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«Él ha rechazado tu becerro, oh Samaria, diciendo: Mi ira se enciende contra ellos. ¿Hasta cuándo serán incapaces de lograr la purificación?» (Oseas 8:5).
Podemos ver que Dios hace preguntas aunque Él ya conoce la respuesta a la pregunta. Cuando Dios pregunta: «¿Hasta cuándo serán incapaces de lograr la purificación?» no significa que Él no conoce la respuesta. Por ejemplo, Jesús les preguntó a los judíos que fueron a buscarlo en el huerto de Getsemaní, que a quién buscaban, cuando el texto claramente afirma que Jesús conocía todas las cosas:
- «Entonces Judas, tomando la cohorte romana, y a varios alguaciles de los principales sacerdotes y de los fariseos, fue allá con linternas, antorchas y armas. 4 Jesús, pues, sabiendo todo lo que le iba a sobrevenir, salió y les dijo: ¿A quién buscáis? 5 Ellos le respondieron: A Jesús el Nazareno. Él les dijo: Yo soy. Y Judas, el que le entregaba, estaba con ellos» (Juan 18:3-5).
Note que Jesús, Dios en carne, conocía todas las cosas, y sin embargo preguntó, «¿A quién buscáis?». Si usted piensa como un teísta abierto, ¿significaría que Jesús no sabía que venían a buscarlo? Esto no tendría sentido.
Así que sin duda, es totalmente bíblico decir que Dios simplemente estaba haciendo una pregunta conociendo la respuesta.