En Cristo Reside Corporalmente Toda la DeidadEn Cristo Reside Corporalmente Toda la Deidad

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De acuerdo a la Biblia, Dios es el único ser divino y supremo que existe en el universo. La Biblia dice que Dios es Santo (Apocalipsis 4:8), Eterno (Isaías 57:15), Omnipotente (Jeremías 32:17, 27), Omnipresente (Salmo 139:7-12), y Omnisciente. (1ª Juan 3:20). Dios es descrito como amor (1ª Juan 4:8, 16); luz (1ª Juan 1:5); espíritu (Juan 4:24); verdad (Salmo 117:2); y como creador. (Isaías 40:12, 22, 26). A Él se le adora (Génesis 24:26; Éxodo 4:31; 2º Crónicas 29:28; 1ª Corintios 14:25; Apocalipsis 7:11) y a Él se le sirve (Mateo 4:10; 1ª Corintios 6:19; Filipenses 3:7; 1ª Tesalonicenses 1:9; Hebreos 9:14).

Aun cuando en el mundo existen muchos otros conceptos de Dios, sólo la Biblia presenta a Dios como el único Dios en existencia, el Supremo Ser, el cual es una Trinidad. La Trinidad es la doctrina de que existe un Dios en tres personas, no tres dioses, no tres formas o modos: un solo Dios en tres personas. Dios es soberano; Él está en control de todas las cosas y es supremo. Nadie es más poderoso que Él y no le responde a nadie. El panteísmo presenta a Dios como una presencia impersonal el cual existe en todas las cosas y que es parte de todas las cosas. El ateísmo dice que Dios no existe. El deísmo dice que Dios existe, pero es desconocido e inalcanzable.

La Biblia habla de Dios como conocible, personal, real, vivo, consciente y muy interesado por las cosas de este mundo. La Biblia no defiende la existencia de Dios ni trata de probarla. En vez de esto, la Biblia simplemente asume Su existencia y expresa que aquel que dice que no hay Dios es un tonto. (Salmo 14:1).

Algunos de los nombres bíblicos de Dios son: «YHVH o Yahvé» (Éxodo 3:14, literalmente «YO SOY»), «Elohim» (la palabra hebrea para «dios», por ejemplo, en Génesis 1) y «Adonai» la cual significa «maestro» o «señor». «YHVH» va con frecuencia unido al uso de la palabra «Elohim» como en Génesis 15:2. También va unida a otras palabras como, por ejemplo, YHVH-Jireh la cual significa «El Señor proveerá» (Génesis 22:13-14); YHVH-Rapha significa, «El Señor sana» (Éxodo 15:26); YHVH-Shalom, «El Señor es nuestra paz» (Jueces 6:24); y YHVH-Tsidkenu, «El Señor es nuestra justicia» (Jeremías 23:6). En el Nuevo Pacto, Dios es conocido como el «Padre» (Juan 17) y la «Palabra» (Juan 1:1, 14), etc.

Dios es soberano. Él está en control de todas las cosas y es supremo. Nadie es más poderoso que Él y no le responde a nadie. No tuvo principio y tampoco tiene final (Salmo 90:2). Dios decretó lo que habrá de ocurrir; esto es, todas las cosas ocurren de acuerdo con Su plan (Hechos 2:23). Pero esto no quiere decir que Dios es el autor de la maldad; más bien, en Su plan soberano, Él permitió que esta ocurriera.

Dios es el creador de todo el Universo: Génesis 1; Isaías 44:24; Juan 1:1-3; Colosenses 1:16-17. Dios es el redentor el cual se hizo hombre en Cristo Jesús; por lo tanto, Dios es nuestro salvador: Juan 1:1, 14; Colosenses 2:9; Filipenses 2:5-8; Tito 2:13).

Dios es perdonador (Efesios 1:7; Salmo 86:5), misericordioso (Éxodo 34:6; Salmo 67:1; Santiago 5:11), santo (Isaías 6:3; Ap 4:8), eterno (Salmo 90:2; 1ª Timoteo 1:17), y perfecto (1º Reyes 8:27; Salmo 139).

La Encarnación

En la encarnación, Dios se hizo hombre: «Porque toda la plenitud de la Deidad reside corporalmente en Él» (Colosenses 2:9). Jesús es Dios en carne, nuestro redentor. Fue necesario que Dios se hiciese un hombre para expiar por nuestros pecados debido a que un hombre pecador no podía cumplir la Ley de Dios y ofrecer un sacrificio a Dios el Padre con suficiente calidad como para quitar nuestro pecado. Dios tenía que hacerse hombre para que pudiera morir por los pecados de los hombres. En esto, tenemos el sacrificio de un Dios amoroso el cual se humilló a Sí Mismo para ser como uno de nosotros y morir por nuestros pecados en nuestras manos para que de esta forma pudiera dar vida eterna sólo a aquellos que aceptan Su sacrificio (Juan 1:12; 3:16).

Por Matt Slick

Presidente y Fundador del Ministerio de Apologética e Investigación Cristiana. Matt obtuvo su Licenciatura en Ciencias Sociales en la Universidad Concordia, en Irvine, California en 1988. Obtuvo su Maestría en Divinidades en el Seminario Teológico de Westminster en Escondido, California en 1991.

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