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10 de diciembre de 2008
De Acuerdo a la Biblia, ¿qué son los Demonios?
Son espíritus malignos que se oponen a Dios y a Su pueblo. Parecen formar parte de los ángeles caídos. 2ª Pedro 2:4 y Judas 1:6 son las principales referencias en el Nuevo Pacto.
Mateo
- 4:24: «Se extendió Su fama por toda Siria; y traían a Él todos los que estaban enfermos, afectados con diversas enfermedades y dolores, los endemoniados, epilépticos y paralíticos, y Él los sanaba».
- 8:28: «Al llegar Jesús al otro lado, a la tierra de los gadarenos, fueron a Su encuentro dos endemoniados que salían de los sepulcros, violentos en extremo, de manera que nadie podía pasar por aquel camino»
Marcos
- 3:22: «Y los escribas que habían descendido de Jerusalén decían: «Tiene a Beelzebú; y expulsa los demonios por medio del príncipe de los demonios».
Lucas
- 4:35: «Jesús entonces lo reprendió, diciendo: «¡Cállate y sal de él!». Y después que el demonio lo derribó en medio de ellos, salió de él sin hacerle ningún daño».
Juan
- 8:48-49: «Los judíos le contestaron: «¿No decimos con razón que Tú eres samaritano y que tienes un demonio?». 49 Jesús respondió: «Yo no tengo ningún demonio, sino que honro a Mi Padre, y ustedes me deshonran a Mí».
Características de los Demonios
Los demonios son seres espirituales sin forma física. Son espíritus malignos que se oponen a Dios y a Su obra. Probablemente fueron creados como ángeles, antes de la existencia del mundo y, al igual que Satanás, se alejaron de Dios. Algunos creen que Apocalipsis 12:4 se refiere a que un tercio de los ángeles cayeron y se convirtieron en demonios.
Origen del Término «demonio»
El término procede del griego «daimon». En el Nuevo Pacto aparecen como capaces de poseer personas (Mateo 8:28-34; Marcos 5:1-4) y animales (Mateo 8:32). Son muy fuertes (Marcos 5:4). También se les llama espíritus inmundos (Lucas 8:29), parecen tener una jerarquía de gobierno en su reino demoníaco (Mateo 12:24-27) y se les pueden ofrecer sacrificios (1ª Corintios 10:20). Además, serán juzgados en el futuro (Mateo 8:29). No pueden ser redimidos.
Pablo reconoció las fuerzas demoníacas y se refirió a ellas como principados (Romanos 8:38) y dijo que luchamos contra ellos (Efesios 6:11-12). Él habla de ellos en los lugares celestiales, pero esto no significa el cielo donde está Dios sino el área superior sobre la tierra.
Jesús pudo expulsar demonios de los endemoniados (Mateo 8:32) y fue acusado de estar endemoniado (Juan 7:20; 8:48).