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«Las gentes de la tierra han hecho violencia y cometido robo, han oprimido al pobre y al necesitado y han maltratado injustamente al extranjero. 30 Busqué entre ellos alguno que levantara un muro y se pusiera en pie en la brecha delante de mí a favor de la tierra, para que yo no la destruyera, pero no lo hallé. 31 He derramado, pues, mi indignación sobre ellos; con el fuego de mi furor los he consumido; he hecho recaer su conducta sobre sus cabezas —declara el Señor Dios» (Ezequiel 22:29-31).
El teísmo abierto enseña que Dios conoce, ampliamente, el presente incluyendo las intenciones de los corazones de todas las personas. Si esto es así, ¿por qué Dios entonces tiene que buscar hombres para levantar un muro? ¿No sabría Dios simplemente quiénes lo harían? Claro que sí. Por lo tanto, este versículo no está hablando acerca de que Dios desconoce algo. Dios no tiene que buscar lo que Él ya conoce ampliamente en el presente. Más bien, Dios está simplemente hablando en términos humanos acerca de justificar Su ira sobre las personas.