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Abreviaturas: CR: Catolicismo Romano. IC: Iglesia Católica. ICR: Iglesia Católica Romana. CIC: Catecismo de la Iglesia Católica.
17 de diciembre de 2010
Diferentes Párrafos: 862, 883, 896, 939 «y seguir a los obispos»
CIC 862
«Así como permanece el ministerio confiado personalmente por el Señor a Pedro, ministerio que debía ser transmitido a sus sucesores, de la misma manera permanece el ministerio de los Apóstoles de apacentar la Iglesia, que debe ser ejercido perennemente por el orden sagrado de los obispos». Por eso, la Iglesia enseña que «por institución divina los obispos han sucedido a los apóstoles como pastores de la Iglesia. El que los escucha, escucha a Cristo; el que, en cambio, los desprecia, desprecia a Cristo y al que lo envió» (LG 20).
883
«El colegio o cuerpo episcopal no tiene ninguna autoridad si no se le considera junto con el Romano Pontífice […] como Cabeza del mismo». Como tal, este colegio es «también sujeto de la potestad suprema y plena sobre toda la Iglesia» que «no se puede ejercer a no ser con el consentimiento del Romano Pontífice» (LG 22; cf. CIC, can. 336).
896
El Buen Pastor será el modelo y la «forma» de la misión pastoral del obispo. Consciente de sus propias debilidades, el obispo «puede disculpar a los ignorantes y extraviados. No debe negarse nunca a escuchar a sus súbditos, a a los que cuida como verdaderos hijos […] Los fieles, por su parte, deben estar unidos a su obispo como la Iglesia a Cristo y como Jesucristo al Padre» (LG 27):
«Obedeced todos al obispo como Jesucristo a su Padre, y al presbiterio como a los Apóstoles; en cuanto a los diáconos, respetadlos como a la ley de Dios. Que nadie haga al margen del obispo nada en lo que atañe a la Iglesia (San Ignacio de Antioquía, Epistula ad Smyrnaeos 8,1)
939
Los obispos, ayudados por los presbíteros, sus colaboradores, y por los diáconos, los obispos tienen la misión de enseñar auténticamente la fe, de celebrar el culto divino, sobre todo la Eucaristía, y de dirigir su Iglesia como verdaderos pastores. A su misión pertenece también el cuidado de todas las Iglesias, con y bajo el Papa.
Cita del Concilio de Trento
La siguiente cita no procede del CIC. En cambio, es del Concilio de Trento (1545-1563) que expuso las enseñanzas oficiales católicas romanas. A la luz de lo que dice el CIC, esto es muy importante, ya que trata de la interpretación de las Escrituras.
- «… nadie, confiando en su propia habilidad, —en materia de fe, y de moral perteneciente a la edificación de la doctrina cristiana— arrancando la Sagrada Escritura a sus propios sentidos, presuma interpretar dicha Sagrada Escritura contrariamente al sentido que la santa madre Iglesia, —a quien corresponde juzgar del verdadero sentido e interpretación de las Sagradas Escrituras— ha sostenido y sostiene» (Trento, Sesión 4, «Decreto Concerniente a la Edición, y el Uso, de los Libros Sagrados«).
¿Sencillamente Seguir a los Obispos?
Si, como dice el CIC, debemos seguir a los obispos porque representan a Cristo y Trento afirma que nadie puede interpretar las Escrituras en contra de lo que dice la «madre Iglesia», entonces ¿por qué tenemos las siguientes Escrituras?
- «Estos eran más nobles que los de Tesalónica, pues recibieron la palabra con toda solicitud, escudriñando diariamente las Escrituras, para ver si estas cosas eran así» (Hechos 17:11).
- «Uno juzga que un día es superior a otro, otro juzga iguales todos los días. Cada cual esté plenamente convencido según su propio sentir» (Romanos 14:5).
Lo que Dice Pablo
En estos dos versículos, Pablo parece hablar al en contra del CIC y de Trento cuando ALABA a los que examinan lo que dijo de las Escrituras -—en lugar de creer simplemente lo que les dijeron. Piense en ello. Estamos hablando de una autoridad mucho más alta que los obispos. ¡Se trata del apóstol Pablo! Sin embargo, ni siquiera él les ordenó que simplemente lo siguieran y reinterpretaran las Escrituras para que se ajustaran a lo que él decía. Él los elogió por buscar en la Palabra de Dios por ellos mismos y verificar incluso lo que decía «para ver si estas cosas eran así».
Conclusión
Es evidente que la ICR se está elevando a una posición de autoridad y liderazgo que contradice las Escrituras. ¿Debemos simplemente someternos a los obispos de la ICR por lo que ellos afirman? En absoluto. Como dice la Biblia: «Examinadlo todo atentamente; retened lo bueno» (1ª Tesalonicenses 5:21).