Tres Componentes Claves para la Teoría de la EvoluciónTres Componentes Claves para la Teoría de la Evolución

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Por, Luke Wayne
29 de agosto de 2022

¿Cuáles son los Tres Componentes Claves para la Teoría de la Evolución?

Cuando se discute la teoría darwiniana de la evolución, es fácil enredarse en una serie de detalles y definiciones que no guardan relación entre sí. Además, no son útiles para el punto específico que estamos tratando de abordar. Aunque es una teoría integral, esto se debe a que la evolución darwiniana implica una serie de afirmaciones distintas que pueden y deben discutirse. Deben también sopesarse por separado según sus propios méritos, como señala un biólogo.

Michael Behe en «Tres Componentes Claves para la Teoría de la Evolución»

  • «La teoría de Darwin tiene que ser examinada con cuidado, porque no es un solo concepto, sino una mezcla de varias ideas no relacionadas y totalmente separadas».[1. Michael Behe, The Edge of Evolution (Free Press, 2007) 1.]

Aunque las cuestiones no siempre están tan «desvinculadas» y «totalmente separadas» como se desprende de la cita anterior, sigue existiendo una verdad importante. Se puede y a veces se debe evaluar y criticar la teoría de la evolución en su conjunto. Debe también evaluársele como una tesis completa. Asimismo, puede ser útil subdividirla en sus afirmaciones clave y abordarlas individualmente. Esto ayuda a aclarar exactamente con qué se está en desacuerdo en ese momento y por qué. Así se enfoca la conversación.

Tres Componentes Claves para la Teoría de la Evolución

Existen varias formas precisas de hacerlo. Aquí ofrezco tres afirmaciones esenciales que constituyen el núcleo de la evolución darwiniana. Ninguna de estas afirmaciones, por sí sola, es darwinista. Una persona puede (y muchos lo hacen) estar de acuerdo con una o dos de estas afirmaciones sin ser darwinista. Sin embargo, si alguna de estas afirmaciones es falsa, toda la evolución darwiniana se desmorona. Por ello, a menudo es constructivo elegir sólo una de estas tesis y centrar la conversación en ella. Estos son Tres Componentes Claves para la Teoría de la Evolución:

  1. Descendencia con Modificación (No Sólo Darwiniana)
  2. La Ascendencia Común (La Historia Darwiniana)
  3. Suficiencia de los Procesos Naturalistas (Los Medios de la Evolución)

1. Descendencia con Modificación (No Sólo Darwiniana)

Esta afirmación es incontrovertible y prácticamente indiscutible. Simplemente afirma que, en la actualidad, los organismos vivos descienden de organismos anteriores, pero con cambios o modificaciones que se produjeron a lo largo del tiempo. Los perros, los loros y las mariposas que vemos en nuestra época proceden de antiguos ancestros. En muchos casos, tenían un aspecto significativamente diferente al de cualquier ejemplo vivo moderno. La gente ya sabía esto mucho antes de Darwin. Inclusive, los creacionistas bíblicos lo afirman con entusiasmo. Señalan que Génesis enseña que las criaturas se reproducirían «según su género» (Génesis 1:24-25, etc.). Esto parece implicar cierta flexibilidad y variación dentro de categorías definidas o «tipos» de organismos.

Este Primer Componente NO es Debatible

Así pues, en sí misma, este, no es objeto de debate. Es necesario que sea así para que la evolución sea verdadera. En sí, la descendencia con modificación no es, evolución darwiniana. La «teoría de la evolución» biológica implica mucho más que esto. No sólo los críticos de Darwin están de acuerdo en la «descendencia con modificación», sino que también lo estaban casi todos antes de que existiera un Darwin al que criticar. Es prácticamente una perogrullada (Nota del Traductor: perogrullada: 1. f. coloq. Verdad o certeza que, por notoriamente sabida, es necedad o simpleza el decirla).[2. https://dle.rae.es/perogrullada?m=form.]

Discusión Fructífera y Productiva

Hay que tener esto en cuenta, ya que muchos de los defensores de Darwin señalarán (intencionadamente o por descuido) ejemplos de esto como prueba del darwinismo. Otros afirman que la teoría de la evolución significa simplemente «cambio a lo largo del tiempo» y, por tanto, insisten en que, al aceptar la decencia con modificación, se está obligado a aceptar el darwinismo en su totalidad. Estos movimientos retóricos son distracciones falsas y poco útiles, pero se dan con frecuencia. Para que la conversación siga siendo fructífera para todos los implicados, es importante prestar atención y ser conscientes de que en realidad están eludiendo la cuestión al defender el único pilar del darwinismo que, sin duda, no está cuestionando. Precisamente por eso, centrar la discusión en algo más específico dentro de la teoría evolutiva puede ser a menudo más productivo que discutir ampliamente la «evolución» en su conjunto.

2. La Ascendencia Común (La Historia Darwiniana)

Ésta es quizá la afirmación más «estereotipada» (Nota del Traductor: de «estereotipo»: 1. m. Imagen o idea aceptada comúnmente por un grupo o sociedad con carácter inmutable).[3. https://dle.rae.es/estereotipo?m=form.] dentro de la evolución darwiniana (es decir, es lo que suele venir primero a la mente de la gente cuando piensa en «darwinismo» o «evolución»). Es la afirmación de que todos los seres vivos de la Tierra (ya sean plantas, animales, hongos o microbios) descienden de un ancestro unicelular común. Así, se estructura la historia de todos los organismos en un «árbol de la vida», empezando por un tipo de organismo simple y original para posteriormente, ramificarse a lo largo del tiempo en varias categorías distintas hasta llegar a la gran variedad de especies que tenemos hoy.

Los de «ellos» y Nuestro Ancestro Común

Lémures
Lémures

Así, según la ascendencia común, los humanos actuales son una rama de la familia de los simios, que se remonta a un ancestro común compartido con chimpancés, gorilas, etc. Los simios, a su vez, comparten otro ascendiente común proto-primate con monos y lémures[4. lémur: 1. m. Género de mamíferos cuadrumanos, con los dientes incisivos de la mandíbula inferior inclinados hacia adelante y las uñas planas, menos la del índice de las extremidades torácicas y a veces la del medio de las abdominales, que son ganchudas, y la cola muy larga. Son frugívoros y propios de Madagascar. https://dle.rae.es/l%C3%A9mur?m=form.], que a su vez comparten un antepasado proto-mamífero anterior con perros, ratas, elefantes, jirafas, etc. Aun antes, los mamíferos procedemos supuestamente de una rama de la familia de los reptiles (las aves tienen sus raíces en otro grupo de reptiles, y por tanto son nuestros primos muy lejanos). Si seguimos retrocediendo aún más, encontramos cómo los reptiles y los anfibios (como las ranas y las salamandras) están emparentados. A su vez, se remontan a lejanos ancestros comunes compartidos con los peces, que a su vez comparten un ancestro común con los primeros invertebrados que pasaron a convertirse en nuestros insectos, crustáceos y similares.

Lo que Afirma Este «modelo»

Si se retrocede lo suficiente, este modelo afirma que se encuentra un hilo que nos conecta con los organismos que también dieron origen a las medusas, los moluscos, las esponjas, etc. Sin embargo, aún antes en la extensión del tiempo, todos los animales se remontan a los primeros organismos multicelulares que también dieron lugar a las plantas y los hongos. Éstos, a su vez, surgieron de organismos unicelulares aún más antiguos, remontándose en última instancia a la primera célula. La ascendencia común, por sí misma, no afirma de dónde procede esa primera célula. Sólo que su descendencia dio lugar a todos los demás seres vivos de la Tierra.

Cómo Refutar la «descendencia común»

Esta «descendencia común» es un componente fundamental de la evolución darwiniana, pero incluso, por sí mismo, no es la teoría darwiniana de la evolución. Muchos antes de Darwin ya creían en esta descendencia. De hecho, muchos miembros del movimiento del Diseño Inteligente (DI) que son críticos del darwinismo afirman y defienden la descendencia común. Por lo tanto, para demostrar la teoría darwiniana de la evolución, el darwinista debe demostrar algo más que la descendencia común. Sin embargo, esta es central y necesaria para la teoría de Darwin. Si se refuta, el darwinismo cae inmediatamente con ella.

El Movimiento del Diseño Independiente

Por la razón anterior, muchos cristianos bíblicos eligen esto como el campo de batalla central, y es comprensible. Este movimiento que sólo se ocupa de la hipótesis científica de que una causa inteligente de algún tipo está detrás de ciertos aspectos del mundo natural, es totalmente compatible con la descendencia común. Del mismo modo, un «teísmo» desnudo que cree genéricamente en un «Dios» principal detrás del universo, pero que no reclama ninguna revelación de ese Dios, no se ve perjudicado si toda la vida está relacionada de este modo. Sin embargo, el cristianismo bíblico afirma que Dios nos dio a conocer a través de Sus profetas ciertas verdades sobre Su acto de creación, y estas, contradicen la narrativa de la descendencia común de la que depende el darwinismo.

El Cristianismo Bíblico: Asumiendo el Debate

Así, mientras que otros críticos de Darwin pueden aceptar la descendencia común y combatir la teoría evolutiva en otro lugar, aquí, el cristiano bíblico, debe asumir el debate. El objetivo real no es simplemente refutar a Darwin, sino proclamar al Creador trino del universo. Esto no significa que todas las conversaciones sobre la evolución tengan que versar sobre la descendencia común. Hay otro pilar de la teoría de Darwin que merece la pena retomar.

3. Suficiencia de los Procesos Naturalistas (Los Medios de la Evolución)

El punto decisivo de la teoría evolutiva darwiniana no es simplemente el hecho de la descendencia con modificación. No es ni siquiera el intento de extrapolarla a la supuesta descendencia común de todos los organismos. Como hemos señalado, otras teorías rivales también afirman todo eso. Lo que distingue al darwinismo es la afirmación de que un conjunto específico de procesos naturalistas, ciegos y sin propósito, ha provocado todo esto gradualmente. Y esto, durante un período de tiempo muy largo. El principal de ellos es la selección natural que actúa sobre las variaciones aleatorias. Aunque a veces se proponen otros mecanismos adicionales que actúan en conjunto con estos procesos centrales. Siempre y cuando estos mecanismos adicionales también sean totalmente imprevistos, irreflexivos y puramente naturalistas.

Darwin y la Variación de los Organismo con el Tiempo y al Azar

Mientras Darwin aún vivía, Mendel acababa de descubrir la genética y el descubrimiento del ADN aún estaba lejos, por lo que la «mutación genética» como fuente de esta variación aún no era conocida por el propio Darwin. Una vez que la ciencia se desarrollara, sería adoptada por los darwinistas. Darwin propuso entonces el mecanismo de la «selección natural», un proceso por el que las variaciones que son beneficiosas en un entorno determinado sobreviven y se reproducen, mientras que las variaciones inútiles mueren o no producen descendencia. Por tanto, son eliminadas de las generaciones futuras. Así, según Darwin, la selección natural que actúa sobre la variación aleatoria (que ahora se entiende como mutaciones genéticas aleatorias) moldearía lentamente a los organismos a lo largo del tiempo para que desarrollaran un flujo continuo de adaptaciones a sus entornos.

La Selección Natural y la Mutación Aleatoria

Como se anotó, a medida que esos entornos cambian, o cuando los organismos se multiplican y se extienden a nuevos entornos, la selección favorece diferentes tipos de variación, lo que conduce a diferentes cambios en los organismos. De este modo, y de forma gradual a lo largo de un periodo de tiempo muy largo, Darwin creía (y sus seguidores siguen creyendo) que la selección natural actuando sobre la mutación aleatoria podía explicar el desarrollo de toda forma de vida en la Tierra.

Lo que Nos Quiere Decir la Teoría Evolutiva

Así, por muy diferentes que parezcan los murciélagos de las palmeras o las plumas de los pétalos de las rosas, todas estas criaturas y sus diversas estructuras y órganos son el resultado fortuito de un proceso ciego de mutación y selección natural a lo largo de miles de millones de años. O al menos, eso es lo que nos dice la teoría evolutiva. Aunque algunos darwinistas han propuesto otros procesos (también ciegos y naturalistas) que también pueden haber contribuido en el camino, la selección natural que actúa sobre la mutación aleatoria sigue siendo el núcleo de la narrativa darwiniana. En cualquier caso, cualquier versión de esta historia requiere que todos los procesos implicados sean totalmente no planificados, sin propósito y completamente naturalistas. Si hubo algún tipo de inteligencia, propósito o principio rector, el darwinismo es falso.

La Teoría Darwiniana y el Diseño Inteligente: Su Factor Distintivo

Los teóricos del diseño suelen aceptar la historia general darwiniana de la ascendencia común de todos los seres vivos, pero se oponen a la idea de que los procesos naturalistas como la mutación aleatoria y la selección natural sean suficientes para explicar los amplios, complejos y específicos cambios que se habrían producido para pasar de una sola bacteria a un mundo de colibríes, trampas de moscas de Venus, setas y hombres. Estos investigadores del DI demuestran que hay límites tanto al tipo como al grado de cambio que pueden producir los procesos darwinianos.[2. Lea por ejemplo, el libro de Michael Behe «The Edge of Evolution».] También señalan la existencia de sistemas complejos que requieren que todas sus partes estén completas y en su sitio antes de poder funcionar. Tales sistemas nunca se formarían pieza a pieza de forma ciega y darwiniana.[3. Michael Behe suministra un gran ejemplo en esta línea de investigación, así como en su obra, «Darwin’s Black Box».]

Los Defensores del Diseño Inteligente

De estas y otras maneras, estos defensores, argumentan que los mecanismos ciegos y naturalistas no son suficientes. La mutación genética y la selección natural son reales, pero hay límites claros a lo que pueden hacer, y la realidad de la vida que nos rodea supera esos límites. De hecho, los teóricos del diseño sostienen que hay pruebas demostrables de planificación, propósito e inteligencia en el desarrollo de la vida que no pueden ser explicadas por ningún proceso ciego y puramente naturalista.

¿Simplemente Aceptar la «descendencia común»?

Como cristiano bíblico, no puedo aceptar sin más la «descendencia común» en los tres componentes claves para la teoría de la evolución, como hacen muchos teóricos del DI. Sin embargo, y temporalmente, puedo dejar de lado la cuestión para mantener una conversación centrada en el naturalismo. Puedo decir algo así: «Por el bien del argumento, supongamos por un momento que todas las criaturas de la Tierra descienden realmente de un único ancestro microbiano. Incluso teniendo en cuenta su narrativa de la descendencia común y la línea de tiempo que propone, sigue siendo imposible que los procesos darwinianos hayan provocado todo esto».

Desafiando la «descendencia común» en los Tres Componentes Claves para la Teoría de la Evolución

Una vez que demuestro que su punto de vista no funciona, incluso tomado en sus propios términos puedo entonces dar un paso atrás y desafiar la base de su narrativa de la descendencia común (ya sea inmediatamente o, más a menudo, en una conversación posterior), o, mientras los desafío a aceptar las implicaciones del hecho de que las causas naturalistas, sin Dios, no pueden explicar lo que vemos a nuestro alrededor. Así, puedo pasar más directamente a una conversación sobre el evangelio.

Conclusión de «Tres Componentes Claves para la Teoría de la Evolución»: Cómo Abordar las Afirmaciones Darwinistas

La teoría de la evolución es un gran tema, pero contiene subtemas que merecen ser discutidos separadamente. Aunque puede ser útil debatir toda la cosmovisión darwiniana en conjunto, a veces también es valioso aislar una afirmación específica y central dentro de la teoría de la evolución y debatirla de manera enfocada, especialmente cuando ese tema bastante reducido es un pilar sobre el que descansa todo el edificio darwiniano. La descendencia común y la suficiencia de los procesos naturalistas son dos de esos temas que los cristianos podrían considerar útiles. Sin embargo, nuestro objetivo nunca debe ser simplemente derribar el darwinismo, sino defender la verdad bíblica y proclamar a Cristo y a este crucificado.

Por Carlos E. Garbiras

Carlos Enrique Garbiras es Director general en Ministerio de Apologética e Investigación Cristiana (MIAPIC). Actualmente, sirve en predicación y enseñanza de la Palabra de Dios en Bogotá, donde dirige además la Escuela de Estudios Teológicos MIAPIC.

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