiento. Y el compañero de Balaam, al contemplar el espectro de la Orden de Dios, huyó».[13. Robert T. Anderson y Terry Giles, «Tradition Kept: The Literature of the Samaritans» (Hendrickson Publishers, 2005) 72.]
¿Qué o Quién es el «mandamiento» de Dios?
Al enviar Su «mandamiento», el cual no es un profeta, mensaje o escrito, ni siquiera un ser angelical, sino algo más elevado y sublime que eso. El «Mandamiento» aparece entonces en forma visible, sosteniendo una conversación personal con Balaam y las personas huyen al verlo. Así, a través de esta y otras fuentes, vemos que el lenguaje que se encuentra en la lectura tradicional de Juan 1:1 en realidad encaja perfectamente en la cultura judía de la época de una manera que los escribas gentiles posteriores o los traductores cristianos no habrían conocido. No tiene sentido pensar que esta redacción sea una corrupción posterior. Por el contrario, es exactamente lo que se esperaría que escribiera un discípulo judío primitivo de Jesús como el propio Juan.
La Traducción de Joseph Smith Contra sí Misma
Por último, hay que señalar que los cambios de Joseph Smith a Juan 1:1 en realidad ¡contradicen los que hizo en otras partes del mismo capítulo! En la versión de Smith de 1:1, «la palabra» es el evangelio que fue predicado por el Hijo. La palabra no es el Hijo. Tampoco es Dios. Y no es en lo absoluto, una persona. Esta palabra es un mensaje proclamado por Jesús. No es Él mismo. Sin embargo, más adelante, leemos:
Juan 1:14-15, Traducción de Joseph Smith
- «Y aquella Palabra se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad. Juan dio testimonio de él, y exclamó: Este es aquel de quien hablé: El que viene después de mí, es preferido antes que yo, porque era antes que yo. Porque en el principio era la Palabra, el Hijo, hecho carne y enviado a nosotros por la voluntad del Padre».
Incluso aquí, los propios cambios y adiciones de Joseph Smith hablan de la Palabra como siendo personalmente Jesús, el Hijo, en vez de ser el evangelio. Por lo tanto, hasta el mismo Smith testifica que él se equivocó completamente en Juan 1:1.
Conclusión: La Traducción de Joseph Smith Está Equivocada
De este texto especialmente claro y confirmado, concluimos fácilmente que Joseph Smith no tenía el poder milagroso de traducir. Él pudo haber creído que estaba traduciendo la Biblia con exactitud. Que había traducido un libro antiguo llamado el Libro de Mormón, pero no fue así. Cualesquiera que hayan sido sus creencias o motivos personales, en realidad, no tenía las percepciones, dones o poderes proféticos que decía tener. Y puesto que estas afirmaciones son toda la base de su afirmación de ser un profeta, la conclusión llana y obvia es que Joseph Smith no es un profeta verdadero y la religión que fundó no es una iglesia verdadera.