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Una vez al año, el Sumo Sacerdote entraba al lugar Santísimo en el Tabernáculo y posteriormente en el Templo, donde ofrecía sacrificios por los pecados de la nación de Israel (Éxodo 30:10; Levítico 16; Números 18:2, 5, 7; Hebreos 8:3; 9:7). Rociaba sangre sobre el propiciatorio el cual era en realidad la tapa que se colocaba encima del arca del testimonio (Éxodo 25:10-22).
Sus vestidos eran hechos especialmente (Éxodo 28). Note el pectoral del juicio lleno de pedrería el cual era colocado sobre el pecho del sacerdote (Éxodo 28:15-29). Cada piedra era según el nombre de los doce hijos de Israel.